Valoración: 8
Avatar no ha cambiado la historia del cine, pero es que claro, si intentan venderla así... mal vamos. Pero digamos la verdad; es una muy buena película. James Cameron se ha pasado 12 años fuera de juego luego de firmar algunos de los títulos más famosos de las últimas dos décadas, y de acumular premios que rebosan su estantería, como los once Oscars que se llevó por "Titanic" o los archiconocidos "Terminator" o "Aliens". Cuando estás tan arriba puedes dejarlo y quedarte en casa sabiendo que has hecho un buen trabajo, y eso hizo el genial James Cameron durante mucho tiempo. Regresa ahora con una película mastodóntica en presupuesto (la más cara de la historia del cine hasta la fecha). Un "florentinazo" en toda regla. Eso provoca dos cosas: que puedas perder más de lo que invertiste, y que vayas directo al número uno en la taquilla. Luego de ver cómo están las cosas, creo que Cameron ha ganado. Ha hecho un buen trabajo y puede estar sumamente contento.
Avatar destaca principalmente por la capacidad de crear un mundo mágico (Pandora), totalmente digitalizado en 3d. Los efectos son espectaculares y la perfección, calidad, y tratamiento de cada detalle está muy logrado. Llega un punto en el que te olvidas de qué momentos son rodados de verdad, y qué momentos son en 3d. La historia que cuenta es futurista. Muchas personas me preguntaban de qué iba en verdad, porque es verdad que se habla mucho de ella, pero poco de su sustancia, y eso es negativo. Es una película de ciencia ficción que recrea la relación de los humanos con seres de otros planetas, y de cómo los primeros andan en busca de fuentes de energía y materias primas mientras tratan de interactuar con los segundos (Na vi).
Esta película tiene un carácter netamente ecologista, de la defensa de la naturaleza y del cuidada y protección del medio ambiente. Nos pone ante los ojos la belleza de parajes imposibles y mágicos en un bosque muy bello y nos vincula con nuestro origen animal y primario. Muy de moda esto en algunos directores americanos como Brian de Palma o Clint Eastwood. Esa es una de las principales ideas que nos da la película, esa y de nuevo, el entendimiento con otros, con otras especies en este caso, el respeto, la tolerancia,... vuelve a reincidir (como ocurre mucho en estas últimas fechas) en la falta de humanismo del ser humano, en la crueldad humana, dando un voto a favor del antibelicismo. Los militares vuelven a ser los enemigos y los malos. Te invita a acompañar al actor Sam Worthington en su papel del paralítico soldado Jack Sully, muy bien acompañado por la doctora Grace Augustine que vuelve a recaer en Sigourney Weaver (Aliens). También tienen un papel importante en la película; Zoe Saldana, que interpreta a la Na vi Naytiri, y en el papel de malo, a Stephen Lang, que para mi gusto está excesivamente exagerado en su interpretación y de tanto, resulta poco acorde con la historia. Sale la sexy Michelle Rodriguez a la que le dan un papel de bulto como en la mayor parte de las películas en las que la he visto (Swat), y que parece que la ponen porque no desluce y está muy buena, una pena porque creo que podría hacer buenos papeles. Como tantas otras veces los actores quedan un poco en segundo plano, pero eso no tiene porque ser algo negativo.
De la película me quedo con el tratamiento de la imagen, con lo que evoca, con el hecho de que entretiene. Es más que recomendable para pasar un rato más que agradable, y claro que merece la pena ir al cine a verla. Si la historia estuviese un poco más trabajada y no pasase tan por encima de algunas cosas, sería más profunda, pero es el problema que tienen las películas que quieren abarcarlo todo, que son tan grandes, que cuesta sintetizar en un par de horas.
Ojalá tuviera un avatar, ciertos días en los que me gustaría viajar a mundos lejanos, y no complicarme, disfrutar más de la naturaleza y sacar mis instintos más animales.
Sinopsis en castellano:
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