Aunque no me crean nunca pensé que fuese a conseguirlo. Este fin de semana con los 2500 km que me hice en coche para poder actuar en Granada y en Málaga, alcancé la mágica cifra de 51 conciertos en lo que va de año, sin repetir sala, y viajando por todo el país. Es algo que me hace sentir orgulloso y contento, porque en el trayecto he conocido mucha buena gente, arrancado algún que otro aplauso y algunos/as hasta me han acompañado con unos coros que siempre endulzan. He mejorado y aprendido mucho. Me siento muy cómodo en el escenario, tanto que no sé qué haría si no pudiese subirme a uno. El problema es que uno es inconformista y siempre quiere más. Quiero hacer más y mejores canciones, más y mejores conciertos, y tengo que ser paciente. Prometo ir con mimo, y esforzarme, porque el cansancio es menor cuando haces lo que te gusta.
En el Organ Jazz de Granada, descubrí un local perfectamente acondicionado, escuché a uno de los mejores organistas de este país, y disfruté del hecho de que el sonido fuese perfecto. El público apareció de pronto y dio sentido al viaje y al esfuerzo. Para cenar pedí una pizza y me trajeron otra completamente distinta a la que había pedido, es más, lo único que tenían en común era la masa y la forma, en cuanto a los ingredientes sólo acertaron con el tomate. De todos modos eran muy amables y estaba bien rica. Como no había mucho dinero acabé durmiendo en Alfie (mi coche), pasé algo de frío y cierto malestar, en una lúgubre área de servicio entre granada y málaga. Rock and Roll.
El sábado, ya en Málaga, paseé junto a Natalia por el mirador de Gibralfaro y observé la belleza de la ciudad, siempre iluminada, y con una sensación térmica muy agradable. Luego comimos, y ya por la tarde estuve en la Tetería El Harem, un lugar con un duende especial. He acabado por cogerle mucho aprecio a este lugar, y eso que no es un sitio apropiado (por sus condiciones técnicas y de espacio) para hacer un concierto,... pero no sé, la gente suele ser muy agradable, el ambiente suele ser cálido, y siempre me quedo absorto en esa casa, es como si sólo estuviese la música, algo que sucede rara vez, no importa nada más que las canciones. Creo que estuvo bien, yo al menos disfruté.
Estas dos próximas semanas, las que restan para acabar el mes, estaré por Galicia, sólo tengo programada una actuación este viernes en A Rúa (Ourense) y supongo que estaré por mi tienda, O Sapoconcho, intentando cerrar más conciertos para estos dos últimos meses y planificando más cosas, sobre todo el hecho de que pronto se acabará el material de la tienda, finalizaré mis pagos, terminaré de amortizar todo, y me largaré, cerraré la tienda, y entonces me plantearé a dónde me voy y que hago, una vez acabe la gira, que no tengo claro si continuará empezado 2010 o no. Habrá que esperar para saber algo más.
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