Sabía que me sonaba de algo lo del nuevo anuncio de Skoda, y ahora ya sé de qué. Viene de la película "El año de la garrapata", una peli made in spain pero con todos los ingredientes. Una de esas películas juveniles que se pueden ver de dos formas; para pasar el rato y reirte un poco, o luego de haberte fumado ciertas hierbas. A los que la ven de la segunda forma les encanta, a los que la ven de la primera, les resulta otra peli más de esas que con poco presupuesto y tirando de nuestro particular sentido del humor estrenamos en este país cada cierto tiempo. A mí me gustan.
Pero no me digáis que este video no es gracioso. Lo preocupante es que mi amigo Kaki vivió hace cosa de un año algo similar en su primer día. Era su día de prueba, y se encontró exactamente con esto. Se asustó y no volvió. Lo cierto es que da miedito.
Yo, que he trabajado de comercial, y con comerciales, que me conozco el sector algo, debo decir que me apesta bastante el perfil típico de comercial. Es cierto que ahora que estamos en un momento difícil, de las pocas ofertas de trabajo que hay, bastantes son para este tipo de trabajos, pero si se trata de hacer curriculo, sacarte algo de pelas, mientras buscas algo mejor, entonces es una buena opción, pero si te metes en el mundillo y te conviertes en un ratón comercial entonces prepárate porque dejarás de lado muchos buenos valores. Ese discurso tendencioso, esas dobles intenciones, ese cinismo, ese peloteo inicial para luego llevarte exactamente a su terreno, ese crear falsas necesidades, ese discurso de yo controlo la situación y te voy a decir qué necesitas, qué te conviene y qué quieres... Las veces que he trabajado de comercial (y me ha ido bien) creo que si he recibido reconocimiento por parte de los clientes ha sido precisamente por obrar al contrario de cómo se suponía. Siempre pensé que daba un servicio, que ayudaba a una persona a conseguir algo que demandaba, que le informaba, le recomendaba, le facilitaba la gestión... etc. pero nunca que tenía que sacarle el dinero fuese como fuese. Por eso uno cuando tiene este tipo de trabajos se siente presionado, por el hecho de tener que vender de forma inmediata, de abordar a la gente, esa necesidad de reportar ventas cada día y de que es mejor que no te vayas a casa sin ventas porque eso para tus jefes es como si no hubiéses hecho nada durante todas las horas que has estado trabajando.
Son trabajos bastante estresantes, y con los años ha ido a peor. Son muy temporales, y pocos resisten el tirón. Tengo amistades que andan en eso y bueno, lo van llevando. Para mí los mejores son los de la vieja escuela. Los más mayores. ¿El motivo? Se les formó de otra manera. No había tanta prisa por vender. Las cosas se hacían con un mejor trato hacia el cliente, con más delicadeza. Llevan mucho tiempo en su trabajo, tienen contactos (que es el 80% del chollo) y saben tratar a la gente. Pueden venir a ofrecerte un producto cuatro veces e irse sin vender, que saben que tarde o temprano serás tú mismo quien les llame. Te tratan con sinceridad, te dicen lo que ven que se vende y lo que no, lo que creen que te conviene y lo que no (aunque a priori vaya contra sus intereses) -lo que pierden por un lado lo ganan por otro-, no entran con prisa, avasayando, lo hacen con calma, si estás ocupado vuelven luego, están a tu disposición, se muestran interesados en ti, en tus cosas, guardan en su memoria o en sus fichas datos personales, para que no creas que eres un número sino un colega. Todo eso es lo que luego hace que quieras comprárles a ellos y no a otros. De todos los comerciales con los que trabajo, el más joven tiene más de 35 años y es que me da la impresión de que las nuevas generaciones tienen una presión con la que resulta imposible ser bueno en este curro.
El video ridiculiza todo esto.
2 comentarios:
Al ver el video, me ha recordado al libro "1984".
Te lo recomiendo, si no lo has leído.
:)
hola samuel.
hace un tiempo me preguntabas qué opinaba...
te acuerdas de "mi explicación en 10 versos" ?
estoy de acuerdo contigo.
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