2.- Gauchito Gil, Cristobalito Gazmoño, y "El Burrito Ortega", defensores de Belgrano
Aquí estamos de nuevo. Han pasado un par de semanas desde que escribí mis primeras impresiones sobre esta ciudad. Poco a poco voy creando rutina. "Crear rutina" permite a uno sentirse más del sitio donde está por muy ajeno que le pueda resultar el decorado o por muy poco familiarizado que esté con según qué cosas. Cada vez me parece más pequeña la distancia que separa la residencia de la escuela, y eso que es la misma, pues no sé, a mi se me hace cada vez más pequeña. Jugué durante días a trazar rutas alternativas para ir cada día al mismo sitio, y así, conocer calles y avenidas diferentes, o ver las mismas pero desde puntos distintos, de esta forma poco a poco he ido conociendo el barrio de Belgrano en el que vivo. Me gustan sus parques, sus casas bajas residenciales, que ciertas avenidas estén llenas de árboles, la tranquilidad que se respira y cómo se confronta con el ajetreo de la avenida cabildo, donde se sitúan los bancos, los comercios, y por la que pasan sin tregua muchos medios de transporte, no obstante, ahí puede cogerse el metro (o "subte" como lo llaman aquí) para ir hacia otros puntos de la ciudad.
El trazado del metro es bastante extraño. Os dejo un mapa que lo demuestra. Como véis hay muy pocas líneas y todas confluyen en un punto que coincide con el centro neurálgico de la urbe, pero sin que exista apenas conexión entre las líneas, lo que provoca que si deseas viajar en metro debas primero ir hasta final de trayecto y desde ahí a otro punto, algo que no siempre rinde en términos de tiempo, por lo que conviene mucho antes, subirse a un autobús. El problema que siempre existe con las líneas de autobús en las grandes ciudades para uno que viene de fuera y no las conoce, es la consecuente búsqueda de la pertinente parada, con lo que confiere el hecho de que existan cientos de autobuses repartidos por toda la ciudad, lo que imposibilita que uno memorice más que unas pocas líneas en las que se mueve habitualmente, y para eso hace falta cierto tiempo. Yo, como soy un poco vago para eso, sólo me he subido dos veces en bus y trato de ir andando siempre que puedo, o subirme al metro o al tren, que no tienen tanta posibilidad de pérdida o duda.
El romanticismo del tren. ¡¡No me digáis que no!! Me gusta mucho eso de que el tren atraviese parte de la ciudad, y tú te veas obligado a diario a cruzar las vías. Tengo una parada bastante cerca de mi residencia, Belgrano R, y teniendo en cuenta en el viaje apenas vale el equivalente a 0'15€ por trayecto, no me digáis que no apetece subirse... Al lado de la estación hay un pequeño santuario que me llamó la atención, cuasi abandonado a su suerte, entre las vías, encontré al Gauchito Gil. Aquí les dejo una foto de este singular personaje, del que no se sabe realmente si es un mito, una leyenda, o un santo, aunque si fuese esto último, la Iglesia Católica nunca lo ha reconocido como tal. La cultura popular heredada cuenta que cuando pasas por delante de uno de sus santuarios, hay que saludarlo con la bocina del auto, de lo contrario el viajero no llega a su destino o sufre grandes e inoportunas demoras. Yo suelo pensar para mí "che, que tal?", y prosigo mi camino. Me recuerda a otros personajes de los que uno a oído hablar pero nunca se ha molestado en saber quienes son... gracias a internet uno puede, si quiere, averiguar quien es Cristobalito Gazmoño, por poner un ejemplo, apodo que me ponía mi tía cuando era crío y le molestaba mucho...
Los chinos están por todas partes. Aún recuerdo con cariño nuestras incursiones en el barrio chino de La Habana donde Jesús Bravo "Cahuli", Albert Casanova, Patxi, Victor Aceituno, y yo, acompañados por nuestras amigas Limara, Judith y Alegnis, devorábamos pizzas en aquellos restaurantes como si nos fuese la vida en ello o más bien, como si supiésemos de antemano que era lo mejor que íbamos a comer en el resto de la semana. Pues aquí en Buenos Aires, formando parte de mi barrio, está el famoso "Barrio chino", bastante pequeño, y muy concurrido, se ha ido llenando con el paso de los años de negocios asiáticos que venden -como no podía ser de extrañar- de todo, y que han acabado por hacerse con la zona. Estuve paseando por allí y por las Barracas de Belgrano en las que los/as porteños/as aprovechan para tumbarse un rato, jugar con sus perror, patear un balón, lucir una bicicleta, divertirse con los niños, platicar,...
Estas semanas las he dedicado a establecer mis hábitos de vida. Todas las mañanas (excepto los miércoles) acudo a la escuela. Aunque no tenga clase me quedo en las aulas de ensayo/estudio y practico. Es un lujo poder formar parte de esta escuela. La EMBA, está considerada por la mayor parte de bonaerenses como la mejor escuela privada del país, y eso es un estatus que no se logra del día para la mañana. Yo que estoy dentro, puedo decir que me siento realmente contento con la carrera, las materias, los profesores, y los medios de los que disponemos. Es un gusto poder entrar en un aula y que tengas una batería, un bajo, un teclado, micrófonos, guitarras,... todo, todo lo que quieras para hacer música. Estoy cursando el Módulo I que se prolongará hasta finales de año. Las clases van a buen ritmo y es mejor no despistarse si no quieres quedarte atrás. Puedes promocionar al módulo siguiente en una asignatura si obtienes una nota superior a un 8'5 en los parciales, de lo contrario tienes que hacer el examen final de módulo antes de las vacaciones de navidad, y si no lo superas, entonces en el siguiente semestre tendrías que repetir la asignatura. Puede darse el caso de que superes unas asignaturas y otras no, y entonces se forma un quilombo porque descuadras absolutamente todo, y luego se te puede volver en contra, porque si una asignatura se encalla... bueno... ya todos sabéis qué pasa cuando sucede algo así. Yo por ahora trato de llevar todo al día y enterarme pero la velocidad de esta gente es bastante alta, así que... voy a echarle todas las horas que sean necesarias. Creo que puedo aprender muchísimo aquí.
La escuela ofrece a mayores clases particulares ("adicionales" le llaman) de otras materias (yo me estoy planteando empezar con canto y piano para complementar mis estudios) y dos cosas más: por un lado cursos específicos (por ejemplo de técnico de sonido, de programas de producción musical, protools, cubase, e incluso de dj mezclador) que duran unos tres meses y que quiero hacer sí o sí, aunque tendré que conseguir el dinero y el tiempo para organizarme bien; y por otro lado, master class, con músicos famosos que visitan el país y que vienen a la escuela a dar "clinics" como ha hecho hoy Greg Howe, al que he tenido la oportunidad de entregar un ejemplar de "Y tú más!", después de ver cómo hace maravillas con la eléctrica. Por lo visto está considerado por muchos como uno de los mejores guitarristas del mundo. Os dejo un par de enlaces:
Su web: www.greghowe.com/
Su historia: es.wikipedia.org/wiki/Greg_Howe
Eso fue gratis, sólo para los miembros de la escuela. ¡¡Un lujo!!
Hay una noticia que no he contado y que ha hecho variar mi vida en la residencia... Arno, ya no está. Mi compañero de piso los primeros días, apenas duró diez días conmigo, se largó. Dejó la residencia según él porque hacía mucho frío. Es verdad que él llevaba ya veinte días y había hecho más frio que cuando yo llegué, y ya habréis leído en el primer capítulo que se pasaba mal en el cuarto, pero las cosas han cambiado. Los del Maghandi Hostel pusieron una plancha de ¿polispam? (¿corcho de bolas blancas?) que no queda tan mal como las bolsas que había, y cubre mucho más, además de que aisla algo más y todo ello reforzado por el hecho de que... hace menos frío. Le dije que tuviese paciencia que la cosa podría mejorar, pero se fue. Yo le acompañé a buscar residencias por el centro, pero a mí, sólo la idea de mudarme a otro barrio no me agrada, porque como os he comentado varias veces voy andando a la escuela y salir de este barrio me obligaría día tras día a coger el transporte público. Por otra parte, la oferta que cogió no me convencía. Era una residencia que ocupaba un edificio entero en una calle muy transitada del centro pero que aunque tenía calefacción y era más bonita visualmente, pasaba a tener que vivir en un cuarto con seis personas. ¡No! ¡Eso no! Para unos días no hay lío, pero compartir habitación con seis... ¿De veras no es mejor esto? Si no queda otra se hace, entendámonos, no es por ser snob o caprichoso, eso es lo de menos, pero la situación no es tan dramática como para recurrir a eso, principalmente porque el ahorro que le daban era de 13€ al mes sobre el precio que pagamos aquí. Se fue sin pena ni gloria, me esperaba una despedida algo más emotiva, pero diez días no dan para mucho, y aunque me caía bien y me parecia un compañero agradable con el cual poder vivir, desapareció. Así que... habitación doble para mí sólo.
Por ahora, han pasado un par de semanas y por aquí no ha venido nadie, y poca pinta tiene de que cambie la situación. Mi baño es un baño de pasillo "público" (lo peor que tiene el hostel) y mi habitación más cara que otras donde duermen cuatro, o seis, así que los nuevos huéspedes suelen preferir pagar menos por una habitación donde hay más gente y baño propio de habitación (algo lógico si vienes a pasar unos días con tus amigos/as), así que por ahora y teniendo en cuenta que hay bastantes plazas disponibles, no parece que vaya a tener compañía durante un tiempo, aunque esto podría cambiar en cualquier momento, claro. He aprovechado para coger la mejor cama, alejarme de la "no ventana", apropiarme del armario más grande, ponerle candado, y mejorar notablemente mi vida aquí. Ya voy conociendo a los fijos de la residencia y tenemos una relación de lo más cordial. Me caen especialmente bien Aníbal; un brasileño de 26 años con el que puedes hablar de casi cualquier cosa y con un nivel cultural muy alto; Begoña, mexicana que está con Anibal y que se dedica a la hostelería, siempre alegre y risueña; Julián, argentino de provincias que ha venido a trabajar unos meses en un proyecto como ingeniero que es; Carla, peruana residente en Nueva York, de mi edad, y que ha venido a estudiar para técnico de sonido; y algunos de los chicos que aprovechan para hacer horas de "turno de noche" como recepcionistas y así abaratar el coste de su estancia, como dos que se llaman Diego, o la chica de uno de ellos, Julia. Aquí he entablado una relación buena también con dos compañeros de la EMBA que estudian bajo y batería respectivamente y que se llaman Maxi y Jóse, el primero de tierra de fuego al sur del país, y el segundo venezolano, y que ocupa la habitación del rey en esta residencia, individual, de baño individual, y armario grande doble, todo con llave y en buen estado, pero.que como paga bastante se mudará en unos días para un departamento cercano, así que lo veré sólo cuando coincidamos por la escuela. Quizás estáis pensando en por qué no me mudo a la habitación individual ¿No? No. Es muy cara. Demasiado cara. Lo pensé pero el precio me echó para atrás.
Así que cómodo en la escuela, cómodo en la residencia, cómodo en el barrio, feliz con mi nueva vida aquí. Por una parte la aparición de algunas personas ha hecho que esto sea mucho más sencillo. Hablemos algo de ellos:
Tomás Leone. Hemos creado un binomio (Xermán de Caraba también está acostumbrado a que me invente nombres de un supuesto dúo que nunca hemos puesto a andar pero que anhelo), y tocamos juntos después de clase. Reservamos aula, y siempre pongo "Leví León". "De ahí saldrá algo grande" le suelo decir. Con sus 20 años está haciendo la misma carrera que yo y es mi inseparable compañero de clase. Lo más seguro es que sea mi primer fichaje para "los niños perdidos de argentina", y subamos juntos al escenario dentro de poco. Toca bien, y es muy buena onda. Nos compenetramos genial. Para las chicas (aunque tiene novia) diré que se da un aire a Kurt Cobain.
Claudia Djamerjian, es la primera persona con la que quedo de forma habitual. Sin darle más vueltas, mi primera amiga. Tiene 30 años, un pelo precioso, unos ojos muy expresivos, y ciertas dudas existenciales, así como conflictos internos que no la dejan ser todo lo feliz que quisiera, pero, curioso capricho del destino, conmigo se porta genial, me trata re bien, y nos lo pasamos bien juntos. He encontrado en ella una persona de confianza con la que hablar. Podemos llegar a ser muy buenos amigos.
Martín Angulo. Un crack. Un apasionado de la música de 35 años, que sólo piensa en hacer música, y que -casualidades del destino- es geógrafo!!! Parece de coña. Un tipo que hace lo mismo que yo, que es acérrimo seguidor de Quique como yo, que estudió lo mismo que estudié yo, con el que estoy de acuerdo en casi todas las cosas que dice y piensa, y con el que me he encontrado de casualidad. Ahora vamos a tocar juntos en el homenaje a Quique, "La fiesta de la luna llena", de la que ya os he hablado en este blog, y luego va a producir una de las canciones de mi futuro trabajo discográfico, así que la armaremos de a poco con la gente de acá, y la oficializaremos en su home estudio. Cuando hablo con él, o nos escribimos, veo una persona con la que me identifico muchísimo, pues él también gusta de organizar eventos musicales para otros (como he hecho yo tantas veces en mi ciudad), y a pesar de que toda esa energía canalizada en activar planes musicales, no le reporte beneficios económicos. Una persona solidaria y altruista, que las hay, porque algunos no entienden, que el beneficio viene dado por la sensación de satisfacción, de estar siendo útil, de empeñarte en algo que te entretiene, que te divierte, que te motiva. A veces la vida es eso.
Quique González escribió en los agradecimientos de su segundo disco "Salitre 48"; a la familia Rives; un grupo de personas que he tenido la suerte de ir conociendo esta última semana, y que son maravillosos, que me han acogido como uno más, y que nos hemos reunido en torno a la figura de Quique (en este caso de su música puesto que él está en España), y la pasamos muy bien cantando sus temas. El concierto será este domingo día 11 y lo cierto es que lo pillo con muchas ganas porque son muchas las personas que han puesto toda su ilusión en que esto salga bien, y en que le llegue a Quique, que está al tanto de todo lo que estamos haciendo, lo que me ilusiona, y a la vez me da algo de vergüenza porque me gustaría hacer una actuación de la que se sienta orgulloso.
Creo haber dado un repaso a la mayor parte de las cosas que estoy viviendo. Escribo mucho pero cada mucho tiempo. Ojalá no se les haga muy tedioso mi relato. Aligeraré contenido para la próxima.
Pinceladas:
- Veo todos los partidos del Barça en los bares, y no dejo de gritar "Messi es Dios".
- Tengo una dieta... de lo más extraña. ¡Qué desastre para las comidas!
- Muchas noches bajo a una heladería que hay en la esquina a por 1/4 de litro de helado riquísimo que apenas cuesta 2'5€. Una delicia antes de irme a la cama.
- Duermo poco. Me acuesto tarde y me levanto temprano, porque estoy moviéndome mucho y estudiando bastante. Se acumula el trabajo de "músico de oficina" (el que más detestamos todos los que nos dedicamos a esto, pero que estamos obligados a hacer hasta que tengamos dinero para pagar a alguien), ya que el proyecto y mi carrera se están ampliando, algo que me alegra por supuesto, pero que sin financiación, sólo crea más horas de trabajo.
- La lavandería es genial. Una mochila llena de ropa por apenas 3€. Llenas una bolsa cada dos semanas. De lujo.
- El equipo de fútbol del barrio está en segunda división; como el River y como el Celta; se llaman Defensores de Belgrano, y a que no sabéis quien es el fichaje estrella; "El Burrito" Ortega ¡¡Joder, qué mitico!! El otro día metió un penalty. ¡Quiero ir a verlo jugar!
- Me he traído en mi mp3 las canciones de algunos de mis amigos, para recordarlos: Miguel Castro, Joaquín López, Albert Casanova y Los Adoptados, Johny Vitores y su Small Room Hotel, y por supuesto, Eladio y sus seres queridos.
No hay tiempo que perder.
Sed buenos/as.
¡Hasta la próxima!
Un abrazo.
5 comentarios:
estoy en Argentina??? jajajaja, mi primer viaje trasnoceánico ¡¡¡¡ yuju ¡¡¡... aunque sea de forma no presencial, jajajajaja
Que alegría saber que las cosas marchan S. Que sepas que aquí, sin ti, la vida sigue, nos las arreglamos, por poco tiempo, aquí digo en esta isla que me verá partir en poco tiempo, eso espero. Aunque suene raro, me encantaría saber un poco más de tu dieta, ya sabes que de lo que se come se cría, cúidate compadre, aqúí te apoyamos pero cúidate, por Messi.
Aperta forte
A
PD: te mando al correo el próximo regalo de cumple de mi madre. Es una especie de pupurri con varias continuaciones de El ensayo sobre la ceguera, por si te apetece leerlo y compartir sensaciones.
He leído Pinor con atención. Me parece un regalo de lo más profundo para una madre, seguro que le entusiasma. No entiendo una cosa: ¿Quien lo ha escrito? ¿Tú? ¿Por qué dices que son continuaciones de "El ensayo sobre la ceguera"? ¿Por que está inspirado en ese libro?
Gracias por habérmelo enviado. Lo he disfrutado mucho, y me ha parecido ejemplarizante en su forma de entender la educación, la esencia de la vida, y lo resumiría en esta frase que se me ocurre:
"vivir supone afrontar ciertos riesgos, así que si deseas disfrutar de lo que la vida te puede ofrecer, arriésgate". Yo, juego.
Hola!!, Por casualidad, me enteré de lo que se estaba gestando en Argentina, en torno a la figura de Quique González. Hace un rato me puse a escuchar el programa de radio y hablaron de ti justo al principio, así que me puse a buscarte y sorpresaaaaa... está muy bien...me gusta!!! y encima gallego, como yo, así que nada te seguiré escuchando. Mucha suerte en tu camino y por supuesto en Argentina. Bicos
Gracias Volboretinha! Me alegra que te hayan gustado las canciones. El homenaje salió de maravilla y la verdad es que disfrutamos mucho cantando los temas de Quique.
Un abrazo de gallego a gallega!!
Seguimos en contacto.
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