Valoración: 6'5
Hoy me acerco por primera vez al cine argentino desde que me trasladé a vivir a Buenos Aires. Uno, acostumbrado al cine español, y a la proliferación de películas americanas en las taquillas de nuestro país, encuentra muy interesante el cine latinoamericano, con las diferencias y particularidades con las que nos encontramos, según la procedencia de los directores y realizadores de cada film. El cine argentino, además de poder presumir de un humor muy cínico y agudo, suele ahondar con maestría en las relaciones personales, en la reflexión, y en lo filosófico, quizás haciendo buena aquella generalización que afirma que "todos los argentinos son un poco psicólogos". Hasta la fecha, he visto algunas películas argentinas en mi vida que ocupan un lugar privilegiado en mi lista de imprescindibles; "El secreto de sus ojos" (valorada con anterioridad en este blog), "9 reinas", "El hijo de la novia", "La luna de Avellaneda",... teniendo en el director Juan José Campanella y en el actor Ricardo Darín, al binomio artístico más internacional y (opinión personal) más talentoso de todo el cono sur.
"Viudas" es una película protagonizada por mujeres y que habla de mujeres. Una película que ahonda en las relaciones personales y más allá, en la psicología femenina, en la forma de actuar y de entender la vida, de dos mujeres de edades muy distintas, que cruzan sus caminos por su vínculo con un hombre, que las enfrenta y las une. El tema es antiguo; un triángulo amoroso. Un hombre engaña a su mujer con una chica mucho más joven. Toda la trama gira en torno a lo que pasa por la cabeza de una y de otra según su posición, según sus expectativas y anhelos. Es cierto, que te engancha porque en algún punto todos podemos ponernos en la piel de alguno de los personajes, todos podemos jugar a imaginarnos qué pasaría, qué pensaríamos, cómo actuaríamos... si nos encontrásemos en una situación similar, y muchos de ustedes posiblemente hayan vivido una historia parecida, cada uno con sus particularidades. Eso nos hace sentirla apasionada y humana.
Bien dirigida por Marcos Carnevale, se le puede echar en cara la falta de atrevimiento, el dejar algunos personajes y su caracterización sin concretar, el no cargar de mayor emotividad algunos momentos, y de mayor tensión otros, el caer con excesiva facilidad en los estereotipos, y conducir la cinta en todo momento hacia lo popular, lo esperado, y lo típico. En los momentos más bajos de la película, cae en el docu-drama, ese que se les pone a los adolescentes en las escuelas para que comprendan algún problema o conflicto social, o reconstruye un pasaje de la historia universal, sin demasiado cuidado por la calidad cinematográfica, o artística. De otro modo... un poco moralista y sin capacidad alguna para sorprender a nadie, aunque a su favor decir que sí contiene material digno de emocionar a alguien en horas bajas o que haya vivido en sus carnes una situación idéntica ("que haberlos hailos").
Es interesante la dupla que forman las dos actrices protagonistas sobre la que gira todo la película; Graciella Borges y Valeria Bertuccelli. La primera me recordó en su imagen a nuestra Sara Montiel. Ambas actuán bien y mantienen bien el pulso que les toca. Para mi gusto les falta algo de mordiente, se las ve bastante relajadas para la intensidad que se le presupone a ciertas situaciones que nos presenta el film. Piensas mientras la ves, que tú actuarías de forma mucho más virulenta, o al menos así lo vi yo. De ahí que considere algo "simuladas" algunas escenas y le reste trascendencia a la película. Para intensidad, las peleas y conflictos de Michelle Pfeiffer y Bruce Willis en "Historia de lo nuestro" (Rob Reiner, 2000).
Los papeles secundarios, que apenas son tres o cuatro, sobran. No sólo no aportan demasiado apoyo narrativo a la cinta, sino que despistan y además están mal tratados, no por los actores Martin Bossi y Rita Cortese (los que más salen), sino por los guionistas y director, que los abandonan a su suerte sin dejar claro qué quieren contarnos de ellos y principalmente porque no concluyen algunas tramas de las que exponen, sobre todo con el personaje de "Justina"; transexual, cómico, enfrentado a la señora, vinculado extrañamente con la joven,... y desaparece de la película sin más. Uno piensa que quizás se olvidaron de él, pero el espectador no, el espectador piensa que algo no ha quedado bien contado.
Concluyendo, no se arrepienten de pagar la entrada, pueden creer que es la película de su vida si están pasando por una situación parecida, y si buscan moverse de la butaca o vivir emociones fuertes, busquen un plan alternativo. Gustará más a mujeres que a hombres, por una obvia situación de sintonía.
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