Valoración: 5
Mal asunto cuando una película no gusta entre los expertos pero si es salvada de la quema por los palomiteros que pasan de cuando en vez por taquilla. La película habla, -como no podía ser de otra forma, siendo dirigida por Roland Emmerich (Independence Day, Godzilla)- de desastres naturales, del apocalipsis y de la desaparición del planeta. El único desastre es la película en si. Fatal. No puede ser que vayas al cine y que te sientas capaz de hacer el guión sobre la marcha, tanto es así que me recordó a los juegos de ordenador en los que te invitan a dirigir tu propia película y con los que te pasas una agradable tarde jugando a ser Steven Spielberg. Pero no, en este caso hablamos de una mega producción perfectamente encorsetada en las directrices de Hollywood y que mal que nos pese se sabe taquillera.
El guión es sumamente pobre, es más, me atrevería a decir que ni cuenta. Mucho se ha hablado de que está basada en profecías mayas, pues bien, tres minutos dura la explicación sobre los mayas, contada de manera muy estúpida para mayor inri, y luego la película dura dos horas y media de abusos ridículos en escenas cómicas sacadas de contesto, en situaciones del todo inverosímiles (se acabe el mundo o no) en falsos momentos heróicos, idealizados y americanizados, y únicamente tienes la sensación de que algo tiene sentido por el hecho de que los personajes sean personas, es decir, actores de carne y hueso. Si te dicen que todo es una chorrada te lo crees. El problema está en el público, en las ganas de pensar en algo, y como la peli no aporta nada, pues entonces a la gente le da por imaginarse que el mundo se acaba en dos años, y claro, hasta hay quien se asusta.
Se parece tanto a otras cintas, está tan manido, que hasta muchas de las escenas te da la sensación de que ya las has visto. Tanto es así que puedes ir narrando la película y jugar a anticiparte a lo que va a pasar. Sólo fallas cuando al director se le va la mano y se pasa en lo ilógico de la trama. Hay partes moralistas completamente increíbles, tratadas y metidas a calzador, hay bromas que no encajan, que te parecen ridículas tal y como se desarrolla la trama, y todo te devuelve a donde siempre, ya hemos visto esta película cientos de veces, y sigue resultando la misma estupidez.
John Cusack participa del mismo modo que lo podría haber hecho cualquier otro, y ese es el problema; vale que sea el protagonista de la película, vale que se gane un buen dinero, vale que le vaya a ver mucha gente y aumente su popularidad, pero realmente esta película como actor no le aporta absolutamente nada, es más, habría resultado mejor meter a un desconocido, como se hizo en District 9.
Si realmente quieren ver algo que asuste sobre el fin del mundo, vean el documental de Al Gore.
Sinopsis en castellano: (advierto: engaña)
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