Valoración: 7'5
"Cisne negro": Neurótica, intensa, enfermiza, esquizofrénica. La película no te da respiro. Te exige todo el tiempo que mantengas la tensión, el pulso al que te invita el director Darren Aronofsky, durante los ciento ocho minutos que dura la película.
Este drama, -thriller psicológico-, se nutre de muchos recursos algo manidos ya en el cine de terror, como las imágenes proyectadas sobre los espejos que tantas y tantas veces hemos visto, pero nos invita a reflexionar sobre la tensión, hasta dónde podemos llegar cuando nos sentimos agobiados o tensionados por algo, cual es el límite que hay que pasar para que una chica obediente y frígida decida romper con todo y sacar el lado más violento y salvaje que todos llevamos dentro. Esa dualidad que es tan bien representada por la obra clásica "el lago de los cisnes" y a la que la película da un sentido homenaje, resulta muy útil para mostrar las dos partes de una misma persona; la buena y la mala, fácilmente identificadas en este caso por los colores; el blanco (puro y casto) y el negro (malvado y agresivo). El trasfondo de la película es más interesante que los diálogos o la acción. La película vale más por lo que evoca que por lo que cuenta. El ballet es una excusa como lo podría haber sido cualquier otra, sirve porque es muy visual, muy artístico, pero no es una película sobre el mundo del ballet. La música juega un papel vital en esta cinta y está muy bien llevada por Clint Mansell.
Lo peor que tiene es que cae en ciertos tópicos de lo más prescindibles. Que en el momento de mayor tensión, los ojos de la protagonista se llenen de sangre es a la par excesivo y ridículo. Un coqueteo poco interesante con la ciencia ficción más vulgar. La rivalidad entre compañeros de profesión, los abusos de poder por parte del profesor, la carga sexual un tanto forzada de la película, las disputas por el recambio generacional, el pulso entre la bailarina experimentada y la joven ambiciosa,... han sido ya usados en demasiadas películas y no aportan nada de frescura a esta película. Me viene a la memoria "Show girls", una película noventera que no consiguió demasiado éxito pero que transgredía por su alto contenido sexual y su provocación, y que trataba todos estos mismos temas desde un enfoque crudo y visceral. Aquella trataba además sobre el mundo del baile... pero hay muchos más ejemplos.
Hay momentos demasiados predecibles y eso le quita valor a la película. Partes en las que una escena te anuncia cual será la siguiente y la siguiente es calcada a cómo la imaginas, y adolece de giros inesperados que sorprendan. Un buen ejemplo de esto es cuando se busca el papel de bailarina protagonista de la obra. El espectador piensa de antemano que se lo darán a ella, y aunque amagan con que no será así, en todo momento sabes que pasará lo que irremediablemente acaba pasando. Sucede lo mismo con el "encuentro" entre las dos bailarinas. Hay pocas sorpresas y eso es un lastre para la cinta.
Si algo me ha llamado la atención de esta película es que trate con tanto acierto la psicosis producida por vivir maniatado, sujeto a imposiciones de terceros y a las que uno mismo se autoinflinge, la superación personal elevada a la máxima potencia, más allá de la autodestrucción, la rivalidad y la competencia, la contención constante de las fantasías de uno y la negación de las mismas, la distorsión entre lo que los demás juzgan de nosotros y la visión que tenemos de nosotros mismos desde dentro,... un soberbio ejercicio de psicoanálisis sobre el bien y el mal, el autocontrol y el descontrol.
Natalie Portman, se lleva el Oscar a la mejor actriz 2010 por protagonizar esta obra. Un merecido premio. La película optaba a cinco estatuillas pero se ha tenido que conformar con esta. Excesivamente delgada, ha mantenido el ritmo en un trabajo de gran exigencia, tanto técnica como psicológica e interpretativa y eso tiene mucho mérito. Me gustó especialmente, Mila Kunis, como actriz secundaria, a la que no conocía, y que además de ser físicamente preciosa, realiza un trabajo desenfadado y sumamente atractivo. Vincent Cassel siempre resulta creíble, y da la talla en su interpretación de director de la obra. También aparece Winona Ryder, aunque apenas le dan cuerda, así que su aparición resulta casi testimonial. Barbara Hershey, también forma parte del reparto en el papel de madre protectora y recelosa de que su hija alcance los objetivos que ella no logró en su juventud. Un reparto equilibrado y correcto, para una película que ha gustado especialmente entre el público femenino.
Por último destacar la utilización de la cámara en mano durante buena parte del film para dar mayor vivacidad y realismo, crudeza y agresividad, a la historia. Un efecto que ya usó el director en su obra más popular "El luchador".
Sinopsis en castellano:
Este drama, -thriller psicológico-, se nutre de muchos recursos algo manidos ya en el cine de terror, como las imágenes proyectadas sobre los espejos que tantas y tantas veces hemos visto, pero nos invita a reflexionar sobre la tensión, hasta dónde podemos llegar cuando nos sentimos agobiados o tensionados por algo, cual es el límite que hay que pasar para que una chica obediente y frígida decida romper con todo y sacar el lado más violento y salvaje que todos llevamos dentro. Esa dualidad que es tan bien representada por la obra clásica "el lago de los cisnes" y a la que la película da un sentido homenaje, resulta muy útil para mostrar las dos partes de una misma persona; la buena y la mala, fácilmente identificadas en este caso por los colores; el blanco (puro y casto) y el negro (malvado y agresivo). El trasfondo de la película es más interesante que los diálogos o la acción. La película vale más por lo que evoca que por lo que cuenta. El ballet es una excusa como lo podría haber sido cualquier otra, sirve porque es muy visual, muy artístico, pero no es una película sobre el mundo del ballet. La música juega un papel vital en esta cinta y está muy bien llevada por Clint Mansell.
Lo peor que tiene es que cae en ciertos tópicos de lo más prescindibles. Que en el momento de mayor tensión, los ojos de la protagonista se llenen de sangre es a la par excesivo y ridículo. Un coqueteo poco interesante con la ciencia ficción más vulgar. La rivalidad entre compañeros de profesión, los abusos de poder por parte del profesor, la carga sexual un tanto forzada de la película, las disputas por el recambio generacional, el pulso entre la bailarina experimentada y la joven ambiciosa,... han sido ya usados en demasiadas películas y no aportan nada de frescura a esta película. Me viene a la memoria "Show girls", una película noventera que no consiguió demasiado éxito pero que transgredía por su alto contenido sexual y su provocación, y que trataba todos estos mismos temas desde un enfoque crudo y visceral. Aquella trataba además sobre el mundo del baile... pero hay muchos más ejemplos.
Hay momentos demasiados predecibles y eso le quita valor a la película. Partes en las que una escena te anuncia cual será la siguiente y la siguiente es calcada a cómo la imaginas, y adolece de giros inesperados que sorprendan. Un buen ejemplo de esto es cuando se busca el papel de bailarina protagonista de la obra. El espectador piensa de antemano que se lo darán a ella, y aunque amagan con que no será así, en todo momento sabes que pasará lo que irremediablemente acaba pasando. Sucede lo mismo con el "encuentro" entre las dos bailarinas. Hay pocas sorpresas y eso es un lastre para la cinta.
Si algo me ha llamado la atención de esta película es que trate con tanto acierto la psicosis producida por vivir maniatado, sujeto a imposiciones de terceros y a las que uno mismo se autoinflinge, la superación personal elevada a la máxima potencia, más allá de la autodestrucción, la rivalidad y la competencia, la contención constante de las fantasías de uno y la negación de las mismas, la distorsión entre lo que los demás juzgan de nosotros y la visión que tenemos de nosotros mismos desde dentro,... un soberbio ejercicio de psicoanálisis sobre el bien y el mal, el autocontrol y el descontrol.
Natalie Portman, se lleva el Oscar a la mejor actriz 2010 por protagonizar esta obra. Un merecido premio. La película optaba a cinco estatuillas pero se ha tenido que conformar con esta. Excesivamente delgada, ha mantenido el ritmo en un trabajo de gran exigencia, tanto técnica como psicológica e interpretativa y eso tiene mucho mérito. Me gustó especialmente, Mila Kunis, como actriz secundaria, a la que no conocía, y que además de ser físicamente preciosa, realiza un trabajo desenfadado y sumamente atractivo. Vincent Cassel siempre resulta creíble, y da la talla en su interpretación de director de la obra. También aparece Winona Ryder, aunque apenas le dan cuerda, así que su aparición resulta casi testimonial. Barbara Hershey, también forma parte del reparto en el papel de madre protectora y recelosa de que su hija alcance los objetivos que ella no logró en su juventud. Un reparto equilibrado y correcto, para una película que ha gustado especialmente entre el público femenino.
Por último destacar la utilización de la cámara en mano durante buena parte del film para dar mayor vivacidad y realismo, crudeza y agresividad, a la historia. Un efecto que ya usó el director en su obra más popular "El luchador".
Sinopsis en castellano:
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