Valoración: 8
Pasa siempre lo mismo cuando te dicen que algo es genial, fantástico, sublime, maravilloso,... que por h o por b luego, cuando lo descubres por ti mismo, no te resulta tan fabuloso ¿No les ha pasado? Me ha ocurrido recientemente con "El discurso del rey", película que fui a ver al cine acompañado (por primera vez en mucho tiempo) por mi madre. Parto de la base de que las películas que suele escoger ella y las que escojo yo distan mucho de parecerse.
La película viene precedida de las mejores críticas posibles a todos los niveles, y se le ha colgado la etiqueta de película del año. Veremos qué pasa en los Oscars con ella, pero tiene muchas papeletas. Yo tengo claras qué cosas no me convencieron: un ritmo algo lento en los compases iniciales en los que se presenta la historia; problemas de difusión de la información vertida sin poder profundizar mucho en ella, y jugándose el tipo entre rememorar pasajes de la historia de inglaterra, o adentrarse en las emociones de los personajes, que hacen que por momentos tengas la sensación de que el director no será quien de resolver los obstáculos a los que él mismo se somete; y la sensación de que si la moraleja se centra únicamente en los conceptos de diferencia de clases, amistad entre personas de diferentes estatus, superación personal, y vida monacal,... bien podrían haberle dado otra velocidad a la cinta. Los guiños cómicos de la película -muy ingleses- le restan sobriedad a la cinta, y esta por momentos cabalga entre algo serio y algo más vulgar, que si bien cala en el espectador medio, a posteriori creo que reduce la trascendencia de la obra.
Jorge VI, brillantemente interpretado por Colin Firth (El paciente inglés, El diario de Bridget Jones, Love Actually, Mamma Mia!), queda retratado como un personaje opaco, débil, poco comunicativo, y de bajo carisma, al lado de personajes históricos que aparecen de refilon, como Chamberlain o Churchill. Cuando se trata temas históricos, es habitual humanizar a unos personajes, que la mayoría de nosotros conocemos por los libros y que tenemos excesivamente idealizados. Así, el papel interpretado por Guy Pierce, que encarna a Eduardo VIII, queda representado como un joven vividor, hedonista, e irresponsable, manipulado por las mujeres. Resulta un poco grandilocuente, pensar que una persona que se sometía al escarnio público cada vez que daba un discurso porque sufría una tartamudez aguda, consiga valentonar y unir a un país, por el mero hecho de emitir un mensaje a la ciudadanía, habiendo superado sus dificultades con el habla, en el momento en el que Inglaterra y Alemania entraron en combate durante la II Guerra Mundial. Y al fin y al cabo, ese es el momento apoteósico de la cinta.
El rey tartamudo y el logopeda, amigo fiel, de clase baja, que tutea al monarca y que trivializa todo lo relativo a la corte y a las costumbre palaciegas, algo por otra parte un tanto manido en muchas otras cintas. Pero no le quitemos a la película su verdadera cualidad; la narración de toda la trama, el guión que contiene unos buenos diálogos, y una interpretación brillante tanto por parte de Colin Firth (que estuvo nominado -no ganó- al Oscar en 2009 por "Un hombre soltero"), como de Geoffrey Rush, que hace un grandioso papel secundario. Helena Bonham Carter, que siempre está bien, y que esta vez (mejor dicho, nuevamente) sale poco reconocible, en un papel más "dulce" de los que nos tiene acostumbrados, completa el tridente de lujo de esta película, que ha puesto el cine británico de nuevo en lo más alto. Su director, Tom Hooper, poco reconocido fuera de las islas británicas, ha llevado a cabo una obra fabulosa, muy bien organizada, divertida, emotiva, luminosa. Una mezcla de película histórica, drama, y comedia. Originalmente se concebió como una obra de teatro.
Aquí en España Jordi Brau, realiza la obra de doblaje del personaje principal, una labor muy compleja y muy lograda sin duda. Para los que dominen idiomas, sería altamente recomendable oír la versión original, porque una de las particularidades del film es precisamente los problemas del habla del protagonista, y para el actor, uno de los mayores retos a la hora de encarar su interpretación.
Una exquisita película, que cuida hasta el más mínimo detalle, muy academicista en su elaboración, y que apunta a llevarse las mejores calificaciones esta temporada. Instructiva, educativa y humana a partes iguales, y que deja a crítica y público por fin en el mismo bando.
Sinopsis de la película:
1 comentarios:
Gracias por la información. Una película más para la agenda del fin de semana. Animo!!!
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