Valoración: 7'5
Todo lo que rodea a esta película suena a épico. Por un lado viene firmada por uno de los mejores actores de todos los tiempos, que un día, ya mayor, se puso detrás de la cámara y demostró que podía ser un director también inolvidable, el señor Clint Eastwood, un titán del cine, que en esta ocasión puede desilusionar a algunos, si se esperan que todas sus películas sean cinco estrellas, y es que para que una nos parezca la mejor, tiene que haber al menos otra que nos guste un poco menos.
Atreverse con un tema social siempre me parece loable, porque deja de lado el mero entretenimiento para tratar de abrir la mente del espectador y en este caso recordarnos un hecho histórico, altamente complicado de desarrollar en una película, aunque dure dos horas y un cuarto, y es que abordar el racismo acaecido en Sudáfrica, y tratar de hacer una película sobre Nelson Mandela, es una tarea sumamente complicada, de ahí, que desistiesen de basarse en el libro "Un largo camino a la libertad", que escribió el propio Mandela, y optasen por centrar la historia en narrar la épica final del campeonato del mundo de Rugby de 1995 que se celebró en el país africano y de la que resultó vencedor un país hasta la fecha dividido por el apartheid, y que vio cómo el deporte lograba unir a personas de razas e ideologías bien distintas. Se valieron del libro de John Carling "Playing the enemy: Nelson Mandela and the game that made a nation", que tuvo una buena acogida entre los lectores.
En este tipo de película siempre juega un papel fundamental el actor protagonista que trata de reencarnar y semejarse en la medida de lo posible al personaje real que todos conocemos y hemos visto cientos de veces. Igual que en la película "The queen", Helen Mirren logró una personalización sublime de la reina de inglaterra, en esta ocasión Morgan Freeman lo borda, y en todo momento crees que es el propio Mandela o "Madiba", como se le conoce popularmente, el que la protagoniza. Freeman recibió el mayor halago que cabía esperar al saber que Mandela dijo que él era el único actor capaz de encarnar su figura con autenticidad, pues lo conoce y son buenos amigos, algo que sin duda ayudó a dar más credibilidad aún a la interpretación.
Muy bien Morgan Freeman, que desde luego es un actorazo, aunque en este film esté un poco atado al corsé propio de protagonizar a un personaje público vivo, y tremendamente conocido, lo que le impide otro tipo de actuación interpretativa. Bien también el consorte de Freeman en el film, Matt Damon, un actor que es capaz de todo y con un talento fuera de toda duda, que cada vez que coge un proyecto es capaz de introducirse en el traje que le asignen sin ningún inconveniente, y muy capaz de variar de registros con suma facilidad, algo que no se suele ver muy a menudo, y de lo que cogean algunos de los grandes de Holywood. Matt Damon interpreta a Francois Peinaar, capitán de la selección de Rugby Sudafricana. Quizás en esta película no tiene cabida demasiada maestría interpretativa y es quizás por culpa del propio guión y de la propia historia y no tanto de su trabajo personal.
Si la película no llega a más, es quizás por la trama en sí. A quien no le guste el rugby tendrá que asumir que la película gira en torno a ello. Por otra parte hay que reconocer que el desentramado de la historia, impone ciertos diálogos un tanto forzados, y todo resulta muy predecible. Trata con poco éxito Eastwood de dotar algunos momentos de la película de esa espectacularidad propia del cine americano, pero queda raro, se te hace un poco extraño y quizás sería más profunda si prescindiese de esos momentos de espectacularidad deportiva, y ahondase más en las calles del país y en el odio y rencor de sus gentes. También sobran algunos momentos en los que se trata a Mandela como una deidad y se le expone como un ser rodeado de un halo de divinidad, que no necesita pues la historia ya ha demostrado la bondad, sensibilidad, y solidaridad de esta gran persona y ser humano que es.
El trabajo que tenía Eastwood entre manos era realmente complicado y considero que ha realizado una buena película que se sabe acompañar por una música motivadora, y que nos recuerda una historia sumamente interesante de la actualidad más reciente. Comercialmente tendrá una gran repercusión, y más teniendo en cuenta que este mismo año se celebra el mundial de fútbol en ese mismo país. Mezcla bien lo comercial con lo social, lo artístico con el entretenimiento.
Sinopsis en castellano:
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