Dennis Bergkamp
Eurosport -
miércoles 01 abril de 2009
El mago que no quería volar. Leyenda viva del Arsenal y de la selección holandesa, su elegancia y gran técnica hacen que su recuerdo no se borre de las memorias de los aficionados al buen fútbol.
Si les invito a pensar en un jugador del Arsenal, lo fácil es que me contesten Cesc Fábregas. La influencia del magnífico centrocampista español en los 'gunners' es incuestionable. Sin embargo, no está de más echar la vista hacia el pasado y recordar a uno de los jugadores más importantes que han vestido la camiseta del cuadro londinense.
Remontémonos mucho más atrás. 10 de mayo de 1969, el pequeño Dennis Nicolás Maria Bergkamp nace en el seno de una familia católica al oeste de Amsterdam. Su infancia queda marcada por su enorme timidez, siendo el más pequeño e introvertido de sus cuatro hermanos.
La estrella holandesa heredó su nombre del futbolista del Manchester United Denis Low, ídolo de una familia fanática de los 'Red Devils'. Hasta tal punto llegaba esta afición que todos viajaban cada verano a Inglaterra para conocer más de cerca las costumbres de ese país.
La estrella holandesa heredó su nombre del futbolista del Manchester United Denis Low, ídolo de una familia fanática de los 'Red Devils'. Hasta tal punto llegaba esta afición que todos viajaban cada verano a Inglaterra para conocer más de cerca las costumbres de ese país.
Leyenda 'gunner', pasado 'spur'
Sin embargo, el hombre que le dio su nombre no era el ídolo de Dennis. El espejo en el que siempre se miró fue el 'Spur' Glenn Hoddle, caprichos del destino, estrella del eterno rival del Arsenal. Soy algo diferente a otros jugadores. Ellos te hablarán como fans de Pelé, Maradona o Cruyff, pero yo diré Glenn Hoddle. La gente suele creer que soy fan de los Spurs, pero eso no es cierto; soy fan de Glenn Hoddle.
A los doce años ingresaba en las categorías inferiores del Ajax, todo un sueño para cualquier joven de la capital holandesa. El fútbol le permitía liberar su timidez y se convertía en un ser extrovertido con el balón en sus pies; capaz de realizar controles inverosímiles y con una belleza plástica en sus acciones digna de los mejores jugadores de su país.
Bergkamp trabajó muy duro para llegar a la élite. Las cosas normales para los profesionales ahora, yo las hacía con 12 años. No tenía tiempo para salir. Si tenía partido el sábado, me quedaba en casa el viernes, no fumaba, no bebíaLos sábados por la noche y los domingos estudiaba, así podía entrenar dos o tres veces por semana.
Johan Cruyff le da la alternativa
Bergkamp fue avanzando en todas las categorías del cuadro 'ajacied' con solvencia, despuntando y ante la atenta mirada de los técnicos del club. El gran momento le llegó el 4 de diciembre de 1986, cuando otro mito del club holandés, Johan Cruyff le hace debutar con el primer equipo. Su primer rival, el Roda JC, meses antes de debutar a nivel europeo en un encuentro de Recopa frente al Malmoë.
Durante su estancia en el equipo de Ámsterdam, conquistaría una Recopa (1987), una Liga holandesa (1990), una Copa de la UEFA (1992) y una Copa de los Países Bajos (1993). A nivel personal, consiguió alzarse con el título de máximo goleador entre 1991 y 1993 y en 1992 y 1993 fue el jugador del año en su país. 122 goles recuerdan su estancia en el equipo de sus amores. El colofón de su estancia en su país lo consiguió al ser nombrado Balón de Plata en 1993.
Su peor momento: Italia
El gran momento del holandés no pasó desapercibido en Italia. Sus tres goles en el Mundial de EE. UU hicieron que el Inter de Milán lo fichase y acudiese al país transalpino junto a su compañero en el Ajax, Wim Jonk. Lo que parecía una gran oportunidad para la consolidación de su calidad a nivel europeo pronto se convirtió en pesadilla.
Bergkamp sólo anotó once goles con el cuadro 'neroazzurro' en los cincuenta partidos que disputó. Ahí murió su periplo transalpino; no quiso sacarse la espina y decidió hacer realidad el sueño de su familia, jugando en la Premier League. El Arsenal realizaba su mayor inversión con 7,5 millones de libras, ante la mofa del máximo mandatario de Massimo Moratti: El Arsenal deberá sentirse afortunado si Bergkamp marca diez goles esta temporada. Dennis le cerró la boca con 16 dianas.
Hola a las islas, adiós al avión
Al margen de lo deportivo, Dennis Bergkamp siempre será recordado como el jugador que no viajaba en avión. Mucha gente justificaba su decisión por miedo, pero no era así. Mucha gente piensa que nunca he volado, pero no es verdad. Había volado antes y de repente decidí no hacerlo más. No pasó nada para que tomase esa decisión. Me dí cuenta de que volar afectaba a mi juego. En los días anteriores al partido me preocupaba por el vuelo y durante el encuentro, estaba preocupado pensando en el vuelo de vuelta. Eso no era bueno para el equipo.
Lo cierto es que desde que decidiese no volver a coger un avión, Bergkamp comenzó a desplegar el mejor fútbol de su carrera. Llegó al Arsenal con 26 años. Quise ir a Inglaterra tan pronto como escuché el nombre del Arsenal. Pensé en Londres, pensé en el club, un exitoso club.
Su temporada 1997/98 fue sencillamente maravillosa. Arsene Wegner, ya en el banquillo londinense, se rindió al holandés: Marca goles desde fuera del área como los centrocampistas y necesita muy pocos toques para marcar. Algunas veces sólo uno, cuando otros necesitan dos o tres. Está en la cima de su carrera y no creo que haya nadie mejor en el mundo. El Arsenal había ganado el doblete -Premier League y FA Cup- y los jugadores de la liga le nombraron como el mejor jugador.
Gol magistral frente a Argentina
Durante el verano, Bergkamp jugaba el Mundial de Francia. Ahí encontró uno de sus momentos más recordados justo antes del pitido final de los cuartos de final ante Argentina. Con empate en el electrónico, recibió un gran pase de Frank de Boer con un control sublime, su recorte dejó al gran Ayala en el suelo y superó a Roa con un remate inexpugnable. Vitamina pura para las retinas de los aficionados.
De vuelta con los 'gunners' su palmarés se completó con dos Premier League y cuatro Copas inglesas más y otras cuatro Supercopas.
Su peso en el equipo a nivel deportivo fue descendiendo a la par que desaparecía su chispa. Faltaba culminar su carrera con un gran título europeo. La temporada 2005/06, última de Bergkamp en activo le daba la posibilidad de alzarse con la Copa de Europa. Sin embargo, el Barcelona de Rijkaard, Ronaldinho y compañía se cruzaba en la final y remontaba el gol de Campbell ante sólo diez jugadores.
No había sido un año fácil. Las lesiones y la inevitable cuesta abajo en su juego le habían convertido en carne de banquillo. Para una estrella del calibre de Bergkamp aquello no era sencillo, pero el holandés no se vino abajo. Apoyó como el que más y se convirtió en artífice del buen ambiente de un vestuario con grandes jugadores como Henry, Van Persie, Cesc o Ljungberg.
Ni la derrota en la final de Champions, ni su final poco exitoso emborronaron su figura. Bergkamp era despedido de Highbury ante los gritos de los aficionados que le suplicaban One more year! pero la suerte estaba echada y el holandés decidió colgar las botas.
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