Natalia se come el mundo con sus ojos. Tiene unos ojos bien profundos, y una sonrisa que embauca. Natalia en invierno usa jerseys enormes, y se cubre con ellos y se esconde, pero yo no puedo dejar de mirarla. Si te sonríe sale el sol. La primera vez que la ví pensé que era increíblemente tierna, y acerté. Se empeña en pensar primero en los demás y luego en ella, y yo que no me lo creía, pero sí. Ella cree que es una afortunada por estar conmigo y no sabe que soy yo quien se siente un privilegiado. Me da paz, estabilidad, calma. Quiere un mundo mejor, y hace algo cada día para que así sea. Por eso dedica días enteros a cuidar niños de zonas desfavorecidas de este inmenso país, mientras sus padres no pueden hacerse cargo, y encima se siente mal, porque dice que los pequeños le ayudan más a ella que ella a ellos. Me hace pensar en el valor de los pequeños detalles, de los gestos cotidianos que muchas veces pasamos por encima, que no tenemos en consideración. Cuando nos besamos no recuerdo bien en qué puto punto del planeta me encuentro, y cuando abro los ojos me sorprendo a mí mismo al observar a mi alrededor y concienciarme de que sigo a miles de kilómetros de casa, en Buenos Aires.
Sentir que por muchas horas que pasen siguen siendo pocas, que de pronto tu cabeza no deja de crear planes que antes ni te planteabas y que ahora estás deseando hacer. Mensaje va, mensaje viene. El vocabulario se te hace pequeño, te faltan palabras, olvidas lo que se supone que tenías que hacer, te pones nervioso, lo quieres todo y lo quieres ya, y no se acaba, no se consume, más, dame más. Y ahora tu único miedo es a perderla, a que se termine, a que algo falle, pero estás tan feliz que aprietas el acelerador. Así que me levanto cada mañana con la satisfacción de tener cerca a una persona que me complementa, de quien quiero contagiarme, que me llena. Y si, se llama Natalia ¿Le han puesto nombre a mi destino?
Se hace de noche en Belgrano. Hay que tomarse un colectivo hasta Haedo, zona oeste. Vuelvo de madrugada. Es para mí como si fuesen las cinco de la tarde. Me arde el pecho. Tengo ganas de futuro. No hace falta que te pongas guapa, estás bien linda. Hoy es el primer día del resto de tu vida. ¡Bienvenida! Cuidado con lo que deseas porque puede cumplirse.
7 comentarios:
jajaja, lo del nombre si que va a tener que ser que el destino es un cachondo mental, jejeje
un abrazo a los dos
Yo creo que te nos has enamorado =))))))))
Termino de leerte con una sonrisa ASÍ DE GRANDOTA =)
¿¿¿qué te dije yo cuando hablamos la primera vez????
Seguro no lo recordás, pero te lo vaticiné, no soy bruja, he vivido =)
Gracias Adri!!
Es curioso, desde luego.
Algo místico.
***
No sé lo que me ha pasado Pato, pero algo de miedo sí que da. Bonito mientras dure, por supuesto. Soy un tipo escéptico cuando se trata de analizar la suerte que correré...
Hola Samuel:
Como fiel seguidora de tus palabras...cuando terminé de leer este texto lo primero que me salió fue:"¡¡Qué riquiño!!!".
Bueno me alegro de que estés así, disfrútalo porque cuando se sienten esas cosas es una suerte y hay que vivirlas día a día, aunque fijo que las horas del día no te llegan para estar con esa persona. Además,seguro que con ese estado de ánimo escribes grandes canciones, aprovéchalo,estaremos esperando para disfrutarlas.
Enhorabuena por encontrar a alguien especial que te acompañe.
Carpe Diem!
Un abrazo desde tu tierra, tu fan :)
Gracias Fan!
La verdad es que me siento feliz por los momentos que comparto con ella. Yo estoy bastante solo aquí, y tengo que tener cuidado con no agobiarla demasiado, ni presionarla. Las cosas tienen que surgir, que darse con naturalidad, es así como uno se siente cómodo y disfruta. Ojalá dure y continuemos conociéndonos y compartiendo.
Gracias por interesarte por mi.
Un abrazo!
El destino es caprichoso es el que baraja las cartas nosotros somos quien jugamos a veces aunque nos toque la misma carta quizás la suerte sea diferente un abrazo de rqr Santi
Ojalá que todo vaya bien Santi. Te agradezco mucho tu apoyo. Eres un amigo.
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