Xavi Hernández, el diccionario del pase
Quedan un par de horas para que el Camp Nou despida a Xavi “El pasador” Hernández.
Se va uno de los “tres bajitos”, el maestro de Terrassa, el cerebro del Barça y de la selección española, sus dos únicos equipos en una dilatada carrera de 17 años en la élite del fútbol.
Merecido homenaje el que le brindará la grada. Pocos como él han logrado poner de acuerdo a aficionados de uno y otro bando, porque sea cual sea el color de tu equipo, aquí y en todo el planeta fútbol, Xavi consigue el reconocimiento de unos y de otros por su enorme talento y su calidad no sólo como deportista sino también como persona, y eso cuentan quienes han tenido la suerte de compartir el terreno de juego con él, compañeros y rivales.
Xavi lo ha ganado todo, y posiblemente más que nadie, y uno lo ve y sigue viendo a la misma persona que llegó al primer equipo de la mano de Louis Van Gal, allá por el año 98. Por el camino se hizo sabio y repartió clases maestras de estrategia con el balón, y sin él, porque ahí radica una de sus mayores cualidades; ser capaz de mover a todo un equipo en apenas un par de movimientos. La extensión de un entrenador vestido de corto y sobre el césped. El compañero que uno siempre quiere tener a su lado y al que estás deseando entregarle el balón, sabiendo que hará lo mejor que se pueda hacer con él en ese mismo momento. Domina los tiempos del partido y decide a su antojo si toca prender la llama o mantenerse en calma.
Xavi no ha necesitado nunca salir en la portada ni ser el centro de atención, su agente ha tenido poco trabajo en casi dos décadas como profesional, porque es una persona de club, que ha demostrado que siempre ha ponderado el equipo por encima de su protagonismo o sus intereses particulares. Eso le honra.
Ha hecho mejores a todas las estrellas que han pasado por el Barça en estos años; a todos. Gracias a su forma de entender el fútbol –que bautizaron como el “tiki-taka”- cualquiera que jugaba a su lado parecía mejor jugador porque optimizaba los recursos de unos y de otros. Junto a Messi y a Iniesta, han escrito con letras de oro las mejores páginas del fútbol español de la historia, ganando lo que nunca se pensaba que se podría ganar; absolutamente todo. Xavi ha sido el emblema del F.C. Barcelona de principios de siglo, ese del Pep Team de Guardiola que protagonizó gesta tras gesta alcanzando los seis títulos posibles en el 2009, cosa nunca antes vista.
Ha cambiado la forma de ver el deporte rey, porque él no ha estado casado con el gol como los grandes nombres de la historia del balompié. Lo suyo ha sido el pase, el equilibrio, la técnica y la táctica. Buen tirador de faltas, y dibujante a tiralíneas de entregas imposibles, esas que ni imaginaron los rivales (o creyeron inalcanzables), y que sus compañeros seguían con fe ciega, sabiendo que aunque pareciese poco probable, saliendo de las botas del genio, ese balón llegaría, así que la propia cámara de televisión se perdía a veces la imagen de lo que acababa de inventar el Sr. Hernández, alguien poco estrafalario en su imagen, chico del montón, que no da que hablar, que no genera polémicas, que no se enzarza en enfrentamientos con los rivales, y que se mantiene humilde e íntegro ante los halagos y los premios. Un ejemplo. Un caballero.
Y hablando de premios ¿No sería posible, admirable, y justo, sobre todo justo, que en el supuesto caso de que se despida dentro de quince días del Barça habiendo ganado la liga, la copa del rey, y la Copa de Europa (me niego a ponerle un nombre inglés), le otorguen este año, el más que merecido Balón de Oro al mejor jugador del mundo? Y sé que me dirán que Messi está primero, y lo está, porque ni siquiera Xavi ha visto algo semejante sobre la faz de la tierra, pero… estoy seguro de que el propio Messi votaría por Xavier Hernández, que no ha necesitado ni siquiera un nombre llamativo, diferente, o exótico, para hacer historia.
Ha logrado que en cualquier lugar del mundo, cuando uno dice el nombre de Xavi, cualquiera te conteste al momento: ¡Qué bueno es! ¡Es un genio! Como si no existiese otra persona con ese nombre, otro Xavi, y no, como este, no lo hay y creo que tardaremos en ver algo semejante.
Mis mejores deseos para ti, capitán.
Firmado; Samuel Leví
Les dejo una infografía con algunos de los premios conquistados por el eterno 6 del Barça. No olviden que fue uno de los capitanes de la selección española que ganó la Copa del Mundo en 2010 y los Europeos de 2008 y 2012. Ver para creer.
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