Valoración: 6'5
Dentro del festival que os comentaba el otro día, al que tuve el placer de asistir aquí en Buenos Aires, Madrid Cine 2012, pude ver esta película que ahora os presento. El título "No habrá paz para los malvados" -un tanto grandilocuente, y extraído de un pasaje bíblico- hace honor a las altas aspiraciones de la cinta. Luego de verla nos preguntamos ¿Qué pretendía el director? A juzgar por algunas de las propuestas que tira durante los poco más de cien minutos de metraje, da la impresión de que buscaba realizar una mastodóntica obra de acción, con trama policial, y creación de un antihéroe encarnado por José Coronado, castizo y cañí a más no poder, de la que está realmente lejos de alcanzar, y mucho menos de poder consolidar tal empeño, ya que el guión hace aguas a cada rato, en lo que parece un mal día de un pistolero que no acierta ni a la de tres con el plato. La película juega peligrosamente a ser una parodia de sí misma, y cuando te atreves a creértela ella misma se encarga en la siguiente escena de dejarte en ridículo.

¿Cine de autor? Quizás el principio. Si, no nos engañemos, el principio de la película, aunque nos recuerda a muchas cosas ya vista con anterioridad, sorprenden en nuestro país, poco acostumbrado a la novela negra. Bien rodado, agresivo, visceral, te atrapa. ¿Qué vendrá ahora? Pues una inconexa carrera hacia un acaba esto como puedas, no sin antes sugerir sin concretar una disparidad enorme de posibles tramas. No se queda con ninguna y quiere tenerlas todas, y al final pasa lo que suele pasar en estos casos, que nos encadenamos a un "de dónde no hay, no se puede sacar".
Nos presenta a un hombre aparentemente atormentado (nunca llegamos a tener ni la más remota idea de por qué), que lleva muy mala vida, que ha sido respetado y admirado, y ha terminado hundiéndose a si mismo, en una interpretación brillante de José Coronado, que no obstante, cae en demasiados arquetipos del macho ibérico, en este caso, violento, sucio, borracho, insultante, al que todo le da lo mismo, al que nadie puede controlar, etc. Luego de esos veinte minutos iniciales, aparecen conspiraciones internacionales, cárteles colombianos de drogas, terroristas islámicos, referencias al 11-M, y en el delirium tremens de la cinta, quieren hacernos creer que van a volar por los aires un centro comercial. Si detuviesen la imagen ahí, y preguntasen al público qué va a pasar, el 100% del respetable diría: "nada". Y acertaría. Por falta de presupuesto y porque le queda grande. Las madres suelen decir aquello de "no intentes hacer más de lo que puedas abarcar"... o algo parecido, y es muy aplicable a este tipo de cine.
La crítica especializada -no yo- pareció recibir muy bien esta obra, es más, fíjense la importancia de los premios que antes cité y que recibió en nuestro país, sin embargo, el público la valora poco. ¿Curioso? Es raro que diga esto, pero en este caso, me pongo del lado del público, que sin ser entendidos en la materia, no acaban de tragar con la historia. Que conste que la imagen, la fotografía, la puesta en escena, la música,... pasan bastante apuros durante muchos tramos de la película, dejando de lado esos veinte minutos iniciales. No aprecié la calidad de montaje, edición, o producción en casi ningún momento, así que no sabría con qué quedarme. Y qué decir de las actuaciones... pues en realidad, para mí, sólo hay una; la de él. José Coronado. El resto, todos actores secundarios (Rodolfo Sancho, Pedro María Sanchez, y Nadia Casado), tienen papeles en ocasiones incompletos, mal desarrollados, y en los que los actores hacen bastante en no quedar mal retratados. La historia exigía quizás que apareciesen determinados sujetos y los ponen casi por compromiso. Deslucen. Principalmente jocoso es la inexplicable situación en la que posicionan a la actriz Helena Miquel, que de veras tiene momentos carentes por completo de profundidad. La escena en la que habla de su hija -que pareciera el principio del desarrollo de la vida personal del personaje- se corta sin más y jamás se vuelve a saber nada. El director parecía muy preocupado por intentar salvar el guión, y dejó para mejor ocasión el decir algo, lo que sea, de cualquier personaje, mostrando a un José Coronado, absolutamente sólo ante toda la trama, y a éste tampoco lo desarrolla en exceso, quedándose sólo en una imagen, unas poses, y algunos clichés.
Al principio muestra una atmósfera oscura, con imágenes nocturnas, con una ambientación lúgubre, algo tétrica, y sin duda misteriosa. Lo hace interesante. Nos crea curiosidad. Quieres explicaciones acerca del personaje. Te apetece entenderlo, y estás a la espera de si juzgarlo culpable o absolverlo. Ese pulso entre la película y tú por ver si realmente aguantas toda la historia a su lado. Pero luego ya no tiene más sentido. Está bueno mantener el misterio, la incógnita, el interés,... pero llegado a un punto, más pronto que tarde tienes que contar algo. Como esos anuncios que no te dicen nada, pasa unas semanas y sacan otro donde explican de qué iba. Sí, eso funciona. Genera interés, pero en la película, te imaginas al director/guionista Enrique Urbizu, y al guionista Michel Gaztambide, mirándose uno al otro con cara de incrédulos, y levantando los hombros, sin encontrar formas de dotar de respuestas a las preguntas generadas por los espectadores. Y ahí, fracasan.
No sé si la falta de presupuesto, o el exceso de ambición, pero lo cierto es que uno no entiende qué le han querido vender. Ni rastro de moraleja o lectura final "¿Cómo te quedas?" - ¡Parvo! - Que diríamos en Galicia. Restricción en los aplausos al final de la cinta que se presentaba en Buenos Aires. La gente se apresuró a sacar boletos para otras cintas de las que se pasaban en estos días de ciclo español en la capital porteña, y poco o nada que comentar sobre esta obra, que jugó la baza de la violencia y la acción, pero sin explicación ni sentido alguno.
La película no te atrapará por sus diálogos, eso seguro; apenas hay y son huecos y superfluos. Tampoco por sus grandes escenas de acción, pero quizás sí por esa ambientación, por ese halo de misterio, esa capacidad para acoplarse al buen thriller clásico creando un personaje crudo, y por alguna escena de tensión.
Coronado siempre me ha caído bien. Creo que los que hemos visto obras suyas, lo seguimos de algún modo, nos alegramos de haberle visto en este papel, y de los premios que le están dando por ello. Desde luego, creo que ha hecho una gran interpretación, pero a veces, precisamente el hecho de saber que ha sido tan valorado, hace que juzgues la obra mucho más críticamente. Pasa en el fútbol con los fichajes caros... cuanto más caro, más se le exige. En cine pasa con los premios. Ahora bien, de toda la obra, sin duda, me quedo con el actor, para mí, lo mejor de este trabajo.
Urbizu sin embargo no me convence. Tenía un gran personaje diseñado, y quiso cargarle a las espaldas una historia relacionada con el terrorismo internacional, y una crítica a la inoperancia de la justicia y en cierto modo de los organismos estatales de protección del ciudadano, como la policía, y creo que está francamente mal desarrollada su crítica. Lo expone todo de una manera tan superflua, que le quita el dramatismo y la sobriedad que se supone que pretende darle, y en ningún momento te lleva a plantearte seriamente nada, más bien todo lo contrario.
No sé qué pensar. Ni siquiera es una de esas películas en las que eches mano de una segunda visualización, porque como digo, buena parte de la cinta se la pasan en una investigación en la que unos y otros mantienen siempre la misma distancia entre sí, es decir, que no sientes que se genere ni el más mínimo punto álgido. Sabes que terminará, y sólo temes que llegue el final y todo acabe estampándose contra un muro. Y llega el final y piensas que hay un conjunto deshilachado de ideas más o menos interesantes, entremezcladas y aturulladas en cien minutos, de los que puedes rescatar veinte para hacer un soberbio cortometraje.
A mí no me convenció. No les digo más.
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Críticas aparecidas en otros medios:
"La creíble y magnética negrura de Urbizu. (...) posee un arte apabullante para contarte una intriga complicada (...) La presencia y la economía gestual de Coronado impresionan"
(Carlos Boyero: Diario El País)
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"Pocas veces un actor da muestras de un mimetismo con su personaje tan salvaje. (...) Un artificio de espejos tan brutal como sabio. (...) su trabajo [de Urbizu] más acabado, menos manierista. Directamente directo."
(Luis Martínez: Diario El Mundo)
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"Un arranque espectacular (...) Urbizu demuestra que a veces recurrir a los géneros más clásicos suele dar los mejores resultados"
(Nuria Vidal: Fotogramas)
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"Un 'thriller' que nos obliga a seguir a su protagonista (...) un enorme Coronado, grandísimo (...)
(Irene Crespo: Cinemanía)
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"Urbizu conserva su extraordinario sentido del ritmo (...) y hay ramalazos de thriller de autor. Pero ni siquiera esos planos finales, demoledores, llegan a hacernos olvidar que hemos bajado la guardia durante buena parte de la trama"
(Pere Vall: Fotogramas)
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"Una vigorosa muestra de cine negro contenido y contundente como pocas se ven en el panorama español" (Eulàlia Iglesias: Diario Público)
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"No es para tanto (...) Es de una resultona pirotecnia. Superficialmente brillante, pero sin verdadera carne dramática"
(Salvador Llopart: Diario La Vanguardia)
Sinopsis:
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