Camilo, el Che, y Fidel
Gracias a que no puedo quedarme nunca quieto y a que soy muy poco de esperar a que las cosas lleguen, en la última semana no he dejado de tener planes. Estoy como muy metido en una y otra cosa y así me siento ocupado, lo cual se agradece mucho aquí, porque de lo contrario pueden pasar días y días convirtiéndote sin quererlo en un sumiso actor secundaio del “Show de Truman”. Así pues, sin una planificación escrita, y dejándome llevar por mis impulsos, aquellos que con quince años tanto me atormentaban y de los cuales en mi época del Apóstol, tanto se esforzaron los mayores por apartar de mí, me llevan de aquí para allá sin rumbo pero con los ojos bien abiertos, como un niño que se ha perdido pero no le importa y observa esto y aquello otro sin ningún tipo de prejuicio.
Mis “asuntos” me han llevado a sitios muy dispares en la última semana, y como decía me dejo llevar porque gracias a ello voy conociendo mejor y mejor La Habana. Un ejemplo de ello es el día que me encontré con el Museo de la Revolución. Me parece que os tengo que decir que es de visita obligada cuando vengáis. Topé con él mientras caminaba por la Habana Vieja, que por cierto es un barrio, es decir, La Habana es una ciudad que se divide en barrios como lo son Vedado, Playa (ahí estoy yo), Marianao, Santa Fé,…y Habana Vieja es otro. No puedes ver un barrio entero en un día, recorrerlo por supuesto, pero disfrutarlo ni de coña.
La calle Obispo es una de las más conocidas. Es la mitad de estrecha que la calle de Príncipe en Vigo, y por supuesto mucho más pobre, pero tiene mil veces más encanto. Me refiero a que hay montones de personas, que te dificultan el paso, y tiendas a los lados, y esto último sorprende, ¡Vaya si sorprende! Ver tiendas es algo inusual en este país, y en esa calle hay muchas. Algunas de ellas de marcas conocidas por todos, pero las que menos. Hay cafés muy lindos y buenos restaurantes. Luego lo que también hay es un montón de edificios emblemáticos que cada uno tiene su aquel, pero que por razones obvias aún no he podido descubrir. Muchas cosas relacionadas con el arte; galerías y tiendas de pinturas, algún taller fotográfico, exposiciones de esculturas, música por los cuatro costados, y…el museo del chocolate. ¡Chocolate! ¡De verdad! ¡Oh, bwana! Mamá, el batido que me tomé era exactamente igual a los que me haces tú en casa. Ves cómo lo hacen in situ (dedico este término a mi amigo de más tiempo. ¡Israel 20 años no son nada! ). Tengo que volver con calma porque el día que fui, iba a un concierto y no llegaba a tiempo.
Por esas calles he deambulado solo y sin problema durante el mes y medio que llevo aquí. De día y de noche. Jamás ha pasado nada. Lo digo por el tema ese que siempre está presente del miedo a salir solo por la ciudad, que simpre se comenta entre los de la resi. Estoy empezando a lo que se diría “dominar el cotarro”. ¡Yo controlo! Empiezo a conocer los sitios y ha saber exáctamente dónde estoy. He pasado por muchas de las plazas de los catálogos. Así les llamo yo a esas que tantas veces vi en fotos, en reportajes, cuando se hablaba de La Habana, y que ahora tengo delante. Eso todo hace mucho más grande mi viaje; el concienciarme de que estoy viviendo mi sueño. La plaza de las armas, la plaza mayor, …y muchas otras de las que no recuerdo el nombre. El parque de la India, el parque Central, el bulevard de la calle Prado,… Sé que todo os sonará desconocido y que no os importará demasiado pero quería mostraros de algún modo la sensación que tengo de ir poco a poco desmenuzando el sitio en el que estoy, para conocerlo mejor, y para en breve, quererlo más.
Las plazas y los parques a los que me he estado refiriendo están todos en esa zona vieja, así que podéis presuponer que ni son muy grandes, ni muy boscosos, pero agrupan a cualquier hora a un buen grupo de personas, sí, y sobre todo parejas, aquí hay parejas en todos los malditos recunchos. El otro día me levanté y había una pareja en la cama de al lado…¡Nooo! Era mi compañero de habitación que estaba…¡Va, es broma! ¡¡Sabe que si se sube a alguna chica tendrá que compartirla!!
El museo de la revolución resultó ser un gran edificio independiente de otras edificaciones cercanas, y con una buena explanada cincundándolo, por consiguiente, no hay nada a su alrededor. No me habría acercado si no llega a ser porque en ese edificio, tan colonial, tan mejestuoso, que verdaderamente impresionaba, no hubiera habido en sus paredes alguna pintada (inédito en un país en el que no se pueden pegar carteles, aunque sí se pueden leer frases en las paredes de los muros) que rezaba algo así como “no se acerque”. ¿Por qué se molestan en decirme que no me acerque a la pared? Mi fantasiosa imaginación empezaba a pensar en que me dispararían si me aproximaba porque el edificio estaba tomado por algunos insurrectos que solicitaban dos litros de leche por persona en la cartilla de racionamiento, pero… no. Era el museo de la revolución.
Y ¿Por qué no? Pa dentro Samoler. Los extranjeros, esos que vienen a nuestra isla a admirar y banagloriar los éxitos cosechados por un pueblo luchador y valiente como el nuestro, el cubano, pagaban 5 convertibles (recordemos que 1 convertible son 0’90€ aprox.), es decir, unos 5€, pero yo, que soy residente, ¡Me encantan estas cosas, lo sabéis! Yo pagué… 4 pesos cubanos, por tanto, no llegó a los 0’20€. ¡Qué cara feliz debí poner! Cometí el error de pensar que aquello me quitaría poco tiempo y que no me reportaría nada concreto, pero como digo, fallé. Estuve como unas tres horas y media, y traté de ir con prisa, porque en mi parte final empezaba a estar mega rayado y cansadísimo. Hay más de 200 vitrinas y además de las fotos que en ellas se exponen y los objetos, así como ropas, armas, amuletos,… hay textos que te van resumiendo la historia de la revolución hasta la década de los noventa. Me sirvió para aprender bastante, de fechas nombres, acontecimientos, y agradecí mucho las señales de autocrítica que encontré hacia ciertas cosas que no se habían hecho bien. Pensé que el museo sería un mero artilugio publicitario a favor del sistema, y lo único que encontré fue un lugar en el que observar de primera mano, parte de la historia de un país que luchó por sus derechos, consiguió su libertad, estableció unos principios que el capitalismo no tiene en cuenta porque su chovinismo se lo impide, e hizo ante todo justicia social. Enriquecí enormemente mi admiración por Fidel Castro, del que he leído mucho descubriendo de él montón de cosas que no sabía. Quiero haceros el mayor resumen posible pero no es fácil así que allás va:
Fidel Castro era uno más de los estudiantes de la universidad de La Habana, cuando Batista dominaba Cuba. Batista era el presidente de Cuba porque los americanos así lo habían querido. Los estados unidos como todos sabemos ocuparon Cuba cuando nos echaron a nosotros, y aunque ha pasado un siglo desde aquello aquí no olvidan las penurias y el sometimiento que los españoles trajimos a los cubanos. Volviendo a Batista y a la década de los cuarenta en la isla, decir que la situación del país era terrible. Las desigualdades sociales enormes, la población nativa explotada y al servicio de los americanos que controlaban el capital con sus empresas privadas y que hacían y desacían sobre los cubanos sin que éstos pudiesen liberarse de tal opresión puesto que los candidatos políticos eran seleccionados por los comisionados americanos, que imponían su ley en el país. Basta decir que esto era una mera colonia española que pasó a ser americana, y que estaba condenada a vivir en manos ajenas, con ideas ajenas, con una cultura ajena, y siendo despóticamente avasallada. La insurrección se forjó desde abajo. ¿Pensáis que era un ejército preparado, con militares, armas y tácticas de guerra? Nada. Eran estudiantes, eran jóvenes, eran cubanos que querían ser libres y que querían a Cuba. Esto es un poco de chiste, pero por no faltarle al respeto no se lo diré a ningún cubano; ¿Sabéis cuántos trataron de asaltar los palacios en el mandato de Batista para liberar a Cuba del dominio americano? Unas 150 personas. No tenían nada. No sabían nada. Eran jóvenes como nosotros. ¿Qué hicieron? Comieron mierda. Iban con sus pistolas de mano. Es como si vamos Borja, Rafa y yo a tomar el congreso. Los cogieron. Algunos huyeron, a patas por supuesto. Otros murieron a balazos en el intento. Fidel colaboraba en la universidad en las juntas de estudiantes, era uno de los más activistas en el grupo de representantes de estudiantes, y fue elegido (votado) para representar la universidad, más tarde los comités que se formaron revolucionarios. Trataban de formar una oposición clandestina y él, no porque fuese el más duro, si no porque era el mejor (o así lo creyeron todos los que lo conocieron y lo vivieron con él) el que reunía las culidades necesarias para ser un buen representante, o líder, o jefe si le queréis llamar así, acabó con su culo en la cárcel. Allí se le juzgó, y de ese juício en el que se defendió a sí mismo, como buen abogado que es, salió una de las frases, que ha sido utilizada para un famoso libro aquí, y que dice “la historia me absolverá” y que creo que la dijo como respuesta a la pregunta de si se retractaba por lo que había intentado hacer. Pues bien, ganó. La historia le ha absuelto. Así es la historia de este país. Nosotros podemos juzgarle y pensar que está fatal lo que ha hecho, pero nosotros no tenemos ni puta idea de la historia de Cuba. Nosotros aún no hemos acabado de redimirnos de haber mandado tropas a Irak, porque todavía no hemos juzgado suficientemente al Partido Popular por las mentiras vertidas después de los atentados del 11M.
Para cuando se volvió a organizar, sobre 1952, el Ché, que comenzaba a ganarse la fama que actualmente tiene, de guerrillero liberador de los pueblos sometidos por pequeños grupos de poder colonizadores, estaba en Guatemala o Venezuela, no lo recuerdo, y allí le contaron la situación de Cuba, y le hablaron de Fidel. Él se fascinó tanto con Fidel y la causa cubana, que viajó a Cuba para unirse a la causa y tratar de ayudar. Camilo Cienfuegos, del que se dice era un tipo bromista y afable, con una pinta por cierto muy graciosa, y mucho carisma, era un tipo sin estudios que se unió a las guerrillas que se empezaron a formar, y que esta vez sí, comenzaban a armarse y a hacer “ensayos” en los bosques cubanos. Esta vez no fallaron. Uno de los grupos estaba encabezado por Fidel, otro por Camilo, otro por el Che, no sé si otro por Raúl Castro, que por lo visto es otra de las figuras de la Revolución, y no sé que gente más. Esos tres son los más conocidos. Vencieron. Liberaron a Cuba. Se la quedaron ellos, los cubanos. La década de los sesenta fue increíble para Cuba. Se hicieron todo tipo de leyes que convirtieron a Cuba en un país libre, con una población que por fin tenía salvaguardados sus derechos, y forjó unos principios de igualdad social y bienestar común, con los que estoy completamente de acuerdo. Las medidas tomadas fueron de manual. En cualquier idealización comunista está precisamente lo que se hizo en Cuba. Creo que lo hicieron genial y su gesta es inolvidable.
A la pregunta de cómo puede estar un líder cuarenta años en el gobierno se le contesta de forma rápida y sencilla. No puedes tratar de pensar que las cosas funcionan en este sistema igual que en el tuyo. Ese aplomo tan español nos lleva a cometer muchos errores. Aquí no hay presidente de gobierno, ni partidos políticos. Fidel Castro es el Jefe Mayor del ejército, puesto que, por lo que significa y representa, no dejará de ocupar hasta que se muera, no porque no le puedan suplir, si no porque quién va a representar mejor al ejército que el que ganó la batalla a los americanos expulsándolos del país, con los posteriores intentos de los EEUU por recuperar la isla, y la eficaz oposición cubana. Nadie. Aquí todo está hecho desde abajo, así que las leyes, las normas se crean desde los propios barrios. Hay un lema muy famoso que es: “cada barrio una revolución”. Yo no conozco todavía el código civil cubano, y es posible que no me lo lea porque me parece un exceso, pero sí prometo informarme, (por propio interés) de cómo funciona el sistema, más de lo que por ahora sé. De todos modos cierro este apartado con lo siguiente: Fidel, una vez establecido el régimen y siendo el líder encargado de dirigirlo, rechazó su cargo ante el presidente de la república, en 1962 (creo que el año es correcto), por considerar que no se le permitían hacer las reformas sociales necesarias para ayudar al país, y así salió de viaje. A su vuelta sus exigencias habían sido aprobadas con el tremendo apoyo popular que solicitaba su nombre para ocupar un cargo para el que ninguno otro parecía preparado. Así que la estupidez de que se impuso hay que tratar de borrarla de la cabeza, porque ante los únicos que se impuso fue ante los americanos, que vieron con Batista abandonaba la isla por la puerta de atrás sin más historia. Ni represalias ni polladas que os hayan podido meter en la cabeza. Lo que sí es verdad, y me encanta, es que todas las empresas norteamericanas, y foráneas fueron nacionalizadas y el estado se quedó con todo, para brindarlo a los cubanos, por eso ahora más que nunca; ¡Viva Cuba y Viva Camilo, el Che, y Fidel!
Salí del museo ensaltado, y quise coronarme como hacía Rupert en sus tiempos (para los desgraciados que no lo conocísteis el perro más resultón de todo Camelias, además de buen amigo mío, con el que compartí piso, madre y comida 9 años), a una piedra para gritar ¡Viva la Revolución! Pero mi habitual corrección me lo impidió. Lástima no fuese esa una de las veces en las que la pierdo.
Un poco inepto no di con la cattredal y por lo visto estuve al lado, ya que seguí algunos letreros que me la indicaban, y me perdí yendo a parar a un mercadillo callejero enorme del que tuve que salir con mi boina del Che en la cabeza. ¡Sí! ¡Jodidamente comercial! Pero yo que nunca me compro nada, quería tener una boina con la imagen del Che. Que sepáis que por el camino rechacé todo tipo de propuestas; puros habanos, cuadros, camisas, cerámicas, tambores, bongoes, bistutería, marroquinería, e incluso a una negra que quería que hiciésemos un trueque dándonos exactamente lo mismo, pero ya tenía bastante calor. Además, en mi mente sigues tú Bb, aunque tú no lo sepas, aunque tú no lo creas, aunque no deba.
Pues vale, vamos cerrando. Lo que quería decir es que me voy conociendo esto al dedillo y que lo disfruto mucho. Quiero comentaros una jugadilla: ¿Cuándo venís? ¿Quiénes venís? En serio ¡Os echo un montón de menos! La cara de mi Richomelo con su sonrisa de oreja a oreja y su “jijí, jijí, sisísisí” que sólo hace conmigo. Con ese cántico célebre de “Amigo andré, amigo andré, que bien lo paso cuando estoy con él” (para cantarlo ponerle la música de las galletas Marbú Dorada, mis preferidas) Si se lo cantáis en mi nombre, por favor aproximaros a su oreja, creo que le encanta. A mí siempre me dice: “¿Qué varas?” y se despide con un “talueguillo” que sinceramente pondría de politono en mi móvil con tal de oírlo más a menudo. Gracias por informarme de la liga; Samuel Eto’o y Dinho, Dinho, Ronaldinho, gracias por no fallarme. Me dicen que va a salir un nuevo juego de play; Celta European Club Soccer. ¡Ánimo, y aguanta y lucha!
Como os digo, me gustaría saber qué pasa con vosotros. Por cierto, se acabó recibir vuestras llamadas, resulta que no las pagáis. Os cuesta como una llamada normal que hagáis a vuestra casa. Soy yo el que paga los 2€ por minuto internacionales. Ni puedo hacer perdidas, y como ya os dije cuando las recibo no me dice de quien son, así que…mandemos mensajes. Como os dije os salen baratos y a mí también así que no os privéis con ese tema, porque es lo que nos queda. Y haber si os estiráis con los mensajes aquí, aunque me da que con todo lo que escribo no os queda tiempo para la respuesta. Ya os contaré porque tengo una idea de lo que voy a hacer con todo este material, y ya os la contaré. Sorpresa. Después de lo guapos que estuvieron los gestos de este año pasado, con la incorporación del Eneagrama…no os quejaréis.
Pues eso, que os decía que me gustaría tener más noticias vuestras, y sobre todo saber cómo están las opciones de que os vengáis. Mariajo gracias por todo. Tener ganas e intenciones es lo primero, y es mucho en tu caso, lo sé. Borja y Kaki, ya me habéis comentado, más o menos, ahora está que no falléis. No se nada de Roberto, y ya me dirijí a él en otras entregas ¿Qué pasa con el plumas? Alguien sabe algo de él. ¿Juega en el Leyendas? Si podéis contarme como funciona el equipo os lo agradezco porque como sabéis es mi equipo del alma, y por ahora y gracias a mi Luislove, sé que remontamos el primer partido y sumamos los tres primeros puntos. Barbie y Rafa, en calidad de personas que manejan, si no venís os mato. Os tengo preparados a vosotros los sitios donde por ahora no entro “para no gastar” pero que si os tengo aquí, maldita sea, no haré ninguna restricción, ¡Lo pasaremos teta!
Me despido, no sin antes comentar que ayer fui a la playa. Las tengo a tres minutos andando y como ya expliqué lo de las playas, entré en la asociación por 1 peso. La arena una mierda y el agua, imposible de bañarse sin chanclas, pero…yo toy preparado y hice el muerto durante una hora, viendo un cielo azul precioso, sin apenas nubes, y la infinidad, un horizonte que te hace pensar que no hay nada más que esta isla, y que este es el único lugar en el mundo, y el más bonito. La relajación con la que me siento no tiene precio. Gracias mamá.
Un beso a todos.
Samuel