Películas y niñas
Gente, lo de que no os escriba, no os llame, y no podáis saber nada de mí, de no ser por este diario (y aún así apenas puedo escribir en él) no tiene arreglo. Os lo pondré lo más fácil que pueda para los interesados. En Internet, ya os comenté que apenas puedo entrar. La casa de mi amigo donde iba, hace más de un mes que no funciona. No puedo responder a los e-mails, porque en la residencia apenas tenemos portátiles y son para sus dueños...los demás nos dedicamos a gorronear lo que se puede, pero no es mucho. Mi móvil estará desconectado por un tiempo. Lleva un mes inoperativo y estará así algún tiempo más, lo siento pero soy yo el que tiene que pagarlo, y no puedo. Hay una solución: la residencia tiene un teléfono que está en mi misma planta. Ahí me podéis llamar. Yo puedo efectuar sólo llamadas a cobro revertido pero tienen que ser a un teléfono fijo. Escribirme si alguno quiere que haga eso, yo por supuesto, encantado de hablar con vosotros. ¡Ahí va el número!
00 53 7 208 71 04
Además del intenso estudio al que me someto en los últimos tiempos, tengo muchas ganas de contaros lo que viene pasando en los últimos días de diciembre. Isra, tú lo sabes, cuando se logra un gran tanto es mejor pedir el cambio y salir por la puerta grande. Eso me ha pasado. André, ¿Cómo están las niñas? ¡Están de madre! Y yo estoy dispuesto a dejar el pabellón bien alto. Os cuento.
Inciso A: ¿Kaki, dónde estás? ¿Has repetido 2º? No hace falta que lo publiques aquí. Si tal cuéntamelo a mí sólo. ¿Qué tal te van las cosas? ¿Qué pasó con el carnet? Quiero saber cómo estás.
En las fiestas nocturnas que se organizan en “El Sauce”, el amago de discoteque que tenemos al lado de la residencia, uno conoce chicas y ahí conocí a Gisele. De las que le gustan a Rafa. ¡Síi, amigo! Ya tardaba en llegar una Mutombo. Metro ochenta de guajira de 16 tacos y más vueltas que toda la pandilla junta. Una niña guapa que se quedó en eso. No lo digo por mal. Simplemente todo acabó esa noche. La noche en la que me coroné en la beca, porque por supuesto, estaban todos los elementos de la resi, asistiendo sin perder detalle a todos mis movimientos, eso sí, no me coronaban como lo hacéis vosotros en Vannitas.
Ese sitio me empieza a dar suerte y a la vez me empieza a resultar un poco monótono. Siempre va la misma gente, y aunque mi querido Richo lo convertiría en un Delias más, yo no estoy por la labor, así que me cobré una especie de despedida del garito por un tiempo con Magela. Otra chica, muy simpática, y un poco ilusa, que trataba de hacerme bailar salsa. Ponerse a bailar delante de los cubanos es inútil y vergonzoso. Juegan en otra liga. Con la única con la que bailé, en espacios cortos (que son los que más me gustan) fue con Rosana, en lo que ya se conoce como “el jueves escénico”, un lugar de la facultad de artes escénicas, con unos focos de colores, un discreto pero efectivo equipo de sonido, y un espacio abierto y precioso en su estructura, con forma de media luna y coronada por un cielo cubierto de estrellas. Parece que desde esta isla se pudiesen ver absolutamente todas las estrellas. Brillan con más fuerza. Seguro que alimentan la fantasía de algunos de irse lo más lejos posible, aunque fuese hasta donde ellas se encuentran. Rosana, es una chica a la que había visto en un par de ocasiones y a la que vi mejor en mi primera y hasta ahora única fiesta escénica. Allí me solté un poco más y bailé acompañado por Alianny, una actriz que sale por la televisión a nivel nacional y que por tanto tiene unas más que prometedora carrera profesional. Conocida en toda la beca tiene muy buena relación conmigo. Es muy guapa. Y aquella noche decidimos ir juntos allí. Luego cometí el error de separarme de ella y dejarme llevar por Rosana, lo que a Ali no pareció sentarle muy bien. Ahora que ha pasado el tiempo, sigo manteniendo muy buena relación con Ali con la que quedo para hablar de vez en cuando, y de Rosana no os puedo decir nada porque apenas nos hemos encontrado una vez desde entonces y apenas nos llevamos.
Os cuento todo esto, porque en realidad ha sido en las últimas semanas cuando he estado más ocupado en estos temas. Sin ser algo buscado han ido surgiendo y han definido mi vida aquí. No quiero rehusar hablar de esto porque me parece algo natural y lógico, y es algo que también forma parte de la historia, omitirlo sería lastraros la historia real de mi vida aquí. Así que sí, últimamente esto está muy pero que muy movido. Me alegro de estar gastando mi juventud al máximo, de conocer tanta gente, de tener tantas experiencias, y de aprender siempre de todo lo que se me va presentando. Estar en La Habana significa mucho. Me encuentro muy bien situado. He visitado los sitios más importantes, me he presentado a todas las casas disqueras, a la mayor parte de los medios radiofónicos del país, he dialogado con alguna televisión, con los locales, y con varios artistas. Eso me hace sentirme muy bien posicionado, porque nunca es fácil llegar nuevo a un sitio. Sin embargo, ya tengo la sensación de formar parte de esto. Incluso cuando hablo con las personas, con las que siempre demuestro toda mi franqueza, para sacar lo mejor de Cuba, y para criticar aquello en LODE que se equivocan. Me he convertido en un defensor del sistema, de la cultura, y del país. ¡¡Amigos, amo Cuba!! No penséis que por ello, dejo de lado eso. Es más soy un español orgulloso, pero sí, mi sueño se ha cumplido y sé que no me equivocaba cuando hablaba de esto. ¡Ya ves Vero, al final me siento como en casa!
Daniuska, es una chica rubia de ojos azules y metro setenta, con un cuerpo precioso, y una dulzura tremenda. Huele a Coco Chanel y viste de tal modo, que consigue que sólo tengas ojos para ella. Sabía quién era porque algunos amigos de la beca, de quien me guardo los nombres, me habían dicho que estaba muy buena, y que si se liaban con ella, se casaban. Usaron frases de esas de: “si me lío con ella no vuelvo a liarme con ninguna más”. Yo sólo dije: “abran paso” ¡No, es broma! Yo me limité a ver y a callar que es como estoy más guapo. Me adelantó en un calle y cuando se cruzaba conmigo se hizo la fresca y me habló. No tardé en darle chuche, y acabamos en el XXVII Festival Internacional de Cine Latinoamericano. ¡No volveré a escribir este puto nombre en lo que reste de narración, así que de aquí en adelante le llamaremos “Festival”. Dura medio mes y tiene muchísima importancia. Es de la calaña del de Venecia, San Sebastián,...para nosotros. Aquí también vienen algunos actores, y directores, pero de muchísima menos envergadura, y sin los lujos y ostentosidades estúpidas de Hollywood. Aquí se preocupan más porque la gente vea al cine. Es decir; toda la ciudad está volcada en eso. Estos días es lo único que se hace. Hay montones de películas en cartel. Todos los cines de la ciudad dan varias al día. La película cuesta 0’10€. ¡Sí, así es! He visto Habana Blues por ese precio, y hace seis meses valía en España 7€. Todos son estrenos aquí en Cuba. De España hay unas cuantas y buenas. Lo mejor de todo es aprovechar para ver el cine que se hace en Latinoamérica. Pelis brasileñas, argentinas, chilenas,... Es cuando te das cuenta de lo libre que era cuando en Vigo o Madrid necesitaba un billete de diez euros para ver una película norteaméricana. ¡Qué sabemos del cine francés, italiano, o alemán! ¿Quiénes son los actores y directores importantes? Nos tragamos toda la mierda que nos venden los EUA. Sé que cuando hablo así, algunos estaréis pensando: “Oh no. A Samu ya le han comido la cabeza con esos rollos de rojos” ...pero no es cierto. Samu ya pensaba todo esto antes. Lo que ocurre es que algunas de las cosas que creía no son tan correctas, ni funcionan tan bien como esperaba, y otras funcionan mejor y demuestran que nuestro “éxito capitalista y globalizador” no es tan guay, y ni siquiera es mejor que esta supuesta puta mierda, en la que puedo ir a un cine donde caben más de mil personas, una sala preciosa y gigantesca, en la que no cabía más gente, para ver una peli, de esas que que se hacen por el mundo, para darme cuenta que antes apenas podía ir al cine, y ver pelis guapas. Vosotros sabéis que no lo pisaba. Nunca quería pagar para ver mierda. Ahora he mejorado. Comunismo +1 punto.
Daniuska resultó ser una chica encantadora. Definitivamente estoy disfrutando mucho del sexo en Cuba. Además no lo hago de una forma mezquina pagándole a nadie. El otro día hablamos de eso el Jinetano (como llamamos a un napolitano que lleva 5 de sus 28 años viviendo aquí) Venezuela (un gringo-venezolano que vive en California, y que es ingeniero industrial además de músico, aunque en lo segundo no es demasiado bueno) y yo. Ambos se sorprendían de que me negase a entrar en el juego de las jineteras, pero va contra mis principios y me resulta muy desagradable hacer eso, así que ni hablarlo.
Como Daniuska (siempre soñé con estar con una chica con un nombre así y la mitad de guapa) se iba a su provincia; Isla de Juventud, pues nos despedimos sin separarnos en un par de días, pero finalmente todo quedó en el aire. Me dio la posibilidad de ir con ella en las navidades, pero una confusión hizo que se llevase ella el papel donde teníamos todo anotado sobre cómo hacer para ir y llamarla. Después de ella todo cambió.
Ya nada volvió a ser lo mismo. Tomé una decisión. No fue algo pensado o tramado. Ha sido algo inevitable. Me gusta Sandra. No sé si os he hablado de ella antes. He decidido como diría Mariajo, “cortar el grifo”.
Inciso 2: Mariajo debe ser la encargada de explicaros el porqué de la frase y ahora que sale tu nombre aprovecho para decirte algunas cosas. Siempre me imaginé que la situación idílica del principio en la que conseguíamos hablar tres veces por semana y nos pasábamos media hora comentando todo, se acabaría. Lo sabía porque las comunicaciones están muy complicadas. Tienes que entender eso. No sabes lo que me gustaría poder llamarte, pero me es imposible. Como dice tu canción, “ni el tiempo ni la distancia”. Lo que tú ya sabes. Te siento muy presente y ese es mi consuelo. Nada en mí ha cambiado con respecto a ti. Simplemente, te quiero.
Inciso 3: Siento si soy muy pesado, pero tampoco quiero dejar de nombrar a Borja. Hermano, me harías bien por aquí cerca, pero al igual que en tu aventura veraniega yo te acompañé desde la lejanía, así tú lo haces desde donde quiera que estés. Algo más. Aquí hago amigos, conozco gente,...cuanta más conozco más grande eres para mí, porque más me demuestra la vida, lo increíble que eres. Sin mariconadas, eres lo más bello que hay.
A partir de ahora, trataremos el tema de las chicas únicamente desde esa perspectiva. Sandra es la persona con la que quiero estar y en parte con la que estoy empezando a mantener una relación que podríamos llamar seria. No se parece en nada al resto de gente que he conocido. Tiene una capacidad de entrega enorme. No se amilana ante nada. Como ya no es de extrañar, tiene un carácter fuerte. No es fácil acceder a ella. Introvertida. No se casa con nadie. Muy inteligente. Independiente. Está empezando a estudiar en la universidad, lo que sería Empresariales en España, aunque aquí no sirve lo de “si vales, vales”, porque tiene otro valor en la situación laboral del país muy distinto al nuestro. Trabaja en un restaurante pijo muy bonito de la Habana Vieja. Un día sí, un día no, desde las nueve de la mañana hasta las once o doce de la noche, eso sí, mucha parte del tiempo se la pasa sin tener trabajo, como es de entender, sino no habría ser humano que aguantase tal explotación. Vive muy lejos del centro, en Guanabacoa, que al cambio viene a ser cómo “la mandó a cuntis, a parla, o a Huelva”. Es una persona muy comedida, tranquila, y segura. Bueno, no os cuento más, ya la iréis conociendo.
Desde que nos conocimos deposité en ella muchas de mis esperanzas de encontrar a alguien con quien empatarme y a quien tomarme realmente en serio. En el mes que ha pasado desde entonces apenas hemos conseguido quedar un par de veces pero, el día 9 de diciembre nos besamos mientras pasábamos la noche en la calle esperando a la salida del sol, que se retrasó un buen rato y que nos tuvo despiertos y juntos hasta las ocho de la mañana, hora en la que cada uno se armó de ilusión por tratar de llegar desde Vedado, hasta Playa en mi caso, y Guanabacoa en el suyo. Por cierto, y para que os hagáis a la idea, su casa queda al otro lado de la bahía. Vendría a ser como ir de Vigo a Sanxenxo. Desde ese momento hasta ahora, me he encontrado con algo que siempre he deseado y que a todos nos atemoriza, nos anula, pero nos divierte y nos encandila; el amor hacia alguien. Me gusta y se lo he dicho.
Como veis todas las expectativas que se habían creado de que podrían pasar han ido sucediendo sin alevosía, así que se puede afirmar que no eran imaginaciones y fantasías, si no deseos y sueños que esperaban ser cumplidos. Tengo mi estilo de vida bien asentado aquí. Trato de gastar poco. De disfrutar y no privarme jamás de la comida, aunque he debido de adelgazar un kilo o dos. De abrirme a cualquier plan que pueda surgir y que sea interesante, de estar en la pomada, en pleno ambiente. De seguir estudiando y dándole a la música, sin olvidarme de mi archifamoso libro de geografía física al que ya le va quedando menos; a ver si este cuarto año de carrera apruebo esa asignatura de primer curso. Y así, nos va. Haciendo amigos y amigas, pasándola pelota, con una calidad de vida buena, a pesar de estar en un país según muchos “muy subdesarrollado”, y aunque me gustaría veros a todos, estar ahí con vosotros, y hablar de todo pa que me contéis que tal os van las cosas, pues reconozco que tengo la vida que siempre he soñado. Aquí es cuando vuelvo a darle las gracias a mi madre por todo.
Por cierto, que me han hecho una entrevista en Habana Radio y que este viernes me harán otra en un programa de la emisora Ciudad Habana, que se hace a la una de la madrugada y hasta las tres, y me entrevistarán durante una hora, radiando casi todo mi álbum entero. Mientras preparo los dos o tres temas que cantaré en el Teatro América, en un festival que se organizará el día 21 de diciembre, y al que he sido invitado. Sigo buscando conciertos y no voy mal encaminado, aunque aquí no es tan habitual que alguien actúe a menudo. Aunque no estoy muy preocupado por ello, ya analizaré con calma los resultados estadísticos de la venta del disco, y la recaudación económica del proyecto cuando se acabe mi aventura aquí. Tengo claro, que consiga lo que consiga aquí será adecuado para mí, ya no sólo por lo difícil que resulta, sino porque no me he exigido a mí mismo nada más que intentarlo, no desvanecer, mejorar todo lo que pueda, y seguir disfrutando mientras hago canciones y mientras las muestro al poco o mucho público que me venga a ver a los lugares donde cante. Así que ya os comentaré más adelante cómo fue el tema con el disco. Por ahora mis mayores expectativas están puestas en actuar en algunos de los sitios más importantes del país, con los que he empezado a hablar. Cuando tenga algo seguro os informo. Paso de crearos falsas esperanzas.
Saludos para todos y cada uno de vosotros.
Me acuerdo de quereros a cada paso que doy.
Gracias por seguir ahí.
Evolución y ética
Hace 1 día