Valoración = 7
Bienvenidos al mundo de Oliver Stone. El director americano, 3 veces galardonado con los premios Oscar, por su dirección en “Platoon” (1986 – quitándole el premio entre otras a mi venerada “The Mission”), y por “Nacido el 4 de julio” (1989), además de por la adaptación del guión de “Expreso de Medianoche” (1978), sigue haciendo buenas películas, muchas veces, -quizás como en esta ocasión- queriendo llegar más allá de dónde una película le permite, y en ocasiones pecando de exceso de ambición en sus trabajos. Ahora bien, le “re banco” que diría un argentino. Uno agradece que el director sea arriesgado, y atrevido, más aún si cuenta con un reparto de alto standing y medios suficientes para dotar de la espectacularidad necesaria su obra.
Quizás, su participación en la guerra de Vietnam, y el hecho de haber sido herido de bala en un par de ocasiones, ha dotado muchas de sus películas de una dosis alta de violencia, y también de un gusto por rodar a toda prisa, acelerando las imágenes, y creando la sensación de vértigo, de intensidad, con un ritmo por momentos frenético que apenas te deja pensar, te lleva, te dirige, y te posiciona justo donde él quiere, con una calidad fotográfica y de imagen dignas de destacar. Eso sucede en esta cinta; “Salvajes”.
Ese cine bélico que tan bien supo rodar, se manifiesta de algún modo en esta película. Le gusta rodar cintas y contar historias sobre temas de actualidad e historias basadas en hechos reales, algo que personalmente aprecio. Leyendo su biografía y repasando su filmografía uno se da cuenta que hace veinte años que no es nominado a un gran premio, algo que seguro pesa a un hombre que acumuló premios y nominaciones en la década de los ochenta. Su incursiones en temas políticos, y las controvertidas cintas sobre el líder cubano Fidel Castro, tituladas “Comandante” y “Looking for Fidel”, que recomiendo encarecidamente ver, han podido levantar suspicacias sobre él en los EUA, además de su film sobre George W. Bush, titulado “W”, que generó mucha controversia en su país.
Uno de los méritos que presenta en esta cinta de “Salvajes” es que parece que lo que hace es fácil, que la propuesta es sencilla, por lo bien montada y secuenciada que está. Tiene momentos realmente sorprendentes y llamativos, mezclados con otros que a mi juicio están muy estereotipados y que resultan muy sencillos de predecir para el espectador. La historia se resume brevemente en un thriller sobre el narcotráfico entre un cártel mexicano y unos jóvenes dealer californianos que ven peligrar su negocio y que se sienten amenazados y perseguidos. Película sobre mafiosos, sobre la violencia en el mundo de la droga, los juegos de intereses, y la compra-venta de favores. La ley del más fuerte, la sensación de que tu vida no vale nada, y que todo pende de un hilo, que puedes pasar de tenerlo todo a no tener nada en cualquier momento, y que estás jugando con fuego sólo por estar vivo y formar parte de un entramado oscuro del cual es muy complicado lograr salir. Me recuerda a “Traffic” (2001 – 4 Premios Oscar entre ellos uno a Steven Soderbergh, Oscar al mejor director), pero no llega a tener la profundidad de ésta, ni la carga informativa que presentó en su día una película en la que por cierto, tan bien participaba Benicio del Toro, tal y como sucede en “Salvajes”, y por la que se llevó el Oscar al mejor actor de reparto. ¿Querría optar al mismo premio por el mismo papel una década después? Aquella película fue un referente, algo que sin duda, no ha conseguido esta.
Merece especial atención la propuesta final, en la que se nos presentan dos finales alternativos, jugando un poco con el espectador, en un alarde cinematográfico muy interesante, y que te contonea quizás para permitirte seleccionar el que consideras tú más creíble, o el que realmente desearías que pasase. ¿Eres de los que les gusta que los planes terminen bien o quizás prefieres los finales crudos, salvajes?
El cartel lo componen Benicio del Toro, Blake Lively, John Travolta, Salma Hayek, Taylor Kistch, Aaron Taylor-Johnson. Como todo lo que rodea a Stone, un cartel lleno de figuras de renombre, pretencioso y sobrecargado, y no debe ser fácil dirigir algo así, pero todos están en su sitio, todo parece encajar, aunque personalmente creo que Benicio del Toro es el que se encuentra más cómodo en su situación, quizás, por lo que comentaba antes de que ha lidiado ya con papeles semejantes en el pasado.
Me quedo con el montaje, con los juegos de imagen que tan bien maneja el director americano. Y es que da gusto verlo. Enorme capacidad la suya para meter presión, para generar tensión. Un virtuoso.
Sinopsis en castellano:
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