Pumas, Nike, Adidas, y… chancletas de esparto
Si alguno venís a Cuba a verme y a conocer esto un poco más, venid de verdad. Venid con vuestra mente abierta, con la capacidad de absorción necesaria para entender y respetar otro mundo, otra forma de entender las cosas. No me gustaría que nadie que conozco se convierta en otro mediocre y rastrero turista, que aterriza en Cuba pasándole por encima. Llegan a la isla como jactándose de su situación de privilegio. Una situación basada únicamente en tu lugar de origen, en el sitio en el que por suerte o por desgracia naciste. Aquel que nació en un país con unas condiciones económicas más favorables que las cubanas, y que además nunca ha pasado las situaciones de penuria que muchos han vivido aquí, se pasea presuntuoso por los aledaños de su hotel, -en muchos de los cuales no pueden entrar los cubanitos-, como si fuese más que los demás, pero sin motivo aparente. Aunque uno haya conseguido grandes logros en la vida, no es bueno jactarse de ello ante los demás, ni banagloriarte delante del resto, más bien creo que hay que ser humilde y tratar de ayudar a otras personas. Si has conseguido cruzar el río no te quedes sonriente viendo cómo se ahoga el resto, préstales algo a lo que agarrarse.
Me dio por pensar que algunos turistas compran personas y cuando algo sulfurado (ya me conocéis) se lo espetaba a alguno de los que trabajaban en el hotel, me daban la razón instándome a que no me entristeciese por una situación “establecida”. Las leyes son normas que necesitan ser constantemente revisadas, no vaya a ser que se nos ocurra algo mejor. Sólo la derecha quiere que todo se quede como está, por pura conveniencia prefieren mantener la situación social heredada porque es la que permite que sigan llevando el estilo de vida que llevan.
Todo esto me sucedió, (¡Qué cosas tiene la vida!) cuando buscaba un lugar para hacer una fotocopia, bueno, en realidad un montón, porque necesito hojas pautadas y como no consigo un cuaderno, pues tendré que fotocopiarme todas las hojas que pueda para clases. Bien, lo de las fotocopias va a ser que no. ¡¡0’30 € la fotocopia en b/n!! Dentro de algunos hoteles de cuatro y cinco estrellas hay como galerías de centro comercial, en las que se pueden comprar todo tipo de cosas y en las que entre otras te puedes encontrar las marcas que cito en el título a un precio casi mayor que en España, con lo cual parece ridículo pensar que un español venga a un hotel y se compre unos tennis con los que cargará en su viaje de vuelta y que tiene al lado de casa por un precio menor, pero… así es. Por descontado decir que los cubanos no pueden ni soñar con comprar eso, al menos no la gran mayoría, pero…(ya es el segundo en poco tiempo) sí se lo pueden comprar los extranjeros para que se los queden los cubanos. Eso sería incluso bonito si no fuese por que no ves a un extranjero haciendo favores y actos de generosidad y desprendimiento hacia los cubanos de forma general, si no que lo hace con esa tremenda negra preciosa que le rinde homenaje cada noche y le hace sentirse la persona más increíble sobre la faz de la tierra, y ¡Oh pecador! No se te ocurra decirle nada a ese tío porque lo negará todo y lo justificará bajo una supuesta relación de amor, un amor que yo también tengo cuando alguien me da o me proporciona algo con lo que sueño, pero como decía Alejandro Sanz “dar solamente aquello que te sobra nunca fue compartir si no dar limosna”.
Me sentí más perdido que un hijo de puta el día del padre. Cuando platico con los cubanos que me encuentro me regalan una sonrisa cómplice y una inusitada mirada atenta, y finalmente parecen firmar en mi libro de causas perdidas. Eso me reconforta. Me hace sentirme más parte de este sitio que desde siempre sentí como propio. Eso sí, que nadie se preocupe, soy español y gallego.
Las clases van avanzando y yo progreso adecuadamente en ellas. Seguro que cuando termine el curso he aprendido mucho. Me aplico bastante al tema y me llevo muy bien con los profesores. Lo bueno del ambiente es que todo el mundo está todo el día tocando sin parar. Por cierto, no os lo había contado pero ¡Tengo mi primera canción escrita en Cuba! Se titula “No es fácil decir adiós”. ¡Sí! ¡Habéis dado en el clavo! Es romántica. Una balada de tiempos medios, muy Quique González, con quien por cierto me escribí unos sms antes de venir y me deseó suerte. Si lees esto Quique, ahora entiendo mejor lo que me decías sobre Cuba. Tranqui con el tema del estilo musical porque a mí la salsa… La canción se la he compuesto expresamente a Bibi. No quise forzar una antes de venirme porque me parecía poco natural, pero ahora sí está totalmente justificada porque me acuerdo mucho de ti, y porque no he podido evitarla ¡Ya ves!
'La Jornada', imprescindible y en primera persona
Hace 22 horas
1 comentarios:
sonrie
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