08.- La Teoría de la Invisibilidad (parte III de III)
Buenos Aires, 3 de febrero de 2012
Es una cuestión de actitud.
La búsqueda, el camino a la felicidad, perseguir tus sueños, llegar a tocarlos con los dedos, incluso que te acompañen de vez en cuando durante un buen rato, y por qué no, llegar a la meta en alguna ocasión para sentirte campeón por un día… hay que ponerle flow, onda, ilusión, y ganas, muchas muchas ganas. Es lo que hago cuando organizo una fecha, un concierto. En un concierto puede pasar de todo… lo que te encuentras es siempre sorprendente, pueden pasar años, puedo dejar atrás casi quince años de escenarios, más de trescientos conciertos, que siempre pasa algo. En enero tenía dos fechas en capital, dos fechas en Baires, un lujo, una suerte poder ir a dos salas como el No Avestruz y el Emergente Bar. La primera noche no se dio. Son cosas que pueden suceder; verano, el local vacío desde las ocho hasta las diez de la noche, calor insoportable en la calle, y poca promo. Un desconocido a miles de kilómetros de casa, y no cumplíamos el mínimo de gente para poder tocar, para que compensase pagarle a todos los que estábamos detrás de eso, ni para que fuese justo cobrarles a quienes hicieron el esfuerzo de venir, así que lo aplazamos (vamos a volver a tocar ahí como sea, y lo vamos a llenar, seréis testigos), pero no nos fuimos a casa. Fuimos a merodear por el barrio, con ganas de desenfundar guitarras y rocanrolear, de calcarnos un acústico lindo que acercase a alguna gente nueva allá dónde fuere. Pasamos hasta dar con un local llamado “La Oreja Negra” (he subido fotos de esto en un artículo de este mes de enero ’12 al blog) donde acababa de dar un concierto Nuria Ferrer, hija del músico Ibrahim Ferrer, y allí nos invitaron a ocupar el escenario, a Martín “Rock” Angulo y a mí, y aunque él casi muere –le dio un bajón de tensión mientras tocaba y se quedó tieso sin que nadie apenas se diese cuenta unos segundos pero luego siguió tocando como si tal cosa (justo en el tema “Una chica del futuro” – pensé que estaba en trance), nos entregamos a lo que más nos mueve. Y todo ello gracias a que nuestra fotógrafa de cabecera, Tuky Waingan, y su amigo Eusebio, nos animaron a seguir adelante y a no rendirnos… ellos junto a Gaby, Claudia Damerdjian, y algunas personas que también se habían acercado a nuestro “concierto oficial”. Luego (esto siempre te apena) me escribió alguna gente diciendo que habían llegado pero tarde… posiblemente con esa gente se podría haber sacado adelante la fecha, pero será mejor volver y salir con todo en un escenario y un local como el No Avestruz que bien lo merece.
En la otra fecha pasó eso del ruido, de que el equipo está medio estropeado, que la gente que acude, -mucha por cierto (centenar de personas casi)- va a ver al otro grupo, que no conoces a nadie, que nadie se sabe los temas… y cuesta más entrar en ambiente, pero le pusimos todo el amor del mundo y lo sacamos a flote sano y salvo. Fue concierto de hacer callo, de salir más enteros. Lo que no mata engorda, ya sabéis. Hay que seguir mejorando y consiguiendo puntos para poder comprar las mejores armas, igual que en los videojuegos de acción… cuanto más fuerte y mejor es tu soldado, y más pasta tienes para armas, más bichos te cargas y más fases avanzas, lo que al final se traduce en que te diviertes mucho más y la pasas mejor. Así que lejos de creer que no hay manera (aunque quizás no la haya), y lejos de pensar que esto va a estar muy difícil (que posiblemente lo estará), de lo único que le quedan ganas a uno es de seguir, y hacerlo con una sonrisa, y con mis mejores trajes. Llegaremos a sus casas cuando menos se lo esperen. Apareceremos de improvisto. Tengan algo en la nevera porque estamos hambrientos.
Esto de la morriña hace que haya empezado el año leyendo todas las noticias que puedo y que tienen cierta relevancia de nuestro país. Además de poder escucharle decir de su propia boca a Rajoy que sabe que no sabe cómo mejorar ni arreglar nada en su recién estrenado cargo de presidente, y de ver cómo comentaba con sus camaradas que las medidas que va a tomar lo mínimo que pueden provocar es que el país se declare en huelga general y tome las calles (el peor panorama que podía presentar el presidente), asistí al extraño cortejo fúnebre de Fraga, al que no sólo no se le pudo condenar por sus delitos, sino que se le regalaron tres días de luto en Galicia. Ver para creer. Como de costumbre en mi tierra (salvo honrosas excepciones… como con el Prestige, por ejemplo), la gente siguió a lo suyo, y prefirió no alzar la voz y dejar las cosas como estaban. Esta fue la misma regla que debió aplicar la gran mayoría que lo mantuvo en el poder durante más de quince años de atraso y oscurantismo cultural en nuestra tierra. Eso sí que me tocó de lleno porque llevo desde adolescente siguiendo de cerca a este individuo, su historia personal, y su “obra” –siendo muy generoso en este último concepto- y lo cierto es que me pareció incluso violento el hecho de que se celebrasen homenajes en su honor. Un acto de violencia gubernamental contra las familias de las víctimas. Una soberbia estúpida por parte de los vencedores, que aprovecharon la ocasión para recordarle a la mitad de las familias españolas que sus antepasados seguirán apilados en carreteras secundarias, pantanos, y fosas comunes.
Luego todo el tema de la crisis, el renovado continuismo socialista, con Rubalcaba a la cabeza, el desaguisado en educación con una anti-reforma (permítaseme aquí el término ya que no viene a reformar y mejorar lo que había, sino que –a mi juicio- desordena el desorden para dejar todo de nuevo mal colocado), en la que primará por ejemplo el conocimiento de la carta magna, pero no de las normas más básicas de convivencia y ética. ¿Volverán a imponer el cristianismo a los/as niños/as españoles/as por la fuerza, o recordarán esa carta magna a la que tanta importancia dicen darle para no olvidar que España es un país laico y aconfesional? ¿Qué tal va todo por España? ¿Cómo os va por ahí?... ¿De verdad quieren saberlo? Fíjense en quienes gobiernan y en cómo lo hacen y lo demás vendrá dado. Panorama desolador.
Pleno verano… ¡Quién lo diría! He pasado de verano a primavera, a verano, de un hemisferio a otro, y lo cierto es que imagino que eso también afecta en modo alguno. Siempre he tenido claro que el clima es determinante en la cultura y la idiosincrasia de una sociedad y por ende de sus habitantes. Hace bastante calor, se duerme no muy bien, y tengo pocas monedas en mi bolsillo como para planear nada mejor que estar aquí en mi cuarto, leyendo, escuchando música, componiéndola, estudiando,… un poco de parque cada día, algún helado, una charla con algún conocido, ver el Barça, y soñar… mucho tiempo para soñar, también para recordar… pasado, presente y futuro, pasando a cada rato por mi cabeza… de estos tiempos suelen salir cosas interesantes, eso al menos me gusta pensar. Una de las que más me han agradado este mes es notar la evolución de mis clases de armónica con el maestro Rubén Gaitán, del que ya os hablé en el anterior capítulo. Voy avanzando en el conocimiento del instrumento. Sé que algunos pensarán que no tiene mucha ciencia lo de ser armonicista, pero como en todo, no es lo mismo tocar la armónica que ser armonicista. Esta es la primera escuela oficial de armónica de todo el país, y era uno de esos sueños que siempre había tenido hacer y que nunca se había dado la ocasión hasta ahora. Otro es montar a caballo, navegar, hacer tiro con arco… ¿Los haré algún día? Lo bueno es tener planes…
… en breve me pondré precisamente con eso, a planear, a estudiar las posibilidades con las que cuento cuando termine la etapa que me había propuesto cumplir aquí y de la que llevo ahora la mitad. Veré si continúo aquí, si busco otro destino, si vuelvo a mi país,… tengo muy claro mi objetivo a nivel profesional, pero no tanto cuándo lo pondré en marcha porque como os imaginaréis requiere de una gran inversión. Quien no arriesga no gana, pero es inteligente medir el salto antes de pegárnosla. Por ahora siempre he ido con tino y no querría jugármela al doble o nada si no es estrictamente necesario. ¿Estoy quizás algo enigmático? No os preocupéis… la historia continuará y os lo iré contando.
Un abrazo enorme.
Samuel Leví