Intenciones
Sé que os preguntaréis a qué he estado dedicado en los últimos días, pues bien…a hacer y deshacer planes. A escribir y a borrar. Al final a permanecer en el mismo lugar en el que estaba. Resulta que me surjió la posibilidad de hacer algo grande aquí en Cuba, pero casi prefiero no contarlo por la frustración que me da el que ya no se vaya a hacer. Como de costumbre, topé con el problema de siempre; el dinero. Habrá que armarse de paciencia y esperar. No sé si era el momento o no, pero tengo una oportunidad de llevar a cabo mi proyecto artístico y sé que esta vez no me subiré al tren. Se sucedieron varias conversaciones telefónicas con mi madre, que acarrearon eternas discusiones que de nada sirven y que sólo consiguen mermar los ánimos del más pintado, así que de nuevo paz y mañana si hay dinero y suerte, gloria. Sólo decir a este misterioso respecto, que tanto Juan Rodríguez como Diego Pacheco, tenían razón…grabar en Cuba es baratísimo, hay unos portentosos músicos que apenas cobran, y una esencia que me habría gustado llevarme conmigo en un álbum pero que como ya digo no será posible. “Turno de noche” se empezaba a poner celoso, al saber de mis planes, pero mi viejo proyecto no debe temer, porque está igual de vigente que siempre e igual que Rupert sabía que él era mi único perro, “Turno de noche” se sabe que es mi único disco, y así seguirá por siempre jamás. Perdonad este aire de derrota, pero es pura y dura frustración. A pesar de todo ello sigo en pie de lucha e incluso me he animado, así que por ahora… “mamá has ganado este combate, de todos modos sabes que, -como dijo Groucho Marx-, voy de derrota en derrota hasta la victoria final”. Nada detendrá mi avance en la música, así que a ser optimistas y ha pensar que mi disquits a un está a tiempo para romper las listas de ventas.
Una de las sensaciones más agradables que se pueden tener es notar que mejoras. En algo más de dos meses eso ya se ha producido. Cada día que pasa controlo más. Mis mejorías son evidentes. Me paso el día tocando y estudiando, y lo mejor de todo es que no la paso mal. De la residencia ya voló una cuanta gente y apenas se ha renovado, supongo que por la fecha en la que estamos, así que es tiempo de despedidas y de decir adiós. Ahora que menciono eso quería escribir sobre algo que me vino a la cabeza el otro día. Me he acordado mucho de los últimos días que pasé ahí y de cómo fueron “mis despedidas”, de todos y cada uno de mis amigos. De algunos más sentidas que de otros, más directas, más cercanas,…no sé, es el tipo de cosas que recuerdas en la distancia. Sin pretender ser muy sentimental diré que no he olvidado lo bien que muchos de vosotros os portasteis conmigo, y lo mucho que me demostrasteis en poco tiempo. Tengo muy presente cada una de las cosas que me dijisteis antes de que me fuese.
Sandris: No he vuelto a saber nada de ti. Ni siquiera estoy seguro de que leas esto pero si lo haces, desearte lo mejor, animarte a que te vengas a “conectarte con la realidad y contigo misma aquí”. Por lo demás, te diré que todo lo que vivimos en el último año me resultó inolvidable, sobra decir que para ti también lo será. Me siento muy orgulloso de ti. Sólo quería demostrarte mi apoyo por si me necesitas.
No creáis que ya no os recuerdo porque no es así. Simplemente no tengo posibilidades de conectarme con España.
'La Jornada', imprescindible y en primera persona
Hace 20 horas
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