lunes, abril 27, 2015

Capítulo 10 (Final) - Diario de grabación en Forward Studios (Grottaferrata - Roma) - Samuel Leví y Los Niños Perdidos

Capítulo 10 [Final]

DIARIO DE GRABACIÓN DEL 3ER DISCO
FORWARD STUDIOS [ROMA - ITALIA]


Marzo de 2015
Samuel Leví y Los Niños Perdidos


De izq. a der. el Batallón Romano
Dame un Segundo Grandío, Jesuli Cachuli, Samuel Leví, Albert "Masapan" Casanova, y Diego "El moro" Pacheco


Ya está, se terminó. Veo frente a mi, como con una mezcla de temor y admiración, la carpeta que contiene las seis canciones de mi nuevo disco, el tercero. Un sueño que se cumple. Muchas ilusiones y fantasías contenidas en apenas 30 minutos de música. Me cohíbe mostrárselo a alguien. Tengo siempre la sensación de que no va a poder entender cuánto significan para mí. Debería incluir un mensaje de advertencia que alertase de que contienen trazas de vida, de piel. Sangre, sudor, lágrimas y más de una carcajada entre línea y línea, ocupando la séptima de algunos acordes dominantes. Le puedes dar más de una vuelta a la tortilla, pero con una basta, lo sabemos todos. Para qué rizar más el rizo. Es lo que es. Hay discos que se eternizan, y parecen no completarse nunca. La canción quiere salir a la calle, conocer otras caras, otros nombres, y ser tarareada por voces expertas en escenarios tales como duchas, líneas de metro, pilotos al volante que recorren la A6, y corredores de fondo del parque del barrio. No importa quien las atrape, que por favor las cuide. Significan mucho para mí.


El disco ha sido grabado como siempre soñé que grabaría un disco; en un estudio de verdad, de esos con miles de millones de botones e instrumentos con los que siempre quisiste jugar. Profesionales de primera, una selección de lo más granado del panorama under musical de nuestro país, esas eternas promesas que pasaban desapercibidas en el mercado de fichajes y que cambiaban el curso del equipo por el que firmaban en pleno invierno. Gente humilde, sincera, amiga. Que sabes que te quieren y te respetan. Les das la llave de tu casa y les dejas a tus hijos a su cuidado. No es sencillo.


Roma ha sido el decorado fantástico en el que he tenido la suerte de poder firmar este trabajo. ¡Quién me lo iba a decir hace un año! Lo celebré con unos fetuccini a la matricciana de película. Me he tatuado en la lengua no soltar en ninguna entrevista, la carcomida idea de que “este es mi mejor disco”, pero entre nosotros; lo es. Ojalá pudiese publicar siempre las canciones con estos trajes, de esta guisa,… ojalá. Me alegra por las canciones, por quien me ha ayudado a hacerlas (“los niños perdidos”), y sobre todo, por quien las vaya a escuchar.


Me quedo con el hecho de haber podido compartir esta aventura con diez amigos excepcionales, y con una novia maravillosa. Gracias a quien creyó en mí y me dio este premio que, -claro que sí-, me ha cambiado la vida.


No es fácil hacerle entender a los demás qué se siente cuando grabas un álbum con tus propias canciones, y no importa cuántos hayas grabado, de verdad que no. La satisfacción personal es inmensa. Saber que uno ha hecho exactamente lo que quería hacer. Algo tuyo, donde te encuentras, donde te reconoces,…


Dejadme unos días a solas con él. Luego, será todo vuestro.
Gracias por confiar en mí y apoyarme para hacer esto posible.
Un fuerte abrazo,


Samuel Leví
Compositor, autor, voz, guitarra, y armónica en "Samuel Leví y Los Niños Perdidos"


En Forward Studios terminando de escuchar el álbum

viernes, abril 24, 2015

Comentario de la película: "El conjuro"




Valoración: 7



Con el mal sabor de boca que me dejó la película “Mamá” supuestamente del género de “terror”, que es distinto a decir que la película es un terror en sí misma, apostamos por “El conjuro” y en esta ocasión conseguí salir del cine satisfecho.

La película es una cosa, y las campañas promocionales que se hacen en torno a ella, otra bien distinta. El nombre no está lo suficientemente bien justificado y la verdad es que chirría un poco. Los carteles sin embargo son estupendos. Suena poco creíble eso de que esta historia, basada en uno de los numerosos casos que durante su vida investigó el matrimonio Warren sobre hechos paranormales, sea el único desconocido hasta la fecha. No digo que no sea cierto, ojo, digo que tal y como lo venden suena poco creíble y a fuego de artificio para crear más expectación.

Lo que sí me sorprendió, antes incluso de ver la película, es la historia del matrimonio que en la actualidad viven en la casa que ejerce de plató para la mayor parte de la trama. Resulta que luego del estreno de la cinta, cada noche se reúne en el jardín de su casa una serie de personas anónimas que merodean y deambulan linternas en mano, mientras rememoran las escenas de la cinta. Eso sí que da miedo. ¿Se imaginan a varios desconocidos caminando en su jardín a altas horas de la madrugada? Por lo visto han tenido que tomar medidas para que esto no suceda y avisar a la policía. Ellos, dicen no creerse nada de lo que se cuenta sobre su “casa encantada” y hasta la fecha vivían tan tranquilos allí.

Dirigida por James Wan, creador de la archi-famosa saga de terror sangriento “Saw”, se relata uno de los casos del matrimonio Warren que tal y como se documenta en la película, son posiblemente los mayores y más conocidos investigadores de sucesos paranormales del último siglo. Una suerte de cazafantasmas, pero sin tanta pomposidad y con métodos mucho más campechanos. Me gustó ese vínculo con lo histórico, el paseo por fotos antiguas, la historia tras la historia, cómo se le rinde un homenaje a esos dos “personajes” que son los Warren y que tienen tras de sí una propia historia de película, porque creo que en el fondo, el director debió dudar en cómo enfocar la historia, quizás porque le pareció tan formidable el caso en cuestión, como la propia historia de los Warren y finalmente filmó una obra que está a medio camino de ambas. Si se lo hubiese propuesto habría podido hacer una saga con las aventuras de estos dos… pero parece que no será así. Tanto dista de eso, que en realidad la compañía Warner sólo se decidió a realizar una gran inversión publicitaria en la cinta al ver el pase de muestra con el producto terminado, ya que previamente no confiaban mucho en el proyecto. Curioso.

Por lo visto, James Wan, no es ni mucho menos el primero que lanza una película basada en las historias de los Warren y tiempo atrás, en la década de los setenta, inspiraron numerosas cintas, y también algunas más actuales como “Invocando espíritus”.

La película mantiene el pulso durante todo el metraje, y sabe ponerle punto y final, algo de lo que adolecen tantas y tantas películas de miedo. Lleva un ritmo pausado, y no lo deja todo para los últimos instantes, sino que estás casi constantemente en vela. Es verdad que está llenísima de tópicos; la casa, el jardín, el lago, las niñas indefensas, las largas noches de insomnio, los armarios, las bodegas, los pianos, las luces que se apagan, los relojes que se detienen, los seres que aparecen y desaparecen… la conexión de la vida y la muerte mediante espíritus que deambulan desesperando a unos y a otros, creyentes y escépticos. Y sangre… pero no mucha, la justa y necesaria, sin recurrir a lo fácil. Bien trabajado.

En la película aparece la muñeca Anabelle, de la que hacen un breve resumen en la cinta, y cuya historia podéis leer aquí [http://www.hugozapata.com.ar/2013/08/annabelle-la-muneca-embrujada/] ¡Es tremenda!

Por cierto, ni me había enterado que la película dura 110 minutos. Casi dos horas que son justas y necesarias para explicar bien la historia y recrearse en los detalles. Está como tiene que estar.

Otra de las cosas que he sabido es que contó con un presupuesto de 13 millones de dólares. Poco para los tiempos que corren, aunque en ningún momento da la sensación de que necesitase de más, ahí también se nota la buena mano de James Wan.
 

En cuanto al reparto, el peso recae en dos matrimonios; los Warren, interpretados por Vera Farmiga y Patrick Wilson; y los Perron; interpretados por Ron Livingston y Lili Taylor; y luego las hijas pequeñas de éstos últimos. Y de esta cuádrupla, la verdad, la verdad, es que no me quedo con nadie. Quizás la mayor exigencia la tiene Lili Taylor, y está creíble, y deja discurrir la historia, aunque ninguno de los actores me encandiló, es más, por momentos es quizás uno de sus puntos más débiles, ya que, a mi parecer, son demasiado luminosos, me costó quitarles ese aurea de tipos tranquilos, algo acartonados mientras uno se imagina subiéndose por las paredes en una situación así. Dejémoslo en que las interpretaciones no fueron precisamente algo que destacaría de esta película.

Es verdad, quizás es demasiado típica o simplista, pero está bien rodada y bien hecha y lo más importante en una película de miedo, por momentos, acojona.



Sinopsis en castellano:


lunes, abril 20, 2015

Capítulo 9 - Diario de grabación en Forward Studios (Grottaferrata - Roma) - Samuel Leví y Los Niños Perdidos

Capítulo 9

DIARIO DE GRABACIÓN DEL 3ER DISCO
FORWARD STUDIOS [ROMA - ITALIA]


Marzo de 2015
Samuel Leví y Los Niños Perdidos

Premio compartido al empleado del mes. Dos trabajadores de la canción.
Stefano Quarta da su visto bueno. Segundo Grandio entre el masaje y el "te cojo por el cuello".
De lo mejor que me ha pasado en los últimos meses. Palabras mayores. 


Fine del lavoro….ed è tempo di tirare le somme!


Una grande esperienza professionalmente ed anche (e soprattutto) umanamente, a cominciare dal primo giorno in cui Samuel è venuto a visitare gli studi pensando alla possibilità di produrre qui ai Forward Studios il suo nuovo disco: un ragazzo semplice, con le idee ben chiare e con tanta voglia di fare. Ho pensato subito che ci fossero tutti i presupposti per fare qualcosa di bello e non mi sbagliavo! Il primo giorno di recording si è presentata, puntuale come un orologio svizzero, tutta la "truppa" al gran completo: Samuel con l'inseparabile Laura, Dani, Diego, Albert, Nico, Jesus, Miguel, Toño, Laura e Segundo; grandi professionisti e persone splendide, non poteva esserci clima migliore per registrare un album! Finita la fase di recording abbiamo salutato i ragazzi ed abbiamo iniziato la delicata fase della registrazione delle voci, dell'editing e del mix e, dopo vari giorni fatti di scelte, di confronti e di "ore piccole", abbiamo portato i mix finali nello studio "Augustus" per il mastering finale dell'album, dove il nostro Carmine Simeone ha messo la ciliegina sulla torta.


Cosa dire…grazie! Grazie a Samuel, Laura, Albert, Dani, Diego, Nico, Jesus, Segundo, Laura, Miguel, Toño. Grazie a Danilo Pao, il nostro produttore dal gusto musicale unico, ad Erika Savastani, mitica voce in "Il mio amico Willy Fog" e portatrice di buon umore, ad Andrea Secchi, supporto tecnico indispensabile, a Carmine Simeone, il nostro grandissimo mastering engeneer, a Massimo Scarparo e Marcello Spiridioni per tutto l'appoggio e la disponibilità che lo Studio ci ha dato con l'unico obiettivo di realizzare un bel prodotto. Grazie a tutti quanti per questa bellissima esperienza, spero di lavorare nuovamente con voi e…vamos a trionfar!!!


Stefano Quarta
Sound Engineer – Forward Studios (Roma – Italia)


Maquinaria pesada. Aquí puliendo detalles en la sala de máquinas.



jueves, abril 16, 2015

Mi diario en Roma - Capítulo 2 - El ruido que enturbia el silencio

Mi diario en Roma
Capítulo 2
El ruido que enturbia el silencio
Samuel Leví


Jueves, 16 de abril de 2015





Pido disculpas de antemano si me repito con respecto a lo dicho dos meses atrás en el capítulo que abrió este diario de vida en Roma. Siempre me he tomado esto como un ejercicio de exorcismo ante mis demonios, de purificación interna, espantando miedos y fantasmas que atemorizan a uno. Me sitúo en el ecuador de una aventura a la que casi me subí en marcha, y con el temor de que el revisor no autorizase del todo mi presencia en esta extraordinaria aventura artística en la Real Academia de España en Roma. Suena pomposo, y la verdad es que lo es. Ya no quedan lugares así; son de otra época, de otros tiempos. Eso tiene, por supuesto, sus inconvenientes, pero… déjenme disfrutarlo mientras dure. Las más de cien escaleras que me separan de la calle, atravesando un túnel, un jardín, una escalinata y una plaza, hacen que te sientas en una burbuja. Estás aquí, en lo alto de la colina, divisando no sólo el barrio romano-romántico del Trastevere, sino la ciudad entera. Sigues el curso del Tíber por las copas de los árboles de orilla que lo dibujan. ¡Ha llegado la primavera!




Roma se descascarilla, se resquebraja, quizás tenga que ver la situación económica, tal vez la política, o esa mezcla de sedentarismo y costumbrismo típico romano, que hacen que dudes en si se trata de respetar la historia, la cultura y la tradición, o de falta de ideas y de ganas de mirar hacia el futuro, pero como diría uno de mis escritores favoritos (latinoamericano, por supuesto ¿Por qué son tan buenos?); “le llaman porvenir, por que aún está acercándose”, y algo así deben pensar aquí. Imagino que el tiempo se mide de forma bien distinta en esta ciudad museo. Mucho turista, y mucha obra de arte. Se nota el peso de la historia. No sé si viviría aquí mucho tiempo, quizás no, pero Roma no te deja indiferente.



Me pone triste pensar en el poco tiempo que tengo para tanto como desearía hacer. Aquello de multiplicarse por mil que uno dice de cuando en vez, se aplica a la perfección a esta situación. Sólo tienes una vida y quieres vivirlas todas, incluso la del pirata de pata de palo, o no, esa no tanto, ya ves. Los piratas modernos lucen como Johnny Depp, son otros tiempos ¿Lo ven? Es un defecto mío; quiero abarcar más de lo que realmente puedo. Si, tengo más; me difumino mucho entre diferentes menesteres, me cuesta ponerle mala cara a alguien, ser borde y mandar a la mierda a quien me falta al respeto, y a veces me cuesta bajar un cambio, frenar un poco, y relajarme. No dan clases de esto, se practica a base de tesón. Me llevará mi tiempo ¿Tiempo? ¿He dicho tiempo? Lo intentaré. Volvamos a empezar.



Es contradictorio pero me gusta subirme a Alfie (mi coche) e ir a sitios alejados, tirando a las afueras, o a barrios que nadie visitaría si está en plenas condiciones mentales, o en sus cabales. A mí me gusta ir un poco a la contra, siempre fui jodido en ese sentido. Agarré la guía de Roma que le regalé a Laura estando en Buenos Aires con la promesa de que lo veríamos todo, y… lo estoy intentando cumplir. Toc. Al final, no sé si lo veremos todo, pero aunque mis ratos libres se limiten a ejercer el derecho al domingueo en su máxima expresión, estoy disfrutando de ver Roma por los cuatro costados. Eso que me llevaré.



Por lo demás, muchas horas de oficina. Podría ser New York y estar en lo alto de un rascacielos. Planta 24 por ejemplo. Oficina sin más paredes que las que separan la oficina del jefe (a la que a nadie le gusta ser llamado) del escritorio del resto del personal, imaginemos 60 personas. Teléfonos que suenan, ruido de teclas de computadora, un trago rápido a un café (yo sólo tomo chocolate, a poder ser con cereales… y por desgracia sin poder ver los dibujos), una ojeada de refilón al móvil, hoja de apuntes indescifrable salvo para el que la escribe (lo más cercano a los jeroglíficos modernos), y papeles de esos de colores que tienen un lado adhesivo que pegas aquí y allá con cualquier estupidez (punto aparte para los que dibujan caritas). Yo tengo la mesa tan ordenada que parece que en las noches me dedico a vestirme de ninja y asaltar museos, o bien a ejercer de francotirador en mis días libres. No os preocupéis, sólo hago la soporífera labor de intentar gestionar mi carrera artística, con lo que eso conlleva, no sólo por lo complicado del sector musical, sino porque no soy Frank Sinatra, así que imagino que siempre he de llamar dos veces, sí, más de las que lo haría el cartero y sin remangarme ni nada. A veces las puertas no se abren y puedes tratar de tirarlas abajo con lo que tengas a mano, optando por no recurrir a la cabeza, que luego da muchos pero que muchos disgustos.




Así que mi Roma sin romanos va pasando. Lau y yo nos tenemos uno al otro y eso me parece maravilloso y suficiente. No conocer a nadie en una ciudad marca mucho tu manera de vivirla. Estoy muy contento de que esté aquí conmigo, a mi lado. Siento un agradecimiento absoluto, y la necesidad de mostrar lo mejor de mí. Más madera. Más ganas de superarme. Así que no levanto mucho el pie del acelerador. Trabajo a destajo para que a finales de junio tengamos un álbum en condiciones, un disco que merezca la pena ser escuchado y que me llene de orgullo durante algún tiempo, al menos que sacie un poco esta sed que tengo siempre como artista de no querer parar de hacer cosas. Por mí estaría siempre así. Y al escribirlo, me gusta como suena.




No me he parado mucho a pensar en lo logrado, pero sé que no es poco. En el mes de marzo, y como hecho reseñable, conseguí traer a 8 músicos desde España a grabar conmigo el álbum. Amigos de primera. Profesionales de primera. Si la suma no falla, álbum de primera. En total formamos un equipo de 11 personas a las que hay que sumar los 3 que trabajaron codo con codo con nosotros en el estudio. Gestionar eso… no le deseo a nadie la linda tarea. Dos semanas a pleno pulmón. Viajes, ensayos, organización, etc. Hay momentos en los que sacas adelante las cosas por pura inercia, casi a la caída. Todo salió bien. La gente contenta, y yo orgulloso, y feliz. Me gustaría haberlo disfrutado más, disponer de más tiempo para deleitarnos, para reírnos, para desfasar como hacíamos en Cuba cuando teníamos 23 años, pero… el que monta la fiesta en su casa nunca se lo pasa tan bien. Eso lo sabemos todos. A poder ser, que la fiesta no sea en tu casa. Es mucho más divertido prenderse fuego en casa ajena. El taxímetro  sólo lo veía correr yo, y claro, la vuelta se goza de otro modo. Cuesta desvincularse de eso. Hay mucho en juego. Vas a dar la cara mañana y siempre por ese trabajo. Lleva tu firma. Es tuyo. Tú lo has querido así, tú lo has permitido. Joder! La verdad es que es algo tremendo. Sin maximalismos; nadie sabe lo que es hacer un disco hasta que lo hace. Siempre he odiado esas frases pretenciosas. Olvidarla, ahora bien, de verdad, he hecho un disco de verdad. Suena un poco incluso a futuro. Como si aún no estuviese preparado para ponerme el traje, no por falta de merecimiento, sino por no falta de asunción, que en este caso no es el nombre de ninguna prima mía.




Debe ser terrible escuchar un trabajo tuyo años más tarde y pensar en el vómito ajeno. Nunca me ha pasado. Llámenme ciego. Deber ser algo así como cuando el resto de mortales escuchamos nuestra voz en un contestador, que pensamos: “¡argh! ¿Ese estúpido soy yo?”, pues igual. Seré un quisquilloso o un perfeccionista pero te conformas hoy, y mañana te arrepientes. Así que quería que cada punto estuviese sobre su i. Normalmente terminas un disco y a los dos días ya quieres cambiar algo. Va con la naturaleza animaloide del músico. Sé que padeceré de esos males, así que cuanto más tarde en ir al dentista de la autocorrección, mejor que mejor, dejemos un rato para el deleite personal y el arte de Onán.




Se terminó la algarabía de tener diez personas a mis espaldas, y se hizo el silencio. Y ni tanto, ni tan poco. Los días fueron pasando y llegaron las negociaciones, y ahí sí que uno no sabe cómo peinarse. 
¡Qué desconcierto, madre mía! Ser músico independiente es lo mismo que decir que estás sólo con tu guitarra y tus canciones ¿Y a quien le importa lo que yo haga? ¿A quien le importa lo que yo diga? Yo soy así, y así seguiré si las energías y la ilusión me mantienen despierto aún con hambre. Que sí, que se pasa hambre. Tu vida no es muy normal, y eso te etiqueta si cabe un poco más en “animales en peligro de extinción”, o “especie protegida”. Muchos días pienso que estoy cansado, que me abandonaría, y quiero hacerlo, quiero decirme a mí mismo que la balsa se hunde con tanto peso, y saltar, pero… si no hay más nada en la balsa, será que me voy a hundir de todos modos, así que estiro el trágico-cómico final del músico que termina reciclado en profesor de música, o  ¡Qué digo yo!, en algo mucho más turbio; vendedor a puerta fría de seguros de vida. Arrepentido de todo al mismo tiempo que de nada. Soberana contradicción. Y entonces, como gato panza arriba, me repongo y me digo a mí mismo que mi chica y yo estamos en Roma, que ni recuerdo cómo llegué de Buenos Aires hasta aquí, que estoy en la creme de la creme, y que quizás la gente escuche este nuevo álbum y se desate la locura colectiva.



Me está faltando apoyo, pero es mejor no contar con él. En una esquina de la mesa, apenas sin dar juego, me posiciono. A cualquiera que se lo cuente… Hacer este disco está siendo un parto. Mi cabeza da vueltas sin tregua. Ya tengo pensado el título, tengo el listado de temas, y esperanzas.



No sé qué me depararán los próximos meses. Queda menos de lo que parece. El tiempo pasa volando. Mi madre ha venido a verme quince días. Me hace tanta ilusión!! Siento no poder pasar más tiempo juntos. Ella está feliz al verme, y yo quiero que sepa que la quiero mucho y que siento si no hago punto y aparte para decírselo, a modo verso suelto.



Al principio soñaba con poder viajar mucho por el país, ahora me conformaría con un fin de semana en Venecia ¡Ojalá! Tuve la suerte de ir con Laura a Bolonia un fin de semana, pero poco más. Como el niño en la tienda de golosinas; obligarle a llevarse una sola es una verdadera puñeta. Italia tiene tanto para ofrecer…. Sólo la Academia es un espacio inmenso en el que perderse. Antiguamente los becarios residentes aquí pasaban tres y cuatro años preparando sus obras. Lo dicho al principio; eran otros tiempos. Siempre he pensado en que cuando todo termine, la vida, la existencia, la Champions League; sólo quedará lo que hemos hecho. Menos palabras y más hechos. No ha de ser algo material, quizás una palabra, un recuerdo que has dejado en alguien,… Cuando pienso en mis abuelos, ya fallecidos, siempre les veo muy presentes, y eso que él murió cuando yo apenas calzaba mi primera década, pero no importa, importa lo que me enseñó, lo que me divertí con él, lo que hizo. Eso no se borra, y casi me resulta mágico. Seré pretencioso pero quiero dejarle algo a los demás, no sé si muy bonito o no, muy útil y práctico o no, ni siquiera si interesante, pero algo. Luego se podrá borrar con un simple click, como sucede cuando llevas escribiendo un capítulo de tu diario personal, y en el último párrafo, luego de cuatro o cinco folios, y un par de horas de revolverte la cabeza con recuerdos y ensoñaciones, va y se te borra todo. Eso también pasa.



Cuídense o no.
Hagan lo que quieran, pero hagan algo.
Si les sobra tiempo, por favor, denme un poco, me lo gastaré en caricias de la hora de la siesta.
Dejo algunas fotos para que vean que yo estuve ahí ¿Dónde? Eso importa menos.
Ya ha caído la noche, voy al fresco.

¡Hasta la próxima!



viernes, abril 03, 2015

Capítulo 8 - Diario de grabación en Forward Studios (Grottaferrata - Roma) - Samuel Leví y Los Niños Perdidos



Capítulo 8

DIARIO DE GRABACIÓN DEL 3ER DISCO
FORWARD STUDIOS [ROMA - ITALIA]


Marzo de 2015
Samuel Leví y Los Niños Perdidos


Sala Aurelius y Sala Traianus en los Forward Studios de Roma
Muchas horas de trabajo aquí encerrados. Un lugar magnífico. Sarna con gusto, no pica.



Todo comenzó en el verano de 2014, cuando recibí una llamada de Samuel Levi informándome de que pronto tendría novedades, que estaba a punto de embarcarse en una de las aventuras más importantes de su carrera musical y que nuevamente quería contar conmigo como bajista. Una de las partes fundamentales, y en la que se sustenta el proyecto es la grabación de un disco. Una semana en Roma rodeado de los mejores músicos de la península, grabando en uno de los mejores estudios de Italia y alojándonos en la Real Academia de España en Roma. ¡Complicado resistirse a un plan así!


Las semanas previas a entrar en el estudio pude preparar las canciones desde mi residencia, en Madrid, gracias a los audios que Samuel había recopilado de las canciones. También fueron muy útiles los “papeles” que habían preparado los geniales Albert, Dani, Cachuli y Toño, ya que sin estos habríamos tardado más en realizar la grabación. Llegué a Roma el martes 3 de Marzo justo para cenar con todo el equipo y dar así el pistoletazo de salida a lo que serían 4 intensos días de estudio.


El miércoles 4 de Marzo nos dimos un buen madrugón, teníamos que estar puntuales en Fordward Studios ya que allí nos estaban esperando los productores para comenzar a montar todo el set de grabación, tomar sonido y comprobar que todo estaba en su sitio antes de darle al rec. El primer día grabamos las bases de las canciones. Después el resto de músicos tendría que grabar sus arreglos por encima. La jornada fue bastante agotadora, ya que el estudio en si es una actividad muy exigente. Tienes que dar lo mejor de ti mismo y a veces no es fácil que todo el mundo haga su mejor toma a la vez, con lo cual el esfuerzo es máximo. Dejamos el estudio sobre las 8 de la tarde habiendo grabado 4 de las 6 canciones. Había sido un buen día pero necesitábamos mas velocidad.


Al día siguiente, el modus operandi fue muy parecido. Nos reunimos a primera hora en el hall de la academia para partir hacia Fordward los músicos que teníamos que seguir grabando las bases: Cachuli, Toño, Dani, Samuel y yo. Los trayectos al estudio en el coche de Samu eran fascinantes, conducir por las adoquinadas calles de Roma en hora punta y lloviendo a mares, resultaba una experiencia a caballo entre lo divertido y lo peligroso, pero por suerte una vez más, llegamos sanos y salvos al estudio. Todas las mañanas nos tenían preparado un bizcocho y recuerdo con especial cariño el de este día, de chocolate y Nutella. Como ya teníamos todo montado del día anterior no perdimos tiempo y enseguida nos pusimos manos a la obra. Grabamos los dos temas que nos faltaban y repetimos alguna toma del día anterior, hoy todos estábamos sonando muchísimo mejor así que terminó todo el mundo muy contento después de la sesión. Volvimos a cerrar el estudio sobre las 9 de la noche y las bases de las canciones estaban terminadas, así que el día siguiente podríamos pasear un poco por la ciudad.


El viernes fue un día diferente. Nos despertamos un poco más tarde los que no teníamos que ir a grabar, desayunamos en un bar que había al lado de la academia; “il baretto” se llamaba. Un café muy rico y una bollería casera espectacular. Después del desayuno, aprovechando el wifi del local, pudimos descargarnos un mapa de la ciudad y trazar lo que sería nuestra ruta del día. Queríamos verlo todo. El Vaticano, el Castillo de Sant Angelo, la Piazza Navonna, el Coliseo, etc. ¡¡Y al final lo conseguimos!! Eso si, caminamos muchísimo. El teléfono móvil al final del día nos chivó el resumen de la jornada... ¡Habían sido 24km y más de 60 pisos subidos! Esa noche nos reunimos todos en “Ivo a trastevere”, una trattoria que estaba en pleno corazón del barrio del Trastevere, lugar donde se encontraba situada la academia.


Se acercaba el final de los días de estudio de “Los Niños Perdidos”. Ese día volvimos a subir todos al estudio para poder ver los avances que habían tenido las canciones después de las grabaciones de Albert y Diego (guitarras), Suqui (sexo saxo), Toño (percusiones) y Cachuli (teclados). Además así podríamos aportar ideas sobre arreglos finales, ya que después de ese día sería muy complicado hacer alguna modificación en cuanto a lo musical porque todos nos volvíamos de vuelta a España. Las canciones habían quedado preciosas y Danilo Pao (productor) comenzó a sugerir algunos arreglos de teclas, por lo que Cachuli tuvo que ponerse manos a la obra. Primero un Minimogg, después unos Hammonds (¡¡¡Tenían uno original con su Leslie y todo!!!!) y para terminar unos Rhodes (había un Mark II para nosotros). Efectivamente el italiano estaba en lo cierto, sus consejos sentaron increíblemente bien a las canciones. Después de escuchar todos los temas, terminamos grabando unos coros grupales para una de las canciones que ya tendréis la oportunidad de escuchar!


Finalmente quería resaltar la implicación que todo el mundo ha tenido estos días durante el proyecto. Muchas gracias a Samuel Levi por armar todo esto, sin ti nada de esto habría sido posible. Destacar el papel de los musicazos con mayúsculas con los que he tenido el placer de compartir esta semana, tanto en el terreno musical, -ya que son auténticos fueras de serie-, como a nivel personal, -ya que han demostrado ser unas personas excepcionales-. También quería destacar el papel que tuvieron en la grabación el gran Stefano Quarta, nuestro ingeniero de sonido, que consiguió sacar lo mejor de nosotros. Gracias por tu paciencia. Y por último, pero no por ello menos importante, agradecer a Danilo Pao su colaboración en las canciones, tuvo muy buenas ideas para poner la guinda al proyecto.


Nicolás de la Flor Julián
Bajista de “los niños perdidos”


Como un hermano pequeño para mí. El inconfundible "Nikolapiz". Nicolás de la Flor.
Una de las personas que vino para quedarse en mi vida en los últimos años.
Un descubrimiento genial de esos que a veces iluminan tu vida.