jueves, diciembre 31, 2009

Concierto fin de gira. 26 diciembre - Sala Mondo (Vigo)

Samuel Levi y Miguel Castro
Foto: Juan Vilas

Llevábamos pensando en este concierto meses. Tomé la decisión de cerrar la gira con esta actuación porque era un gran local, iba a estar acompañado por buenos amigos, creíamos que se crearía buen ambiente con el tema de las vacaciones de navidad, y para entrar en la nueva década con aires renovados, y así fue, bueno así sólo no, fue mejor.

Organizar eventos así lleva su complicación, llevo años haciéndolo y aún así siempre ves cosas a mejorar y corregir. Es una responsabilidad y una preocupación extra saber que depende de ti que las cosas salgan bien, mal, mejor o peor, la excelencia y el desastre, y a veces hay una distancia pequeña entre una y otra cosa.

Samuel Levi y guitarra, armónica y voz
Foto: Juan Vilas

Al haber estado veinte días fuera este mes no pude preparar algunas cosas que me habría gustado. Se pusieron doscientos carteles por la calle, mandamos en formato digital el mismo a alguna gente, algo de promo por internet, pero ciertamente llegó el día y tenía la sensación de que no habíamos dado todo lo que podíamos; demasiados compromisos por parte de todos los integrantes de los grupos lo impidieron, circunstancias,... excusas, de todos modos, hay noches que los planetas se alinean para que todo salga bien.

Samuel Levi y Miguel Sucasas
Foto: Juan Vilas

Recordaré el 26 de diciembre no sólo porque terminé la gira más larga e intensa de mi vida; le debo mucho a este "Kit de Salvamento", sino y sobre todo por el trato de la gente, por ese reconocimiento que por inesperado se hace aún más intenso y emociona más si cabe. 269 entradas vendidas es mucha tela que cortar. Ver la sala llena, sentir el respeto de la gente, el cariño, hace que no te quieras ir a casa, no quieras bajar del escenario. Al día siguiente estás pensando en qué mejorar, en qué más hacer, en nuevas canciones, en melodías, en esforzarte y exigirte más. Eso se consigue muy de vez en cuando, pero para que noches como esta lleguen he tenido que labrar mucho el campo, y a veces llueve mucho.

Samuel Levi y Miguel Castro
Foto: Juan Vilas

La Sala Mondo se vistió de gala, nos trataron de lujo, se nota que Pablo Iglesias está detrás de la que para mí es la mejor discoteca de la ciudad. Una sala enorme que cuida los detalles, que mima a los músicos, en la que he podido ver a Quique González y a Iván Ferreiro, dos maestros. Debo incidir en el trato del personal de sala porque fue soberbio, así se trabaja mucho mejor. Le dimos la paliza a Maikel (técnico de sonido) para que todo estuviese en su punto, y estuvo.

Nicolás de la Flor
Foto: Juan Vilas

Durante mi actuación sentí que sabía dónde estaba, que ese era mi sitio, allí arriba, encima del escenario, resumiendo cinco años de trabajo con ocho temas, notando que algunas personas conocían y me acompañaban cuando cantaba "Derrumbes, derrames,..." "Partes de mi por todas partes", "La chica del futuro", "Seguro no hay nada"... Tener sobre el escenario a Miguel Castro (quien será el máximo responsable de la producción de mi segundo álbum) me entusiasmó. Luego Nicolás de la Flor y Miguel Sucasas (bajista y saxofonista del grupo Caraba respectivamente), le dieron otro color a los temas. Más de 65 conciertos este año y no hubo mejor forma de cerrarlo.

Miguel Sucasas
Foto: Juan Vilas

David (cantante del grupo Blue Jeans)
Foto: Juan Vilas

Luego actuaron Blue Jeans, puro show, todo espectáculo, mucha energía, unas ganas enormes de disfrutar de pasárselo bien, quitarles el micro y las guitarras es como quitarle un balón a los niños que juegan en el patio (un crimen). En su salsa. Por fin se sintieron a gusto, cosa que no habían podido hacer un mes atrás en el último concierto que habían dado. Se resarcieron y sé que están muy contentos. Me alegro mucho por ellos.

Blue Jeans
Foto: Juan Vilas

Caraba
Foto: Juan Vilas

Cerró Caraba. Es el grupo. Apuesto 100 a 1 por ellos. Aman esta profesión, les encanta la música. Estoy deseando que acaben el instituto para que se curtan de veras, para que salgan al campo a batallar, para que se hagan unos hombres. Tienen un talento enorme. Demostraron un cuidado por los temas fuera de toda duda. Son perfeccionistas, meticulosos, orfebres de cada melodía. Cuando uno piensa en un grupo del instituto piensa en ruido, en intensidad desbocada y en juerga, ellos no, ellos piensan en los mejores, quieren ser los mejores, y se exigen. No quieren nimiedades, les importa un carajo la farándula, la imagen que puedan dar, van más allá. Canté con ellos dos temas y creo que volamos. La versión de "Pájaros mojados" de Quique y "Bares del puerto" un gran tema de producción propia.

Caraba
Foto: Juan Vilas

Gracias a todos/as por el cariño ofrecido, por animarme a seguir, por el respeto a lo que hacemos. Gracias por venir a vernos y por cuidarnos. Ha sido inolvidable.
Espero volver a veros.
¡¡Feliz año 2010!!



miércoles, diciembre 30, 2009

De por qué fui en coche y volví en autobús


No terminé de contar qué pasó este mes en la gira, y llevo días queriendo narrarlo porque tiene miga. Resulta que una vez que Albert se largó a Barcelona, nos quedamos Jesuli y yo sólos en Valladolid. Era una semana movidita, en la que tocaba todos los días menos el lunes y el miércoles. Aproveché para intentar descansar y reponer fuerzas, aunque no hubo forma. El martes día 15 toqué en Salamanca, en el café Santa Ana. Luego tocaba el jueves en el Alquimista, también en Salamanca, el viernes en valladolid en el famosísimo Café Teatro, y el sábado en León, en la sala La Lola, regentada por el padre de los hermanos Quijano. Fueron días de mucho movimiento, de estar de un lado para otro. Salamanca tiene un encanto muy especial. Sabes que en cada esquina se está cocinando algo, la gente tiene ganas de hacer cosas, de crear, de recitar, de actuar,... hay un ambiente que motiva. El concierto del Café Teatro tenía miga. Al principio nadie parecía interesado/a en el tema, pero luego se animó la cosa. Mucho apoyo por parte de la gente del local, que las han visto de todos colores en estos diez años que llevan. Había una guitarra que Leiva dejó como regalo al local, cuando nadie le prestaba atención. Esas cosas dejan huella. Dimos lo mejor de nosotros mismos en un gran cierre de fiesta. Luego Cachuli y yo nos dimos una vuelta por la capital de castilla-león, con Cotê, que a esas alturas se había apuntado a la locura y se unió al tramo final de gira, algo que le agradezco mucho, no sólo por la calidad de la compañía sino porque es un detallazo que no se olvida.


Las comilonas que me pegué esta semana fueron realmente copiosas y sustanciosas. Buena comida, buen ambiente, y rodeado de gente que quiero. Sin duda, este tipo de situaciones son las que convierten la paliza del viaje y de la ruta en algo mucho más llevadero. Es cierto que cuando llevas un par de semanas fuera de casa sin una ubicación clara, y variando el plan cada media hora, te sientes a ratos, un poco perdido. Cuando tienes algo de tiempo te empiezas a cuestionar ciertas cosas, pero se te pasa en cuanto te subes al escenario, y se te compensa cuando una persona que te ha escuchado dice haberse emocionado.



El domingo partimos hacia el País Vasco. El destino me tenía preparada una última prueba de fuego; resistir en Euskadi sin nada. Desprenderme de todo y quedarme con una pequeña mochila y mi guitarra y como dirían ellos: "Txapela buruan, ta ibili munduan" Creo que se escribe así. En el país vasco tocaba en la provincia de Guipúzcoa, el domingo en irún y el lunes en andoain. Había estado muchas veces en Donosti, es más tengo una amiga allí a la que por circunstancias me resultó imposible llamar, pero nunca había ido a dar un concierto, eso me motivava mucho. Los había cerrado gracias a la intermediación de un manager amigo mío (subrayen esto porque es un hecho muy especial) y gracias al Injuve, dentro del programa de Creación Joven.


El coche dijo basta luego de 200 km sin poder cambiar de marcha. El embrague pidió papas. Viendo la tesitura en la que me encontraba decidí parar y llamar a una grúa allá por el alto del Pancorbo, entre las provincias de Burgos y Vitoria-Gasteiz, un paraje absolutamente nevado y a una temperatura que invitaba a salir huyendo de allí. Tuve que renunciar a mi equipaje que se quedó en el coche junto con el resto del material, para llevarme únicamente la guitarra y una mochila pequeña. Afortunadamente Cotê venía conmigo así que entre los dos nos reímos mucho de la situación y tratamos de salir del paso. La aseguradora me facilitó un taxi que nos dejó en Irún. Allí llegamos al Café Irún situado en un polígono industrial pero que nos dejó atónitos de lo bonito, grande y cálido que resulta.

Un sitio decorado como los grandes cafés europeos de antaño, con una iluminación bella, y que ofrece todos los servicios de manera integrada pero coherente; desde restaurante (exquisito, por cierto), a sala de baile (decenas de personas bailando) a café-bar (muy cuidado y con mucho buen gusto). Nos trataron muy bien, y actué mientras la gente cenaba, en una sesión que definiría como "piano-bar", pero que también curte al artista. Tratar de tocar sabiendo que no eres el centro de atención también tiene su cosa, principalmente porque si quieres hacerlo bien tienes que obviar esto, y centrarte de manera total en la música para no desconcentrarte con otras cosas, así que la atención tiene que ser mayor que habitualmente, ya que sabes que tu música únicamente suena de fondo para amenizar el momento, y es fácil que te despistes o que no imprimas a las canciones el carácter y la vivacidad que tienen.

La noche de hotel sirvió para reponer energías. Una casa realmente apacible. Mientras trataba de saber qué pasaba con Alfi (mi coche), me pegaba un homenaje en la panadería. Esos sitios tienen para mí un encanto especial. Hay veces, que encuentro algunas que tienen muchas cosas que me gustan y no me quiero largar de allí. Le di al desayuno continental a eso de las dos de la tarde que te deja en tu sitio y gracias al que vuelves a sentirte persona. Luego paseo por Irún. No vimos demasiado, quizás porque aunque es la segunda ciudad más grande de Guipúzcoa, tampoco hay mucho que ver. Me resultó muy vasca (sé que es una perogrullada lo que acabo de decir) y algo industrial (recordemos que estuve en un polígono), pero no me entusiasmó de manera especial, aunque me entretuve. El viento y el frío nunca me ayudan cuando salgo de viaje.


Acabamos en la Plaza de Moscú (tiene nombre vasco pero imposible acertar con él) celebrando el famoso día de la Chistorra. Me comí un par de ellas en unos panes hechos con no sé qué, que sabían cuanto menos distintos a lo que acostumbro a tomar. Me gustó. Música tradicional vasca, que me gustó oír las dos primeras horas, pero no las seis que estuve, y ambiente como el de cualquier fiesta popular, pero a lo vasco; mucho alcohol, algo de comida, y a reunirse unos con otros, en definitiva, lo que llevamos haciendo siglos y siglos. Digo a lo vasco porque llevaban trajes típicos regionales y hacían bailes típicos. Mucha gente y muy buen rollo.


Manolo (que será el manager que se encargue de mi próximo proyecto discográfico) nos vino a recoger y nos llevó a la localidad de Andoain donde cerraba el periplo de más de medio mes fuera. Antes tuvimos el reconocimiento médico de la Ertzaina, que nunca ha dejado de saludarme en todas y cada una de las visitas que he hecho al País Vasco y han sido muchas. Esta vez la culpa fue de Manolo que se escapó de un semáforo en rojo. El local de Andoain, el Txitibar, era también de primera, un sitio no excesivamente grande y sin escenario, pero en el que la acústica propia del sitio favorecía la calidad del sonido. Vino al concierto un soberbio guitarrista rumano, experimentado ya, y amigo de Manolo, que hizo de juez sobre mi actuación y me sentí muy agradecido al saber que me había puesto nota, y buena. Su apoyo y sus consejos me los tengo bien guardados. Luego tapeamos a gusto y nos quedamos verdaderamente contentos. Fue un buen concierto, y sobre todo destacar la sensación que tiene uno cuando ve que dedica su vida a esto y que por un momento se cree que puede funcionar y que quizás algún día podría vivir de esta profesión y ser persona haciendo canciones e interpretándolas para otra gente. Una satisfacción muy grande.


Llegamos por poco a las doce de esa misma noche a un autobús que nos dejaba en casa, es decir Irún-Vigo. 16 horas de viaje, y debe ser que estoy tan machacado que ni se me hizo pesado. Pasamos por San Sebastián, Bilbao, Santander, Oviedo, Gijón, Ribadeo, Coruña, Santiago, Pontevedra, y finalmente Vigo, cogí el C4 y a casa. ¡Una pasada! Volví porque mi coche iba a tardar varios días en ser reparado y no tuve más remedio que aceptar que se quedase en un taller en Miranda del Ebro, a dónde tendré que ir a buscarlo en los próximos días.


Mi conclusión después de toda esta aventura es que merece la pena. Merece la pena retarse a uno mismo, salir de casa, jugarse el cuello, apostar por lo que uno cree, perseguir sus sueños, aunque vengan mal dadas, aunque no ganes, etc. Cuando ves que la gente no te respeta duele, y cuesta mantener la cabeza alta, pero si estás satisfecho de ti, y seguro de lo que quieres siempre tienes una motivación para continuar. Dar conciertos por toda España es algo muy grande. Enfrentarte a gente que jamás ha oído hablar de ti, sentir que no tienes a tu coro de colegas en la primera fila y que tienes que ganártelos de uno en uno es algo que te hace mejor músico, más experimentado, más trabajado, porque pasas día a día perfeccionándote. Mucho más sincero y sentido. Económicamente hasta gané algo, no mucho pero algo sí. Personalmente, pude ver a un montón de amigos que no veo con asiduidad, y conocer gente nueva. Musicalmente, ensayo, actúo, aprendo, comparto, y me doy a conocer aunque sea a un reducido grupo de gente. Demuestro que soy un obrero de la música y me mantengo fiel a mí mismo y a mis principios. Ahora toca descansar y pensar en nuevos planes, pero pronto habrá que ponerse de nuevo en marcha.




jueves, diciembre 24, 2009

Sesión de fotos Transporte de Mercancías Portuarias

Sesión de fotos Transporte de Mercancías Portuarias
Fotógrafa: Patricia Fernández
Ciudad: Vigo
Octubre de 2009












jueves, diciembre 17, 2009

Agotadas las 1.000 copias del disco "Turno de noche"



Ha llovido mucho desde que publiqué mi primer disco. Recién cumplía los 22 años. Eran canciones que había compuesto el año anterior, y tres que había rescatado de mi maqueta "Con mis propias manos" que había hecho con 20 años. Fueron aquellos momentos muy prolíficos para mí. Desde entonces he ido más pausado, he buscado la "paciencia" que me recomendaron todos aquellos a los que admiro; Aute, Pedro Guerra, Quique González,... todos me recomendaron calma. Mimar las canciones y trabajarlas una a una.


Hoy, sin darme casi ni cuenta, he caído en que "Turno de noche" mi primer disco se ha agotado. Una disquera sacaría inmediatamente una tremenda campaña de información sobre esto, como dirían ellos, "aquí hay una noticia", y sí, aquí hay una noticia, aunque sólo me importe a mí. Esto significa que poco a poco el tiempo da o quita la razón. Me siento orgulloso de lo que hice, y me alegra haber compartido ese trabajo con 1.000 personas, más las 500 que recibieron en su día el "sencillo promocional". Guardo muchos comentarios en mi memoria, de lo que percibieron los que lo escucharon y los que de alguna forma lo hicieron suyo. Ahí está la vida de un disco, que es más que eso, es una obra musical en un concepto mucho más amplio que el de conjunto de canciones. Incluía dibujos, fotos, textos literarios, y sobre todo, vida, historia, reflexión y pensamiento, sentimiento, sueños...




No voy a entrar a valorar la cifra, es la que es. Sé qué cosas se pueden mejorar y cuales repetiría. Por ahora no se va a reeditar, y no fabricaré la segunda edición, al menos no hasta que aparezca un patrocinador. La solución más posible es que aprovechando la publicación de mi segundo disco, se saque la segunda edición de este álbum, de lo que sabré más cosas y con mayor precisión a lo largo del 2010.

Gracias a todas las personas que compraron el álbum y me contribuyeron a que mi trabajo pudiese ser más libre, más auténtico, y más independiente.

miércoles, diciembre 16, 2009

Nuestro sueldo en Huesitos

Por fin juntos de nuevo!!

El jueves por la noche, luego del concierto en Granollers, en la sala La Puput, donde por cierto estoy convencido que repetiremos puesto que lo pasamos en grande, Albert y yo tomamos una decisión: nos íbamos juntos a Castilla-León. Alli me esperaba Cachuli (Jesús Bravo) otro de los miembros de nuestra pandilla en Cuba. Nosotros nos conocimos todos en la escuela de arte de La Habana y allí tocamos juntos y nos hicimos íntimos amigos, tanto es así que desde entonces hemos seguido en contacto y siempre hablamos sobre el proyecto de mi segundo disco, en el que ellos participarán, pero que nunca llega, como ya muchos/as sabéis.

El hecho de que a las tantas de la madrugada nos sintiésemos tan felices, tan contentos, tan animados a seguir adelante, me quitó un montón de responsabilidades de la cabeza, sólo pensé en seguir adelante, y es lo que tiene un buen amigo, que es capaz de imprimirte fuerza a base únicamente de compañía y afecto. Así que fuimos a darle la sorpresa a Jesuli y a reunirnos por primera vez desde que abandonamos la isla caimán.

El viaje fue pelotudo. Además de que tardamos casi doce horas en llegar (salimos a las cuatro de la mañana y llegamos a las cuatro de la tarde), tuvimos que detenernos mucho tiempo por la niebla, pernoctar en el coche, y comer mandarinas y sandwiches, como mandan los canones del rock and roll de carretera. Al llegar la sorpresa fue mayúscula. El encuentro estuvo de coña. Asaltamos la nevera de nuestro “campero” amigo y le liamos para ir a tocar esa misma noche todos juntos.

Esa noche actuamos en la Sala Babylon. Hubo unas 30 personas. El frío fuera era salvaje, pero luego de trasladar todo el equipo nos soltamos y nos pusimos a carburar. La gente nos recibió bien, con algo de indiferencia en algunos casos, pero con respeto. Lo pasamos bien, y en cuanto acabamos ya teníamos ganas de hacer modificaciones, retoques y demás. Ellos se lo tomaron con sarcasmo y yo con algo de decepción, cuando el local decidió pagarnos con unos Huesitos, ¡Sí! ¡Deliciosas barras de chocolate! Como detalle no está mal pero... Nos iban a dar 3€ por entrada salvo por el detalle de que no cobraron entrada y de que obviamente la gente que había en el bar, no iba por nosotros, porque a nosotros no nos conoce nadie, pero aún así... en fin, esto lo cuento para que el público en general sepa como son estas cosas.


El fin de semana fue absolutamente increíble. No queríamos volver a separarnos nunca. Lo pasamos tan bien juntos... siempre hemos estado muy bien conectados y aunque pase tiempo sin vernos nos acoplamos perfectamente. El domingo Albert, “rizitos de oro”, tenía que irse, y no quería. ¡¡Fue tan gracioso!!! Parecía que teníamos diez años menos. Pero antes de eso estuvo el sábado.

El sábado tocamos en El Savor, un local muy chulo de Salamanca, donde tienen una más que cuidada programación de conciertos, y que además tiene fama, por sus mojitos y porque es un sitio de encuentro para quienes saben y gustan de bailar salsa, merengue, bachata,... Nosotros no bailamos, pero miramos, que también divierte. Además el concierto sonó bien. Adecuamos ciertas cosas y sonó mejor que la noche anterior. Hay unos cuantos vídeos en youtube que así lo constatan. Tenerlos sobre el escenario conmigo permite llevar las canciones más allá. Le dan otro peso.


Compartí escenario con tres amigos cantores, con los que llevaba un montón de tiempo queriendo tocar, y a los que admiro enormemente. Por un lado Fernando Álvarez, un tipo agudo en sus letras, capaz de hacer morirse de risa al personal con su canción de la fea en internet y que lo llamen de Buenafuente, además de tratar las relaciones de pareja en sus canciones con mucha chispa. Luego Javi Ezpeleta, “el tapado”, está como una cabra, parece que desvaría, pero luego se saca una voz muy fina, y unos guitarreos incomprensibles para los que no tenemos ni papa de cómo va esto. Y por último, Fernando Maés, uno de esos cantautores de toda la vida, que le ves y te dices a ti mismo, yo de mayor quiero estar así, disfrutar subiéndome al escenario, sacar mis discos, y seguir teniendo mi luz propia; un ejemplo a seguir. Cantamos “Las cuatro y diez” de Aute juntos, y claro, me trajo recuerdos. El público llenó el local. 100 personas (muchas chicas) rompían su silencio entre canción y canción, y eso significa que esta gente sabe dónde va y por qué, es decir, no eran nuevos en esto, se veía que gustan de la música en directo y que consumen arte y cultura. Eso es algo que se agradece y mucho.

Salva, el encargado del Savor se portó muy bien con nosotros, y Fernando Álvarez, Javi Ezpeleta, y Fernando Maés, más, así que nos fuimos a celebrarlo en la noche salmantina. ¡¡Menuda ciudad!! Todos los garitos hasta la bandera. Aunque hace un frío de respeto, las chicas no se cortan a la hora de tirar de falda, y a partir de la segunda copa la gente se desinhibe mucho. Nosotros cantamos y reímos durante horas y horas, sin tener muy claro cuándo ni dónde acabaría la noche. Una espectacular cena en casa de familiares de Albert nos había dado energías para rato, y la sensación de que por fin estábamos juntos de nuevo más.

Tenemos plan. Luego de hablar pausadamente sobre el proyecto, hemos decidido ponernos a ello. Así que puedo afirmar que a partir de la primera semana de enero empezaré la grabación del que será mi segundo disco. Vamos a intentar grabarlo a coste cero. Hacerlo sin prisa, trabajando cada tema de manera artesanal, dotándolo de aquello que pide, haciéndole su traje. Cuento con buenos amigos, que están con ganas, que conocen mi trabajo, que están familiarizados con las canciones y que quieren aportar su arte a las mismas, además, saben las que he pasado para llegar hasta aquí, y en muchos casos se sienten identificados. Ellos me dicen que es un trabajo que tenemos que hacer, aunque lamentablemente por ahora sea imposible sacarlo a la luz y publicarlo, vamos al menos a empezar a hacerlo.

A partir del día 1 de enero este blog adquirirá un nuevo rumbo. Si durante el 2005/06 sirvió de diario de aventuras de mi experiencia en Cuba, lo que luego sería un libro de 100 páginas sobre mi vida allí, más tarde me valió este blog para contar mis noticias musicales, y hoy, con un diseño mucho más moderno (gracias a Muxoyuyo -ver en mi lista de blogs-), es una mezcla de asuntos personales, con críticas de cine, de libros, noticias musicales, etc. pues bien, a partir de enero iré relatando cual hoja de ruta, todos los entresijos del nuevo disco, y desvelando todo lo que vaya sucediendo.


Grabación del tema "Seguro no hay nada" por parte de una persona del público:




Canción: "Hoy no habrá nadie que nos pare"






Comentario de la película: "2012"


Valoración: 5


Mal asunto cuando una película no gusta entre los expertos pero si es salvada de la quema por los palomiteros que pasan de cuando en vez por taquilla. La película habla, -como no podía ser de otra forma, siendo dirigida por Roland Emmerich (Independence Day, Godzilla)- de desastres naturales, del apocalipsis y de la desaparición del planeta. El único desastre es la película en si. Fatal. No puede ser que vayas al cine y que te sientas capaz de hacer el guión sobre la marcha, tanto es así que me recordó a los juegos de ordenador en los que te invitan a dirigir tu propia película y con los que te pasas una agradable tarde jugando a ser Steven Spielberg. Pero no, en este caso hablamos de una mega producción perfectamente encorsetada en las directrices de Hollywood y que mal que nos pese se sabe taquillera.


El guión es sumamente pobre, es más, me atrevería a decir que ni cuenta. Mucho se ha hablado de que está basada en profecías mayas, pues bien, tres minutos dura la explicación sobre los mayas, contada de manera muy estúpida para mayor inri, y luego la película dura dos horas y media de abusos ridículos en escenas cómicas sacadas de contesto, en situaciones del todo inverosímiles (se acabe el mundo o no) en falsos momentos heróicos, idealizados y americanizados, y únicamente tienes la sensación de que algo tiene sentido por el hecho de que los personajes sean personas, es decir, actores de carne y hueso. Si te dicen que todo es una chorrada te lo crees. El problema está en el público, en las ganas de pensar en algo, y como la peli no aporta nada, pues entonces a la gente le da por imaginarse que el mundo se acaba en dos años, y claro, hasta hay quien se asusta.




Se parece tanto a otras cintas, está tan manido, que hasta muchas de las escenas te da la sensación de que ya las has visto. Tanto es así que puedes ir narrando la película y jugar a anticiparte a lo que va a pasar. Sólo fallas cuando al director se le va la mano y se pasa en lo ilógico de la trama. Hay partes moralistas completamente increíbles, tratadas y metidas a calzador, hay bromas que no encajan, que te parecen ridículas tal y como se desarrolla la trama, y todo te devuelve a donde siempre, ya hemos visto esta película cientos de veces, y sigue resultando la misma estupidez.




John Cusack participa del mismo modo que lo podría haber hecho cualquier otro, y ese es el problema; vale que sea el protagonista de la película, vale que se gane un buen dinero, vale que le vaya a ver mucha gente y aumente su popularidad, pero realmente esta película como actor no le aporta absolutamente nada, es más, habría resultado mejor meter a un desconocido, como se hizo en District 9.


Si realmente quieren ver algo que asuste sobre el fin del mundo, vean el documental de Al Gore.




Sinopsis en castellano: (advierto: engaña)









jueves, diciembre 10, 2009

Saben aquel que diu...



El sábado a las siete cargué el maletero con todo lo necesario para la gira de más de dos semanas que me espera por Cataluña, Castilla-León, y País Vasco, sin olvidarme of course de Galicia. El coche no arrancó y descubrí que me había quedado sin batería. La gente de "La casa de los sueños" se vino desde Verín, donde tocaba esa noche, a buscarme a casa. No olvidaré nunca el detalle. Esas cosas quedan grabadas a sangre y fuego en mí. Su interés, su respeto, y su cariño, hacen que me sienta en deuda con esa gente. Bajo el diluvio universal, que parecía querer decirles a los reunidos en Copenhague, que lo del cambio climático va muy en serio; ojalá salga algo en claro de tanta palabrería. Les pagamos sus sueldos para que tomen decisiones, no para que charlen mientras viajan y se toman cafés y canapés.


El concierto en Verín estuvo bien. Me reencontré con un viejo conocido del colegio; Daniel Álvarez. En cuanto lo vi me acordé de él. Un buen tipo. Buena persona. Recordamos viejos tiempos. Hubo 45 personas en el local, y tuve momentos en los que me sentí muy a gusto. Conecté con alguna canción que me llevó a otros sitios y a otros momentos. Un cerrar de ojos para saborear algo que te recuerda a antaño, o un olor que te recuerda mejores momentos.



Luego me fui a acostar al hotel. Estaba sólo, y eso crea un vacío extraño. Perdido en una pequeña ciudad fronteriza con la vecina Portugal, bajo un manto de agua, y lo único que me salvó fue una llamada. Nunca apaguéis el teléfono por la noche que es cuando más os necesito.

El domingo volví a Vigo a por el coche y a coger algunas cosas que me faltaban. Aún tuve tiempo de pasarme por la tienda una horas. Es de locura, lo de que se curre desde la primera semana de diciembre hasta mediados de enero todos los días incluídos los domingos, y sólo se descansen 3 días...madre, menos mal que este año paso del tema. Estoy a punto de terminar de pagar todo, y de deshacerme del material, ya que estoy liquidando, y la gente adelantando compras. En cuanto pueda, cierro.



Lunes y martes los pasé en lérida. Allí visité a una amiga, que se portó genial conmigo, y que me trató de lujo. Nunca olvidaré los detalles Diana. Tuve muchas horas de coche. Mil kilómetros a pelo y sólo. Eso da para preparar una guerra. Dormir en el coche nunca es bocado de buen gusto, pero mi saco de dormir es bastante agradecido y frío no paso. De Lérida, vi el río segre, la fortificación amurallada que corona la ciudad, el periférico barrio del Secano, bailé -lo intenté- música latina, y visité un local con encanto llamado "El antares" que por un momento me trasladó a Churruca. Estuve muy observador, muy analítico. Hay veces en el que los polos magnéticos se invierten, hay veces en que te sientes utilizado y no protestas, hay veces en que te preguntas porqué la luna es tan blanca si toma tanto el sol, o porqué se expande el universo. Momentos, como diría Quique González, en los que desearías entrar en los sueños de alguien.



Ayer me vine a Barcelona a ver a Albert Casanova y a mi amigo Manuel "El tolo", un mítico del barrio. Con ambos estuve hace un par de semanas y me alegra volver a verles. Espero poder encontrarme con mi amigo Álvaro Calderón y su chica, pero siempre anda muy ocupado. Me fui al programa de Buenafuente. Ha sido algo realmente gracioso. Lo pasé muy bien. Yo he participado en tres programas de la tele, y éste era el primero al que asistía como público, y me divertí mucho. Lo cierto es que está muy bien lo que hacen. Siempre me ha atraído la tele, aunque verla me resulta un coñazo en la mayor parte de los casos, hay programas que se salvan. Este sin duda es uno de ellos. Al final participé en una broma que hicieron y que saldrá el día 23 de diciembre. Tengo mi minuto de estupidez. Soñé con que algún día me inviten a actuar allí y me entreviste el Andreu. Sería algo muy divertido, sin duda.

Las novias y los coches

Las novias y los coches tienen un punto en común; salen carísimas/os. A mi novia siempre trataba de tenerla contenta, como no puede ser de otro modo, y claro, eso exige a veces hacer un pequeño desembolso, porque no es fácil sorprender a coste cero, a veces lo conseguía pero otras tenía que rascar un poco. Cuando me dejó pensé en todo lo que perdía, que era mucho, en todas las cosas sin las que me quedaba y que me gustaban, era feliz con ella y nunca pensé que fuese a acabarse porque la amaba. Por otra parte, pensé que me ahorraría unas monedas, -aunque quiero dejar claro que prefiero gastarlas si se trata de estar con ella- así que como hay que buscarle algo bueno a todo, pues ese era un punto. Pero ese mismo año me había comprado el coche, y he descubierto que es peor que tener una novia caprichosa. Te gastas más pasta, y te deja igual de tirado cuando le da la gana.


En los últimos días, -cosas del destino-, he ido cuatro veces al taller en una semana. Primero unas luces (yo notaba que el resto de coches iluminaban más que el mío), luego se quedó seca la batería, luego se pinchó una rueda, revisé el aceite, el líquido de frenos,... A partir de ahora si una chica quiere ir al palco vip de la parte de atrás le cobraré mantenimiento. De todos modos he de reconocer, que gracias al coche anteayer estaba en vigo, luego pasé por valladolid, lérida, ahora Barcelona, mañana de nuevo valladolid, pasado salamanca... He pasado muchas horas ahí sentado pensando en montones de cosas, teniendo conversaciones conmigo mismo en alto, midiendo mis palabras, preparando alguna confesión que luego no soy capaz de soltar cuando llega el momento,... muchas veces llego tarde a los sitios, otras llego a lugares dónde no me esperan, pero no puedo negar que me siento feliz de poder vivir cada día una aventura, de tener algo que contar, de poder compartir experiencias muy enriquecedoras.


Muchos grandes artistas, bohemios y románticos, mueren siendo pobres y sin reconocimiento. Cuando esos artistas nacen con pocos posibles, mueren en el momento en el que se dedican a otra cosa que no sea potenciar su arte. Quiero huir de eso. Tengo derecho a intentarlo.

miércoles, diciembre 02, 2009

Comentario de la película: "Buscando a Eric"


Valoración: 6

¿Una película sobre Eric Cantona? Había tan pocas opciones deseables en la cartelera que nos la jugamos con el film de Ken Loach, de quien no había visto aún ninguna película, aunque tenía interés ya que he leído muy buenas referencias de sus cintas. Considerado como el heredero del cine realista de corte social europeo, Loach ha dedicado su vida a la televisión y al cine. Director inglés, recibió sus mayores reconocimientos por la obra "Tierra y libertad" de 1995 en la que aborda -curioso- el tema de la guerra civil española. Se distingue su cine por su caracter trotskiano, su sublime retrato de la clase obrera, en contraposición a la burguesía, su inconformismo social, y su exposición cruda de la realidad, de la calle, de sus gentes. Llama la atención que para dotar a esta película de mayor espontáneidad en la interpretación de las escenas por parte de los actores, en determinadas ocasiones no les explicó la secuencia hasta el mismo momento de rodarla, y dejó determinadas acciones sin marcar, para que fluyesen de forma lo más natural posible, rodando toda la trama de forma cronológica. Lo que más me gustó de la cinta de Loach es poder identificar a los personajes de una manera tan franca, de un modo tan humano, es decir, tener la sensación de que esos tipos pueden ser tus propios vecinos. Pensar en que podría rodar escenas en el bar de tu barrio sin preparar nada. Eso me gusta. Es auténtico. Es real.


¿Quien no se subió el cuello de la camiseta como Cantona antes de lanzar una falta en el colegio? ¿Quién no lo hizo cuando se sentía más seguro, más fuerte? Eric Cantona nunca ganó grandes cosas en el fútbol, ni a nivel colectivo ni a nivel individual, y sin embargo todos lo recuerdan. En inglaterra, y concretamente en Manchester es un ídolo. Todos los que gustamos del buen fútbol tenemos un buen recuerdo de él. Me alegra verlo de actor. Lo cierto es que siempre me trasmitió buen rollo. Da la sensación de hombre de marcada personalidad, con las cosas claras, con alta autoestima, un luchador, un valiente. Eso gusta y no pasa desapercibido. Si encima tienes buen corazón, entonces encandilas al personal. En la película lo tiene fácil. Hace de si mismo. Me gustan las imágenes de cuando jugaba al fútbol y los goles. Cae bien, y te ries con él.



El dúo que hacen los dos protagonistas; Cantona y Steve Evets, es de lo mejor de la película. El papel que hace este último tiene mucha miga. Uno siempre se siente solidarizado con los desposeídos, por un lado sientes lástima, por otro te hace gracia alguna de las esperpénticas situaciones que debe atravesar. Y es que la decadencia produce estas cosas. Para esto recomiendo una película española nada conocida pero con la que no paras de reir (yo llegué a montar tremendo escándalo en el cine porque no podía parar) y que además le sirvió al actor español Juan Diego para recibir el Goya 2007 al mejor actor por su interpretación, titulada "Vete de mi", en la que también participan Juan Diego Botto y Rosa María Sardá.



El resto de actores del reparto de "Buscando a Eric" no son conocidos fueran del reino unido, pero mantienen el pulso. La cinta tiene su parte de fantasía y surrealismo, algo poco usado por este director, pero lo compensa con dosis de humor. La resolución del entuerto recuerda un poco al qué hacer del "Equipo A", y tiene un desarrollo un tanto típico. Desde luego resulta una película fácil; fácil de ver, fácil de hacer, fácil de entender. Sé valiente, enfréntate a los problemas, afróntalos, acéptate a ti mismo, no te escondas, no ocultes lo que sientes... me parece que lo que evoca es interesante. Un buen rato de cine... y Cantona!!


Sinopsis en castellano: