domingo, diciembre 30, 2012

Fotografías del concierto en el Polonia Teatro de Buenos Aires - 21.12.12 - por Alarido Producciones




Concierto Polonia Teatro Buenos Aires
- 21 de diciembre de 2012 -
por Alarido Producciones













Este trabajo ha sido realizado por Alarido Producciones.
Página oficial de facebook:


Concierto de Samuel Leví y Los Niños Perdidos
Polonia Teatro - Barrio Palermo - Buenos Aires (Argentina)
Viernes, 21 de diciembre de 2012


Formación:
Samuel Leví - Voz principal, guitarra española, armónica.
Martín "Rock" Angulo - Guitarra acústica, coros, técnico de sonido.
Patito Alvarez - Guitarra solista
Yamil Gulman - Guitarra eléctrica
Cristian Torres - Coros
Facu Torella - Saxo


Invitados:
Pato Leda - Guitarra acústica y voz.
Lucía Muniagurria - Cantante.
Nico Mastellone - Guitarra eléctrica.

martes, diciembre 18, 2012

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 11 - Calma chicha (parte 2/2)

11.- Calma chicha   (parte II de II)


Buenos Aires, 16 de diciembre de 2012



De adolescente mis amigos/as siempre me decían que cuando las cosas fuesen bien les llevase conmigo. Y si, los/as quiero conmigo. Ojalá pueda reclutar a un buen puñado de amigos/as para trabajar juntos. Eso es algo maravilloso que la música permite y quizás otras profesiones no tanto; puedes hacer partícipes a tus amistades. A veces me siento un poco descuidado con los amigos, como si sintiese que no estoy encima de ellos todo lo que debiera. Siempre pasé mucho tiempo con mis amistades. Solía llamar a todos después de clase. Conocía de sobra dónde vivían y llamaba al timbre para preguntar si estaban y visitarles. El típico amigo que aparece por sorpresa, vaya. En ese sentido mi madre siempre me acusó de “perder demasiado tiempo con los amigos”. Pero ellos han sido la familia que de algún modo me faltó. Nunca busqué ser el líder, el más popular ni nada por el estilo, posiblemente sólo compañía, afecto. Esa carencia creo que sé de dónde viene… Organizaba conciertos, reuniones, fiestas, encuentros,… trataba de hacer planes para que estuviésemos todos juntos. No podía tener sólo una pandilla. Siempre tenía que estar con todos. Recuerdo una época en la que me sentía agobiado porque sabía demasiados “secretos” de demasiada gente, y claro, temía decir algo que no debía en un momento inoportuno, o confesar algo de forma imprudente. Sentía que los demás confiaban en mí, y ganarme su respeto, y su valoración me llenaba porque de alguna forma consideraba que estaba siendo bueno con los demás, y de ese modo, la vida me recompensaría de alguna manera. 


Aún me sigo sintiendo un poco mal por no poder dedicarles el tiempo que creo que merecen. Me encantaría poder hablar de seguido con todos, demostrarles más que me preocupo por ellos, que estoy a su lado, que pueden contar conmigo… pero luego me doy cuenta que por mucho esfuerzo que haga es imposible. Mis amigos saben bien donde estoy, y qué significan para mí. Las cosas se demuestran con hechos más que con palabras, y la vida continúa, conoces gente nueva cada día, creas nuevas relaciones, etc. Ya no es como cuando éramos más pequeños que tus amigos vivían todos en tu ciudad, y no era necesario ni llamarlos porque te los cruzabas en la calle, en el instituto, o en el bar al que todos solíais ir. Ahora no. Ahora aprecias ese día en el que por suerte podéis encontraros tres o cuatro en un mismo sitio, haciendo hueco en la respectiva agenda de cada uno, para poneros un poco al día. Siendo sinceros… hace 16 meses que no veo a ningún amigo, es más, en todo este tiempo, sólo he visto a un colega que casualmente estaba dando la vuelta al mundo, y por eso me lo crucé. Eso marca. No sé aún de qué modo. Imagino que me daré cuenta con el tiempo. Me sirve también como ejemplo de que una vivencia como esta, te desarrolla mucho en el plano personal, ya que te expone a situaciones a las que no estás habituado, te enfrentas a verte solo, a no saber bien cómo actuar, porque la gente que te rodea no te conoce, ni tú a ellos, y tienen maneras de ver las cosas distintas a las tuyas, no sólo a nivel cultural, sino en la propia idiosincrasia de la sociedad, porque por mucho que puedas intentar emparentar la sociedad española con la argentina, y aún teniendo ciertos puntos de contacto, luego cada una tiene su propia naturaleza. 


Ahora me resultaría raro volver. Me sentiría como si me encerrasen una tarde en una habitación vacía. Me explico. Aquí siento que estoy haciendo algo, que cada día doy un pequeño paso, y encima, me da la impresión de que en cualquier momento puede abrirse una puerta. Seguramente no suceda nada, pero es lo que tienen las ciudades grandes, te hacen creer que sí. Todo es nuevo para mí. No paro de tomar apuntes, notas, referencias. Eso luego irá de un modo u otro en mi próximo álbum. En mi ciudad llamé a todas las puertas, hice todo cuanto se me ocurrió, quemé todas las naves. Quiero volver para hacer un nuevo trabajo, emprender una nueva aventura, y creo que no es el momento aún. No está el panorama nada alentador, a pesar de que este tampoco sea el mejor lugar para esconderse de una crisis, porque… ¡Ya me contarás!, pero creo que uno se da cuenta de esas cosas, sabe cuándo es el momento. Volverme sería sentirme atrapado. Disfruté mucho de cada cosa que hice en Vigo en mi última etapa allí, y tengo ganas de reencontrarme con mi gente y mi ciudad, pero siento que aún no he sacado todo lo que puedo obtener de esta inmensa ciudad de Buenos Aires


El verano argentino se presenta diametralmente opuesto al anterior. Enero y febrero de ’12 fueron un poco peñazo, para qué negarlo. Encerrado en mi habitación, sin planes, sin apenas amigos, y sin conciertos, viendo la ciudad casi vacía, muerto de calor,… pero ¡No me pillan en otra! La experiencia es un grado, y este año será diferente. Por fin ¡Viene mi madre! La verdad es que todos sabemos cómo son las madres por naturaleza; pesadas. Muy pero que muy pesadas. Pero tu madre es tu madre, y yo echo ya de menos a la mía. Pasaremos casi dos meses juntos. Espero que podamos recorrer parte de este inmenso y precioso país, y aprovechar para conocer sitios fantásticos. Es una lástima que habiendo venido a vivir a Argentina no conozca nada más que Buenos Aires y algunas zonas de la provincia, y es que los propios porteños me dicen que lo mejor y más bonito está fuera de capital. 


No quiero adelantar acontecimientos, no vaya a ser que luego no se realicen, pero de entrada iré un par de semanas a Mar de Plata, costa argentina. Fiesta. Hemos formado un grupo de ocho personas, todos músicos, chicos y chicas, y queremos asaltar la costa. Tocar por el día donde sea y como sea, y amenizar las noches en terrazas, restaurantes y pubs, con canciones de todos nosotros, versiones y demás. Alguna vez habré soñado con algo así. Ni os imagináis lo emocionados que estamos con la idea. Es lo que más me puede apetecer en este momento. 


También es posible, que salgan algunas fechas de conciertos, que colabore con otros artistas, etc. Estoy abierto a todo cuanto pueda suceder. Serán dos meses lúdicos, dos meses de refrescarse, de sanación. Me apetece incluso hacer el gamberro, que ya me he portado bastante bien últimamente. La reunión con mi presidenta particular, Doña Rosa, servirá para que ambos nos aconsejemos y nos contemos las ideas de futuro, ella recién jubilada y con todo el tiempo del mundo para emprender nuevos retos, y yo en medio de un viaje hacia ni se sabe, y que sólo terminará cuando la salud no acompañe.
¡Hasta la próxima!



PD.- Os dejo un interesante y didáctico video que creo que ilustra bien la idea de este capítulo. Se titula: “¿Te atreves a soñar?”



lunes, diciembre 17, 2012

Cartel concierto Polonia Teatro [Buenos Aires] 21/12/12 - Samuel Leví y Los Niños Perdidos



Samuel Leví y Los Niños Perdidos 
+ artistas invitados


Viernes, 21 de diciembre de 2012
Polonia teatro (Fitz Roy, 1477 - Palermo - Buenos Aires)
a partir de las 22:00h

Música y fiesta. Momento de compartir con amigos/as. Inicio del verano. Final de los exámenes. ¿Dia del juicio final? Canciones que el tiempo trae a estos días, canciones que siempre están, canciones que van llegando,... Sorpresas. Despedidas.

Todos los que quieran participar subiéndose al escenario a compartir con nosotros, que nos avisen. Están invitados. Iremos avisando de quienes participan.

Aforo limitado

Precios:
Entrada simple 20$
Entrada + cd promo 25$
Entrada + cd oficial 30$

* Para conseguir las entradas anticipadas, podéis poneros en contacto con nosotros a través del muro de este evento.


¡¡Gracias por ayudarnos a difundir este evento compartiéndolo con vuestros amigos/as!!



Premio nacional del Instituto de la Juventud ‘09

+ información:
www.myspace.com/samuelevi
www.samuellevi.blogspot.com
www.youtube.com/samuellevicantautor
www.samuellevi.bandcamp.com
www.creatudisco.com/creador/samuellevi
www.herzio.fm/band/samuelleviylosninosperdidospaginaoficial
Twitter: @samuellevisoyyo
tuenti: Samuel Levi

Facebook: Samuel Leví y Los Niños Perdidos
www.facebook.com/samuellevimusica

Aplicacción para Iphone, Ipad, Android

https://itunes.apple.com/app/samuel-levi-y-los-ninos-perdidos/id566437973?mt=8

https://play.google.com/store/apps/details?id=com.adianteventures.adianteapps.samuel_levi_y_los_ninos_perdidos

domingo, diciembre 16, 2012

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 11 - Calma chicha (parte 1 de 2)

11.- Calma chicha   (parte I de II)


Buenos Aires, 16 de diciembre de 2012


Dicen que después de la tormenta, llega la calma. Así es. He pasado unos meses en los que no encontré el momento para escribir, y tampoco tuve ganas. Necesitaba tiempo. Me encerré en el estudio casi sin darme cuenta. Ese es mi cable a tierra aquí. Venir a vivir a Buenos Aires te da múltiples opciones. Sigo pensando que es una gran aventura, y me sigo sintiendo un afortunado, un poco incauto quizás, y no sé si valiente como me dicen algunas amistades, pero sí o sí un tanto inconsciente, porque… cuando aún me preguntan cómo se dio esto de venirme acá, sigo pensando la de casualidades que se dieron cita para que finalmente esté donde estoy, y cómo una decisión que de primeras parece nimia, puede llegar a convertirse en fundamental en tu vida. 



Uno busca motivos que lo aten a un plan, a un sitio, a un objetivo, y en el fondo pienso que en realidad no deberíamos preocuparnos tanto por la meta y sí mucho más por el camino, por disfrutar cada instante, preocuparnos menos por preparar una buena respuesta, y hacernos más preguntas. Creo que la gracia, la sal de la vida, está en descubrir, en aprender, en experimentar, en conocer,… de pequeños jugamos, todo gira en torno al juego, el juego hace que compitamos, que nos demos a conocer, que superemos nuestros límites, que nos divirtamos, que exploremos,… de mayores perdemos un poco eso.


Aquí está tocando la guitarra Pato Romero. La chica es Lucía Muniagurría, amiga con la que paso mucho tiempo. El que menos se ve, soy yo.

Estoy aprendiendo. Principalmente música, mucha música. Quizás no hay un objetivo claro ni determinado. Estudio piano, aunque quizás no llegue a ser nunca un gran pianista. Estudio canto, estudio armónica –y me maravillo de la cantidad de sonidos que se le pueden sacar a algo tan pequeño y aparentemente/falsamente básico-, estudio guitarra, lenguaje musical, armonía, etc. Toco en un ensamble en el que preparamos canciones de estilos musicales que me son ajenos, y con los que no disfruto demasiado, pero con los que aprendo. Toco con mis amigos, con “los niños perdidos”, colaboro con amigas decorando sus canciones, escucho mucha música, tomo referencias, etc. Y todo ello, me está haciendo desarrollarme como artista, y me siento bien. A eso le ponen nombre, planes de estudio, calificaciones, tareas, ejercicios prácticos, etc. Pero lo que realmente me importa es que cada día la cocina está más llena de instrumentos e ingredientes, y que luego soy yo quien me hago el plato que me apetece, y quien quiera está invitado a probarlo y a degustarlo conmigo en un concierto, o en su casa, su coche, su oficina… es parte de la magia de la música; lo invade todo. Siempre he hecho lo mismo, sólo que ahora tengo más posibilidades. Cuando no tengo nada, cuando me cuestiono qué estoy haciendo, paro un segundo y pienso que estoy aprendiendo lo que me gusta, y eso lo compensa todo.


Llevo mal las rupturas, es cierto. Soy de no dar mi palabra si no tengo claro que voy a cumplir con algo. Lo normal es que no puedas contar conmigo, que no esté en la lista, que no confirme presencia, que no forme parte. Pero si me comprometo, lo hago de verdad. Si algo me gusta, me gusta en serio, me gusta de veras. Vivo la vida con mucha pasión, con entusiasmo. A veces me da la sensación de que estoy siempre al límite, como si no existiese mañana. No sé de dónde me viene eso, pero me gusta que sea así. A veces me juega malas pasadas mi impronta, ser tan acelerado para según qué cosas, las ansias de que cada día pase algo diferente, la impaciencia, que se entremezcla extrañamente con mi capacidad de ser constante en aquellas cosas en las que creo. Y, aunque voy y vengo, aunque no paro quieto mucho rato, cuando he estado con alguien de verdad, cuando me he responsabilizado –que ha sido muy pocas veces- lo he pasado fatal en el momento de la ruptura, seguramente porque con esas pocas personas, -hoy evitaré decir su nombre- nunca quise terminar.


Luego pasa el tiempo y lo ves todo en frío, y tratas de hacer un análisis más objetivo, pero ya no tiene gracia ninguna. La gracia estaba en el instante en el que aquello te parecía el centro del universo, en el que creías que todo giraba en torno a la otra persona, y en el que te desesperabas en tu habitación rememorando sus palabras, sus gestos, releyendo los mensajes, viendo fotos, y preguntándote cómo pudo estropearse todo, porque para mayor incidencia, he tenido la mala fortuna de que en mis relaciones, no me he portado mal, que es algo que quieras o no, siempre te pone las cosas más fáciles. Me explico: si sabes que has estado mal, que te has equivocado, que no has estado a la altura, si conoces tus errores, puedes en el futuro no volver a caer en ellos. Si tú mismo asumes que has fallado, la próxima vez le pondrás más ganas para hacer las cosas bien. Pero… ¿Y si no tiene nada que ver contigo? ¿Puede realmente no tener nada que ver contigo? Pero… si una relación es cosa de dos ¿Cómo no va a tener que ver contigo? Y entras en la espiral de nuevo, de preguntarte quién tiene la culpa, qué estuvo mal, cual fue el error… y es insano, y no lleva a nada, porque suele ser más simple de lo que uno cree, y porque muchas veces la respuesta está del otro lado, no en ti. Si es que somos mucho de mirarnos a nosotros mismos, y no nos damos cuenta de qué tenemos a nuestro lado. Así que tuve una ilusión y la perdí. Terminó.


Para encontrar el equilibrio volví a mi centro aquí; el estudio. En eso he estado todos estos meses. Cada vez el nivel es mayor, cada vez empleo más horas en ello. En una semana sabré cómo son los resultados finales. Llevo 16 meses en Buenos Aires. Vine por un año, pero ya véis, la cosa se ha ido alargando, y es que siento que en una escuela como la EMBA es mucho lo que puedo aprovechar y mejorar. Tengo muy buenos profesores y una relación muy buena con ellos. Hay un método de trabajo y estudio muy interesante y muchos medios a mi disposición, y es algo que me quedará para siempre. Desde luego se lo recomiendo a todas aquellas personas que les guste la música y quieran aprender. Me aplico largas jornadas, desde nueve o diez de la mañana hasta las siete, ocho, o incluso nueve de la tarde. Es cierto que en la escuela tengo gran parte de mis amistades argentinas, y que cada día más se va consolidando mi amistad con unos y con otras, así que hay tiempo para relajarse, pero siempre en un ambiente que creo que es muy conveniente para lo que quiero hacer en un futuro.


De mi vida aquí no he tocado casi nada. Siento que apenas ha habido cambios sustanciales. Sigo viviendo en el Magandhi Hostel (por raro que parezca), y sigo viendo cómo van y vienen huéspedes. Algún amigo/a me ha ido quedando de su paso por aquí, pero en este tiempo se puede contar con los dedos de las manos quien se ha mantenido viviendo aquí de forma permanente desde que yo llegué; pocos, muy pocos. Su buena ubicación ayuda a que no me haya movido. Eso, y que no quiero gastar más en hospedaje yéndome a otro sitio más caro. Mejor malo conocido…


He trabajado durante cerca de 9 meses como encargado/recepcionista los domingos, en extensas jornadas de 14 horas, a veces relajadas (dejándome tiempo para hacer mis labores musicales en internet), a veces estresantes y agotadoras, teniendo que multiplicarme por varios, y estando en varios sitios al mismo tiempo. No se puede hacer, pero puedes lograr que parezca que sí. A mí personalmente me sube la tensión cuando me veo obligado a ello. Ahora me tomaré los meses de verano argentino y vacaciones, para repensar el asunto, porque os puedo asegurar que lo que cobro es ridículo, tanto, que no tengo ningún amigo argentino que esté dispuesto a reemplazarme en el puesto. Lo hago porque me cae bien el dueño, porque no supone un gran esfuerzo para mí, y porque lo poco que me gano mitiga mis gastos, e incrementa algo mis ahorros, siempre con vistas a poder sacar algún proyecto musical en el futuro con mi propio sello, siendo independiente como lo he sido siempre hasta ahora, a pesar del sobre esfuerzo que conlleva, y lo caro que sale. 

Aquí están algunos de mis mejores amigos, parte de "los niños perdidos" de Argentina. En el saxo; Facu Torella. En la guitarra solista; Patito "pichichi" Alvarez. En los coros; Cristian Torres. Yo le doy con furia a la guitarra española.


Sigo pensando que un chico solo, con apenas una maleta, y una guitarra, difícilmente puede llegar muy lejos. Puede intentarlo, y debe dar lo mejor de sí mismo, pero es muy complejo que consiga que sus canciones lleguen a muchas personas, más aún cuando tienes según qué valores e ideales. En este país vive casi tanta gente como en España, es siete veces más grande, pero un tercio se aglutina en la provincia de Buenos Aires, eso convierte la capital en una olla en ebullición. Hay cientos de propuestas culturales cada día. Las distancias se hacen inmensas en ocasiones, más para alguien que se maneja en medios de transporte públicos, y no sé por qué, pero los días no dan, las horas no alcanzan, y las energías se consumen muy rápido. Voy haciendo algunos conciertos, algunas entrevistas para radios locales, y pasando de mano en mano los discos. Quienes me conocen saben que le pongo todo mi empeño en compartir mi música. Vivir de componer e interpretar tus propias obras musicales es algo al alcance de muy pocos, eso lo supe siempre, pero por eso no me lamento de haber renunciado a tantas cosas, que no salen en los programas musicales de la tele, por poder hacer lo que quiero hacer. Es el peaje que uno ha de pagar. Y no me arrepiento. Y disfruto cada vez que me dan bola, y puedo subirme a un escenario, y cada vez que algún amigo se aprende un tema y lo toca conmigo, y cuando alguien se lleva el disco para su casa y luego te comenta qué sensaciones le produjo. La música es comunicación. Las canciones están llenas de historias, de ideas, de vida. Estos meses he seguido actualizando mis páginas y perfiles en red como siempre, y abierto nuevas vías, nuevos lugares de encuentro para quien quiera acercarse.


No ha habido muchas novedades. En julio y agosto, se había creado un grupo sólido de “niños perdidos” que tocaban conmigo. Hicimos muchos conciertos y presentaciones. Se armó algo lindo con los ensayos, y lo pasamos bien. Luego, en septiembre, bajamos la intensidad, y ya no se retomó. Cada uno se centró en sus cosas y estos meses las actuaciones que salían las hacíamos en petit comité. Es algo que tengo siempre presente. Si quieres hacer un proyecto profesional sólido, hace falta una implicación total, y por desgracia dinero. Nosotros lo pasamos bien, nos llevamos bien, disfrutamos,… pero no tenemos medios. Ya conseguimos mucho cuando durante un mes nos la pasamos tocando cada tres días, pero eso, un mes. Por eso, sigo empeñado, en armar algo grande para mi próximo disco, donde pueda contar con un grupo humano, de músicos y de colaboradores de diferentes disciplinas artísticas, con los que trabajar a diario codo con codo, de forma casi que exclusiva en un proyecto, porque de lo contrario estás limitado. Tú sólo puedes hasta un punto, luego ya no, y es que además no tiene sentido, porque uno es músico, no diseñador, ni fotógrafo, ni comunity manager, ni agente comercial, ni video creador. Y si, en torno a un proyecto grande hay un montón de personas que desempeñan cada uno una función irremplazable. Viajar solo, tocar solo, llega un punto que te consume. Los colaboradores están un día, en un momento, una etapa del proyecto, luego desaparecen. Su implicación es ocasional. Ahora estoy armando algo para hacer en un futuro, en el cual tengamos un equipo de trabajo, cada uno con su función, y que la música, las canciones, se nutran del talento de cada uno. Quienes están del otro lado, saldrán ganando, porque sonará más, sonará mejor, y se verá más lindo. Necesito tiempo, porque necesito dinero, pero es mi objetivo de futuro. 



 [esto va por fascículos, así que en los próximos días la segunda y definitiva parte de este capítulo]

domingo, noviembre 04, 2012

Adelante, dilo.

Hay actividades de las que uno quiere formar parte sí o sí. Noches que sabes que durarán días enteros. Sentir que escribes tu propia historia, y que la llenas de momentos que realmente te satisfacen, eso y acompañarte de gente que te aprecia y que realmente disfruta estando a tu lado. Subiremos al escenario y lo diremos bien alto y bien claro.

Este viernes, 9 de noviembre...

"Los Niños Perdidos" y yo, vamos a colaborar con los padres y alumnos de este instituto de Buenos Aires, que han tenido la genial idea de organizar un festival benéfico para ayudar a cuatro países africanos en situación de subdesarrollo y que carecen de lo más básico; comida. Pondremos nuestro arte, nuestra total predisposición, ayudaremos en cuanto podamos. Queremos estar, y nos gustaría que tú también estuvieses con nosotros.

Aquí os dejos la información:

El 9 de noviembre hay un llamado a la solidaridad ¿vas a responder?

Hoy mismo, en este momento, miles de personas mueren de hambre en el llamado "Cuerno de Africa", conformado por Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopia

Necesitan nuestra ayuda, y es por eso que el 9 de noviembre de 2012, los terceros años del Instituto Espiritu Santo organizamos el festival: "Un corazon por África" en beneficio de esta region.
Sumate, tu amor alimenta.





Festival solidario

El festival se realizará el 9 de Noviembre de 2012, en el Instituto Espiritu Santo (Av. Avellaneda 4455, Floresta, Cap. Fed.) de 20.00hs a 24.00hs.


En dicho festival habrá: Shows de bandas, música libre, show de patin, coreografía, show de teatro, una kermersse con juegos para todas las edades, animación para chicas y chicos con maquillaje artistico, peinados, juegos, sorteo de canastas familiares, buffete con todo tipo de comidas, y mucho más.

Todos los aportes, por más chicos que parezcan, pueden marcar la diferencia. Colaborá.


 ***

Y este sábado 10 de noviembre...

Volvemos al País de las Maravillas, a la Casa Encantada, a la Isla de Nunca Jamás, a la Tierra Media,... tocamos en San Nicolás Social y Cultural. Pasando las vías... cuando la noche pide paso... la música empieza a sonar luego del murmullo que se va generando en los minutos previos, con las luces del escenario prendidas, el olor a fugazzeta, y el regusto que dejan los primeros tragos, cuando aún controlas los que llevas...

Cualquier excusa es buena para subirse a un escenario... Valga esta vez que tengo nuevas canciones y nuevas ideas, y sobre todo... que vamos a estar acompañados y compartiendo la velada con "La Caótica Jazz", el grupo de uno de mis profesores de guitarra, un genio, y una persona con luz propia; Diego Otaño, al que aprecio enormemente. ¿Ya he dicho que todos estos planes son gratis? Venid, merecerá la pena.




sábado, noviembre 03, 2012

Te llaman al telefonillo - Los tiempos están cambiando - Nueva aplicación para Iphone y Android de Samuel Leví y Los Niños Perdidos‏

No ha pasado tanto tiempo ¿Os acordáis? Para ver a un/a amigo/a ibas hasta su casa, llamabas al telefonillo y preguntabas si estaba. Si te decían que no pegabas media vuelta cabizbajo y preguntándote dónde habría ido. Podías enumerar de memoria los teléfonos de casa de tus mejores amistades. Te armabas de valor para llamar a casa de la chica que te gustaba y tratar de no quedar en ridículo cuando te contestaba su padre. Después de clase, llegabas a casa y llamabas a tus amigos/as, hablar con ellos/as por teléfono era distinto... había a quien no le gustaba y quien se pasaba horas. Cuando llegaron los móviles a manos de mis compañeros/as de clase, recuerdo que el mío tenía una antena tan grande que podías limpiarte los oídos con ella. La pantalla era amarilla, y las letras parecian las del mando de la tv, y mi madre me insistía en que... "es para mandar mensajes, no para llamar, para llamar está el teléfono de casa, que este sale muy caro"... y sí, algo de razón tenía. Creo que fui de los últimos que escribía cartas. Tú te vertías en aquellas hojas en blanco, y luego normalmente quedaba en nada, no había respuesta, no se sabía qué había pensado/sentido la otra parte, pero te sentías bien, como si hubieses hecho algo importante. Aún guardo todas las cartas que me escribieron... algún día me pondré a leérlas. No me negaréis que todo aquello tenía mucha magia. Coincidió con los años de la inocencia, y quizás aún atesoro algo de todo aquello. Tardo siempre mucho en acceder a las nuevas tecnologías. Para eso tengo a algunos amigos que me van poniendo al día, como Pablo Ferreira en Vigo, o Facundo Farias aquí en Buenos Aires. 


Siempre empiezo con cierta reticencia con estas cosas, no sé por qué. Me pasó con el messenger, al que apenas le di uso... Muchas personas hablándote al mismo tiempo, pantallas azules que exigían respuesta inmediata, repitiendo treinta veces "Hola, ¿Qué tal estás?", y diciéndoles a todos un poco de lo mismo, porque ¿Qué os voy a contar si no he salido de casa? ¿Qué puede pasarte si estás todo el día conectado contando lo que has hecho? Primero tendrás que hacer algo para luego poder contarlo... digo yo. Aquello no iba conmigo. Yo quería ver a los ojos a la gente. Contacto personal. La calle me decía más que la pantalla. Ahora todo va a otro ritmo. Antes empezabas con una chica y podía pasar un tiempo hasta que la veías en ropa interior. Ahora puedes verlas en internet en ropa interior y luego empezar con la chica... no me negaréis que es medio raro. Antes había un proceso de descubrir a la persona a medida que la ibas tratando, que quedabas con ella, que compartíais situaciones, vivencias... ahora puedes saber todo de ella, y luego invitarla a tomar un café. 


Comentaba el otro día que estoy seguro que cada día estamos más conectados, que tenemos más y mejores herramientas para localizarnos, informarnos, descubrirnos, pero que quizás eso no sea sinónimo de que cada día nos comuniquemos más ni mejor. Como en todo, no hay que irse al extremo, hay un poco de todo, según el uso que cada uno le de a las nuevas tecnologías, pero en general echo un poco de menos el valor que antes se le daba a las relaciones humanas, el esfuerzo que conllevaba conectarse con los demás, la calidez de ese trato. 


Hoy, gracias a mi amigo Eduardo Sanín, y a su flamante empresa, Adiante Apss, he podido estrenarme en esto de las aplicaciones para dispositivos móviles, con una aplicación que reúne buena parte de mis páginas y perfiles en internet y que da la oportunidad a quien se la descargue de forma gratuita de recibir toda la información sobre las canciones, conciertos, fotos, videos, eventos, y noticias que vamos publicando sólo dándole a un botón. Un lujo. Las canciones llegan de este modo, a lugares donde yo jamás podría haberlas llevado. También tiene su magia.





Hoy nos sentimos un poco modernos... Estrenamos una aplicación para Iphone, Ipad, y Android personalizada.

Samuel Leví y Los Niños Perdidos
By Adiante Ventures


App de Samuel Leví y Los Niños Perdidos. Ahora podrás estar al día de las noticias y acontecimientos de tu cantante favorito.

Y este es el enlace para Android. 

Con estas app podrás:
- Seguir su Blog.
- Ver sus publicaciones en Facebook.
- Conocer sus novedades en su Twitter.
- No perderte ni uno de sus próximos conciertos.
- Ver las fotos de sus últimas sesiones y conciertos.
- Llevarte contigo todos sus vídeos musicales y actuaciones.
- Escuchar algunas de sus canciones.
- Contactar con él


Todo ello gracias a esta gente:


Una forma cómoda y sencilla de estar en contacto y recibir información de manera inmediata y más y mejor organizada.

¡Un saludo!


Estas son mis páginas y mis direcciones en internet:

Facebook
Samuel Leví y Los Niños Perdidos


Twitter
@samuellevisoyyo


MySpace


Creatudisco


Blog


Bandcamp


YouTube


ITunes


Tuenti
Samuel Levi


Amazon


ReverbNation


Herzio

miércoles, octubre 24, 2012

I Club de la Canción en San Nicolás - 24 de octubre de 2012

Tengo la suerte de formar parte de este mejunje.
Imposible aburrirse con algo así.
No es sexo en grupo, pero se le aproxima.
Hemos creado un monstruo.
Da gusto poder compartir con otros compañeros. Noches para el recuerdo.
Cabemos todos. El público gana.




Este miércoles, se viene la primera edición de El Club de la Canción.
Juntamos en el medio del patio a un groso puñado de cantautores que la vienen rompiendo en el circuito emergente, para que nos compartan sus canciones en un lindo formato fogonero.
En San Nicolás 162, pituco barrio de Floresta.


lunes, octubre 08, 2012

Cartel del concierto en Casa Florida (Vicente López - GBA) - 13 Octubre '12




Afiche del concierto de
Samuel Leví y Los Niños Perdidos 
+ La Caótica Jazz
en La Casa Florida (Gral. Jose. M. Paz 1530 - Vicente Lopez)
Sábado 13 de octubre de 2012
A partir de las 20:30h.
Entraga gratuita


viernes, octubre 05, 2012

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 10 - ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte 6 de 6)

10.- ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte VI de VI)



Buenos Aires, 28 de septiembre de 2012



Natalia, siempre Natalia. No sabía que se llamaba así la primera vez que la vi. Mi profesora de canto me preguntó qué me parecía aquella chica que entraba después de mí en clase, y le dije que me parecía muy tierna, una chica dulce y guapa con unos ojos preciosos, y una cara angelical. - Me gusta. - Y tú a ella. ¿Qué vas a hacer? – Conocerla. Esa fue siempre mi única intención... al menos, al principio. 


Pero eso no fue lo único que hicimos. Al principio quería ir de a poco, sabiendo cosas de ella, pero la atracción que sentía era fuerte y ¿Por qué no dejarse llevar? Así que fluyó. La besé y sin darnos cuenta estábamos juntos, así, de primeras, como creo que empiezan las mejores historias, de corazón. Ella se cargó de dudas y de miedos, y yo tuve cierta nataliadependencia avivada por mi situación de soledad aquí, y mis carencias de afecto. Cuanto más la conocía más la quería. Me gustan sus valores, su humanismo, que siempre trate de ayudar a los demás, que busque más allá, su inteligencia, su capacidad para superarse constantemente, sus ideales, su respeto hacia el otro, su mirada crítica, que quiera estar informada, que quiera aprender, que sea inconformista, que valore los detalles, que cuide de su familia y que la respete como lo hace, tanto de sus padres a los que adora como de su hermana pequeña. En estos meses me dejó tomarme muchas libertades, acceder a su intimidad, colarme en su vida y en su familia, saltándome muchos controles, y lo toleró bastante. Cuando dos personas se juntan, y se conocen poco hay que saber limar las aristas, encajar las piezas, ser muy respetuoso.Es algo que lleva tiempo.



Ella no lo sabe, pero me enamoré de la persona que es e hice, sin pensarlo y sin ser consciente de ello, cosas que jamás haría por nadie, tomé actitudes que no me habría planteado si no llega a ser por ella, y consiguió no sólo sacar lo mejor de mí, sino hacerme jodidamente feliz. No necesitaba mucho más. Con sentirla cerca las cosas marchaban. Ella me llevó al extremo, puso dificultades, trabas, exigencias, no aflojaba la mano y creo que en el fondo tenía miedo de lo que sentía, a veces me confesó que le superaba la situación, que todo iba muy deprisa, ¡Con lo que le costaba decir las cosas! Pero confió en mí y creo que no le fallé. Soy el peor para estas cosas, tema parejas y demás, no suelo estar con nadie,… pero sea como sea, con Natalia todo me resulta fácil, natural, espontáneo, no necesito hacer ningún esfuerzo, poner ninguna pose, así que compartí con ella muchas cosas íntimas, muy propias. Creo que nadie se hace a la idea de lo mucho que significa todo esto para mí.


En todo este tiempo hemos ido cada vez a más, a disfrutar más, a compartir más, a sentirnos más compenetrados, más unidos… o eso pensé yo. La veía tan feliz que creía que todo estaba bien. Hace años me dejaron claro que querer a alguien puede no ser suficiente, que hay que sentir algo más para que decidas que esa persona es la persona con la que quieres compartirlo todo. Si la otra persona no se siente enamorada de ti, poco o nada puedes hacer. No te quedan opciones. Busca algo más y no puedes dárselo. Como es una sensación tampoco puede describirse ni definirse bien. Tú no la tienes y punto. Yo quiero lo mejor para ella, y que disfrute mucho, que sea muy feliz. Es libre. Ha de hacer aquello que la llene. Está preciosa cada vez que sonríe.

.

 

Espero que haya conseguido poneros un poco al día. Me ha venido bien escribir todo esto.

No quiero que suene a despedida, pero uno nunca sabe qué va a sucederle y más cuando no tiene apenas nada a lo que agarrarse. Tomamos decisiones a cada instante.

Lo único que me deja dormir un poco más cada noche es saber que he sido consecuente conmigo mismo, que me he sentido a gusto con las cosas que he hecho, con el trato que le he dado a los demás (siempre pueden corregirse cosas), y con la persona que soy. Lamento mucho no haber conseguido obtener mejores resultados en la mayor parte de las cosas que me he propuesto, y no haber cumplido algunos de mis sueños. Muchas veces no ha dependido de mí, porque son cosas de dos. 

 
Espero quede un buen recuerdo.

Un día más, un día menos.


miércoles, octubre 03, 2012

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 10 - ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte 5 de 6)

10.- ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte V de VI)


Buenos Aires, 28 de septiembre de 2012


[penúltima entrega de una serie de seis fragmentos que forman el décimo capítulo de este diario personal. para poder contarlo, antes hubo que vivirlo, lo bueno y lo malo]


Los sitios no son nada sin la gente que los habita. De todos los sitios por los que he pasado, el recuerdo que te queda, más allá de lugares, vistas, y demás, es el de las personas que estaban allí contigo. En este tiempo he conocido bastantes personas, y quería mencionar a algunas que han estado más cercanas a mí en los últimos tiempos:


- Los Rives. Patricia, Dani, Ayelén, Flor… son mi otra familia aquí, y no exagero. Estos meses no he estado apenas nada con ellos. No vienen casi por capital y yo no tengo bendita forma de ir hasta Bernal, donde viven, porque ando siempre ocupado. Les debo mil. Significan mucho para mí, y me han dado mucho cariño.

- Pato Leda. Es uno de nuestros compañeros en la facultad. También vive por zona sur. Tiene un grupo de rock llamado Los Cubas, y es un rocker en potencia. Me gusta la actitud que tiene y el buen rollo que siempre lleva encima. Hemos compartido fechas de conciertos y le he invitado mucho a cantar conmigo. Un gran tipo.

- Patito Alvarez. El pichichi de zona norte. Pato me recuerda a Nico de la Flor, mi pseudo hermano pequeño en España, que tiene su relativo aquí en argentina. Patito es un genio de la guitarra, un adelantado a su edad, una persona que de seguir así y ponerle sólo un poco de ganas, no sólo vivirá de esto sí o sí, sino que destacará allá por dónde vaya. Sus padres le apoyan en todo, y él tiene un talento innato. Lo admiro mucho y es de esas personas que sólo puedes querer. Le estoy muy agradecido por apoyarme siempre. Es uno de “los niños perdidos” y sueño con llevármelo algún día conmigo a España a grabar y girar. 

- Nico Pastelone. Forma parte del elenco de la facultad, de ese grupo de amigos que intentamos consolidar y que lamentablemente no hemos conseguido afianzar. Él siempre está de broma –a veces se pasa- y es una persona afable, que trata bien a los demás, y con el que paso buenos ratos. Ha sido incómodo saber que a él le gustaba mi novia, y eso ha creado a veces momentos medio desagradables, pero siempre hemos hablado las cosas, y la amistad se ha mantenido. Me gustaría haber sentido más apoyo suyo.

- Milagros. Abandonó la escuela para poder dar a luz a su hijo, que por cierto ha nacido hace apenas unos días. Me alegro porque todo haya ido bien para ella. Es increíble las vueltas que ha dado su vida desde que la conocí hace un año. De locos. 

- Martin “Rock” Angulo. Posiblemente una de las personas que más valoro y aprecio. Siempre es sincero conmigo. Es uno de “los niños perdidos” más abnegado y trabajador. Su vida también ha cambiado mucho en este año, y se vino a vivir a la capital, ya que antes estaba en zona sur, viviendo en La Plata. Hemos compartido muchas cosas juntos, y espero y deseo que vengan muchas más. 

- Lucía Muniagurria. Es compañera nuestra en la facultad. Lucía es un caso. En ella confluyen muchas cosas. Es raro de explicar y medio jugado hacerlo públicamente. No penséis raro, nada que ver. Me cae especialmente bien, siento que pasa por un momento muy delicado, y la veo como una persona madura e interesante. Tiene novio, al que además conozco y que me cae bien, y sé que es una chica que gusta entre el sector masculino. Ella y yo nos entendemos bien, aunque aún tengo que conocerla más.


- Lara Garinei. Con lara se da la casualidad de que hemos coincidido en horarios y clases siempre desde que entramos en la escuela. Hemos coincidido tanto, que hemos sacado notas parecidas, suspendido sólo el mismo examen, y para mayor sorpresa, justo vive en la misma ciudad que Natalia; Haedo. Es un encanto de persona. Tiene novio desde hace un mundo y es muy feliz a su lado. La envidio en ese sentido. Al estar muy ocupada entre estudios y trabajo, por desgracia no hemos podido hacer planes en los que ella se sume, pero viviendo en Haedo es posible que coincidamos.

- Lizzy Martínez. Hace bastante que no la veo. Le guardo un cariño especial. Esta joven paraguaya siempre se sale con la suya (o casi siempre). No sé cómo se las arregla pero logra ir saliendo adelante sin apenas ayuda y tiene una mirada que te ilumina. Sólo puedo desearle lo mejor.

- Guido Berhard. Dejó la escuela y desapareció. Nunca respondió a nuestros mensajes y se borró. Puede sonar grave, pero en esta ciudad y en este país ese tipo de actitudes, por lo visto no son raras. Pasó de ser nuestro amigo en la facultad a no volver a saber nada de él. Yo le tenía un aprecio especial. Tenía un don para la música. No sé en qué anda ahora mismo y es otra pérdida que lamento, aunque no quedábamos mucho porque siempre estaba ocupado en otras historias.

- Fernanda y Fabricio. Ellos siguen siendo dos de las personas fundamentales en toda esta historia. Siempre me echan una mano en todo, siempre me dan cariño, siempre participan, siempre me invitan a hacer planes,… los quiero mucho, y los necesito cerca. Fabri, toca el teclado en “los niños perdidos” y nos ha facilitado siempre las cosas mucho. Fer, está ahora ocupada en su nueva aventura empresarial. Son dos de los amigos con los que he compartido más momentos a lo largo de este año. También se nota en ese sentido las edades… tanto ellos, como Martin, Claudia o Dante están bien entrada la treintena, y sus actitudes son bien distintas a las que pueden tener chicos de veinte años. Cada uno aporta lo suyo, claro está.



- Dante Alvarez. Llegó, vio, y venció. Se hizo “niño perdido” de la noche a la mañana, y la conexión fue perfecta. Durante un par de meses estuvimos todas las semanas participando juntos en ensayos, conciertos, y demás vainas. Luego se lesionó, y ahora está más en lo suyo, así que espero poder coincidir pronto con él. Persona noble donde las haya, siempre preocupado en echar una mano, en colaborar, amable, respetuoso,… una de las personas más agradables que me he encontrado.

- Cristian Torres. Está ahí ahí en llevarse la palma como una de las personas con las que más tiempo he compartido. Los dos vivimos situaciones parejas en cuanto a cómo nos sentimos en esta ciudad, y cuál es nuestra situación. Venimos de realidades muy distintas y tenemos gustos diferentes, pero nos entendemos bien, y empatamos bastante bien, así que estamos en constante comunicación. Ya dije antes que es “voz y voto en los niños perdidos”. Una persona muy correcta, muy educada, inteligente, responsable, centrado, y bueno. Me sabe bien tener alguien así como amigo.

- Claudia Damerdjian. La señorita Damerdjian, que ha protagonizado muchas páginas de este diario, ha estado muy poco presente en los últimos meses. Tomó la sabia decisión de irse a vivir lejos de la casa de sus padres por su cuenta. No sé cómo llevará la soledad, ella que siempre adolece de eso, pero por lo que intuyo está más o menos como siempre. Me rio mucho con ella. Es muy graciosa, sin querer hacer gracia, lo que hace que yo me ría más. Una de las personas que más quiero en este país. Es muy buena, y conmigo ha sido muy atenta, muy cariñosa, y le estoy tremendamente agradecido. 


- Ale Müller. Desde que se fue del hostel donde trabajaba en el turno de noche, he tenido la suerte de coincidir algunas veces con él. Hemos hecho algunos planes juntos, pero no muchos. Vive muy lejos de mí, sí, en la misma ciudad, pero las distancias son una putada enorme y más si no tienes vehículo propio. Me gustaría verlo más. Ha sido una de las caras más amables que me he encontrado en este lugar. Alguien con quien me siento realmente a gusto. Uno de mis preferidos, sin lugar a dudas. Sé que podrían pasar montones de años, que si me encuentro con este tipo le daré un abrazo enorme y me lo llevaré a tomar algo. Es un grande.

- Vicky Mayer. Ella no podía faltar aquí. ¿Sabéis que nada ha cambiado? Es increíble. Hace poco me dijo que había tenido una paciencia de santo. Yo creo que no se hace idea… Desde el primer momento aposté por ella. Es buena persona. Se preocupa mucho por los demás, a veces olvidándose de sí misma. Coincido con muchos de sus valores y la forma de ver las cosas. Estamos en sintonía. Mi intención no ha sido otra que ser su amigo, y sé que lo he conseguido, aunque me habría gustado compartir mucho más con ella, pero le cuesta, se enroca y se encierra en sí misma, y yo soy un afortunado porque sé que confía en mí y que me quiere a su manera. 

- Tomy Leone. No sé si es tristeza o rabia. Tomy era mi amigo inseparable. Durante medio año estuvimos uña y carne día sí día también. Luego, se fue. Siempre fue muy colgado, pero una cosa es eso y otra cosa es esto. Esto, es decir, lo que tenemos desde la última vez que escribí es nada. Verlo una vez al mes. No llama, no contesta, no escribe, no aparece, no se une,… seguro que yo no me he enterado de algo. Es lo que quiero creer. Cuando me ha llamado he intentado ir siempre. Cuando le he llamado no ha estado. No he podido contar con él y me ha dolido. Siempre había excusas y pretextos. Se puso a trabajar en una papelería y dejó de coincidir con los de la escuela. Dejó de venir a los conciertos a tocar (posiblemente porque él quiere hacer otro tipo de música; heavy). Nunca vino a los ensayos cuando armamos la banda porque le suponía mucho esfuerzo trasladarse, y no tenía tiempo. Sé que le aprecio, que me importa, y que ha sido una de las mayores decepciones que me he llevado, porque desde que llegué hasta final del año pasado, había sido mi amigo inseparable. A veces voy a jugar al fútbol con él, es lo único que nos queda. ¿El consuelo? Que nunca es tarde, y que mañana es un nuevo día y una nueva oportunidad.

Y eso es todo. Mi vida en el hostel, mis estudios en la facultad de música, el tema económico, el estrés de la gran ciudad, la gente con la que comparto mi vida aquí, las sensaciones que tengo, los trabajos que realizo, mi música, mi barrio,… y he dejado para el final, aquello que más feliz me ha hecho y que más me ha influido, algo especial, diferente, que no me esperaba; conocer a Natalia.




[En unos días, publico el desenlace]

martes, octubre 02, 2012

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 10 - ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte 4 de 6)

10.- ¡Che, escuchen! Se pudre todo (parte IV de VI)


Buenos Aires, 28 de septiembre de 2012



[este artículo es continuación del anterior, y forma parte de un capítulo de mi diario en Buenos Aires, que decidí dividir en seis partes ya que era muy largo para publicarlo todo junto. puedes leer el resto accediendo en la columna de la derecha al esquema cronológico]



¿Qué hago aquí? No, a ver, me explico, no es una pregunta existencialista. Hablo en alto. Me formulo la pregunta que muchos os haréis ¿Qué haces ahí? Pues principalmente estudio música. Sigo en la Escuela de Música de Buenos Aires, y cada día me engancha más. Creo que lo he repetido en múltiples ocasiones, pero lo vuelvo a decir; la escuela está realmente bien. La gente que acude a ella tiene talento –hay de todo claro- pero sea cual sea su nivel inicial, el que se gradúa en esta universidad sale preparado para hacer música en cualquier lugar de forma profesional. Los profesores llevan años y años y años puliendo el sistema de estudios, preocupándose por sacar lo mejor de cada persona que pisa sus aulas, y se nota el cariño que le ponen a lo que hacen. Los medios son de primer nivel y sinceramente, creo que es la típica escuela en la que cualquiera ha soñado estar. He visto pocos sitios en mi vida donde los propios alumnos quieran tener más horas de clase y que todo vaya con más calma, y es que el nivel es alto, lo que ocurre siempre con las enseñanzas artísticas es que es todo cuestión de practicar, y eso es algo que un profesor no puede hacer por ti. Yo vivo allí encerrado. Al principio llegaba a las nueve o las diez y me largaba tres o cuatro horas después. En segundo subí el número de horas que le dedicaba y no me iba antes de las tres o las cuatro de la tarde. Y ahora que he empezado tercero, irme a esa hora me resulta raro, como si fuese demasiado poco, porque son muchas las cosas que uno tiene que estudiar y cambian día a día, así que no hay momento de relajación con la carrera, lo que me obliga a quedarme allí hasta las cinco o las seis de la tarde. Allí tengo todos los programas musicales que pueda necesitar en los ordenadores de cada aula, aulas individuales en las que me concentro mejor, y equipo e instrumentos para hacer sonar las cosas. Y lo más importante; no tengo nada más. Ninguna distracción más. Allí tengo amistades y tengo a Natalia. Hay un kiosco a dos manzanas en donde me como un “panchito” para matar el gusanillo cuando se me antoja, y siempre me llevo un buen puñado de chocolatinas. En eso, sigo siendo como un niño. Ya veis que no pido mucho.


Siempre he sido muy crítico conmigo mismo, y he crecido en un entorno que lo ha sido más, así que me exijo bastante y nunca acabo de estar del todo conforme, aunque tengo la suficiente objetividad como para apreciar si estoy mejorando o no y al ritmo al que lo hago. Tengo claro que cuando se trata de aprender música, y concretamente ciertos instrumentos, los avances no se aprecian de forma instantánea, así que no me fustigo con eso. Sigo teniendo ocho asignaturas, como en primero y en segundo, aunque han ido variando algunas, a medida que las he ido aprobando. En algunas cosas me gustaría profundizar más, sé que voy contrarreloj por la edad que tengo y porque cuesta un dinero, así que no puedo permitirme muchos lujos de tomármelo con calma, pero no es una carrera que uno quiera aprobar pasando por las asignaturas y sacando cincos, si no que más allá de notas y calificaciones, lo que uno busca es interiorizar los conocimientos que va adquiriendo, y dominarlos, que luego te salgan de dentro a la hora de agarrar un instrumento, subirte a un escenario, o leer una partitura. Me quedan seis asignaturas para tener todo 1º, 2º, y 3º terminado, y dos convocatorias de finales; una a finales de diciembre, y otra a principios de marzo, con un suculento verano (invierno en España), de algo más de dos meses para disfrutar de vacaciones y repasar todo lo que se me antoje. Aprobarlo todo sería perfecto. No será fácil pero se va a intentar, por supuesto. Luego podría venir 4º. Ya veremos. Lo que no quiero olvidarme es de disfrutar de lo que hago, de conectarme con mi naturaleza, con mi instinto personal, no olvidarme de que es bueno conocer las normas y es bueno saltárselas cuando lo consideres oportuno. Nadie inventó nunca nada siguiendo las normas. Sepamos cómo funciona y luego hagamos lo que nos pete.


Yo tengo más carga que el resto de compañeros por el hecho de que estudio más asignaturas que las propias de la carrera de guitarra, en la que además de practicar con eléctrica, acústica, o española, recibimos clases de lenguaje musical, armonía, piano complementario, y tenemos un ensamble general, en el que nos juntamos en grupos ya asignados a preparar temas de otros artistas. Por encima de todo eso, yo recibo clase de piano individual, canto individual, y sigo con mi estimado Rubén Gaitán, -en su escuela propia- con la carrera de armónica. Estos meses, por motivos obvios estoy avanzando más rápido con el piano. Tengo dos profesores increíbles; Oscar Camarotta, y Abel Patrone. Ambos son buenísimos, y me siento un afortunado de poder aprender con ellos. Ahí sigo, masticando el libro de 1º y 2º página a página, ejercicio a ejercicio, canción a canción. Luego estoy con Samanta Schor en canto, donde también voy notando una evolución, y cada día puedo hacer más cosas que me gustan. Se amplía el espectro de posibilidades, vaya. En guitarra me alegra seguir con el mismo profesor que tenía hace un año; Juan Bidegaray, al que aprecio especialmente porque me sabe llevar. Sabe que yo venía de otro tipo de enseñanza musical, que no tocaba guitarra eléctrica, y que las funciones que desarrollaba con la guitarra española eran muy concretas y determinadas, y él va con toda la calma necesaria mostrándome otras cosas, y haciendo que evolucione y que entienda bien qué estoy haciendo y cómo, algo que le agradezco muchísimo.


Ensamble es la asignatura preferida por la mayor parte de las personas que esperan que llegue el momento de poder hacer canciones y disfrutar cantándolas y tocándolas. Yo tuve suerte de que me seleccionasen para esa asignatura, porque no escogen a todos, sino a los que mejores notas hayan obtenido en segundo, y yo tengo aún, un examen final pendiente de audioperceptiva (único examen que suspendí y que en su día me dejó bastante tocado). Aún así me seleccionaron y lo agradecí mucho, aunque luego me llevé una decepción importante. Mis compañeros –más pequeños que yo- fueron cada uno por su lado, y la elección de temas fue –en mi opinión- terrible. Mal pensada, mal organizada, incoherente,… Yo me sentí desde el primer momento muy incomunicado y fuera de onda, a pesar de que uno de mis mejores amigos aquí, -Cristian Torres- (que hace voces en “los niños perdidos”, está en el mismo grupo que yo. Aún así y con todo, ni siquiera Cristian y yo remamos en la misma dirección así que me quedé fuera de juego por completo. Tanto es así que de todas las votaciones que se hicieron de temas, mis propuestas no recibieron ni un solo voto, llegué a encontrarme con un 5 a 1 en contra, llegué a ver cómo el profesor eliminaba buena parte de mis propuestas, y la última fue que ni siquiera pude llegar a votar porque ya una mayoría se había puesto de acuerdo. Estas cosas me hacen pensar que yo en Gran Hermano no tendría mucho futuro, pese a lo que algunos penséis.


Pasó por mi cabeza dejar la asignatura para más adelante pero no quiero tentar a la suerte de que me suceda lo mismo, y me encuentre con una situación semejante, así que prefiero hacer el ridículo cuanto antes. De todos modos, tengo bastantes opciones de no poder superar la prueba y que sea todo un descalabro. En cuanto a género musical estoy en las antípodas de lo que se toca, en cuanto a las canciones las detesto y cuanto más las tocamos más desagradables me resultan, y en cuanto a lo que aprendo, me da la impresión de que la asignatura me hace peor de lo que ya soy, me devuelve al punto cero, anula por completo mi capacidad como instrumentista. Los propios compañeros me dijeron que estaba desconocido en ese grupo, que ellos que me conocen, se sorprenden cómo puede oscurecerme tanto la situación, y por eso, aprovechando que habían creado un grupo de facebook, aproveché para escribir una carta comentándoles con total sinceridad qué opinaba. Contestaron dos (Cristian no), y dijeron que me entendían y que les parecía interesante algunas de las cosas que había comentado. Pensé que las cosas cambiarían, pero nada de eso. Ahora para probar hasta dónde llega mi tolerancia, el profesor busca que yo tenga un protagonismo que no quiero, tratando de que trabaje de forma intensa sobre un tema, y haciendo algo para lo que no estoy preparado, no he hecho nunca, y ocupando en ello el tiempo del que no dispongo, o robándoselo a otras asignaturas, sin darse cuenta, o mejor dicho, sin querer tener en cuenta, que; ni me gusta, ni me interesa, ni me satisface, ni tiene nada que ver conmigo, ni tan siquiera me importa lo más mínimo. No me duele verme incapaz de hacerlo, me duele saber que no quiero ni empezar a intentarlo, porque voy a emplear un tiempo y un esfuerzo exquisito en algo que no me interesa y de lo que no voy a sacar nada productivo para mí. Habrá quien me diga que de todo se aprende, y sí, claro, pero uno estudiará botánica cuando le apetezca o le interese. Aquí empezaría el arduo debate sobre si tenemos que hacer lo que queremos y lo que nos llena, o hay que hacer cosas que no nos gustan porque “así es la vida”. Yo creo que la vida es una, es tuya, y que sin dejar de ser abiertos de mente y dispuestos a explorar lo desconocido, uno fundamentalmente tiene que hacer con su vida lo que le apetezca, porque cuando te des cuenta, se acaba. Así que dejémoslo en que estoy teniendo una paciencia de caballo, y creo que un comportamiento bastante educado. Otra cosa es que encima me insistan en que me alegre o en que me sienta bien, lo que me demuestra que no me escuchan y que no me respetan.


Es una lástima pero me cuesta encontrar cosas que me motiven y me gusten. Siempre me ha pasado; con la música, en el fútbol, con las actividades extraescolares cuando era más pequeño, con la comida, con la ropa, y con las chicas. Cuando algo me emociona soy el más sensible, pero habitualmente hay pocas cosas que consigan hacer mover la máquina, y por desgracia, en la mayor parte de los casos, los demás las consideran nimias o cuanto menos raras. Sé que me aprecian porque no hago daño a nadie, no voy de sobrado, ni soy pretencioso, ni humillo a los demás, ni les juzgo, creo que trato de ser dialogante y respetuoso, pero es cierto que soy muy mío, y que a veces me falta más diplomacia. Cuando he querido a alguien, la he querido de verdad, he hecho todo lo posible por demostrárselo, y he tratado de dar lo mejor de mí mismo. He sido fiel a mis ideas a pesar de que no obtuviese los resultados deseados. Si eres mi amigo, sabes que puedes confiar en mí. Si eres mi pareja sabes que no te voy a dejar tirada, ni sola, y que no te voy a despreciar. Por desgracia, tengo la sensación de que los buenos nunca ganan.



[dentro de unos días, la continuación...]