martes, julio 31, 2012

Ruta de conciertos - Agosto '12 - Buenos Aires y alrededores - Samuel Leví y Los Niños Perdidos


Este va a ser un mes muy movido. Ha salido así. Nos hemos juntado a ensayar, hemos cerrado unas cuantas fechas, y compartiremos escenario con unos/as cuantos/as amigos/as de la canción. Lo cierto es que estoy con ganas, motivado. Estarán los temas del disco, que me acompañan desde hace años, y habrá algunas canciones inéditas que por el motivo que sea no han tenido opción aún de ser grabadas, y a todo ello se le sumarán las canciones que he ido componiendo en Argentina. Tengo mucha suerte de haber encontrado tan buenos compañeros, que me secundan y me acompañan, y comparten conmigo esa pasión que tienen por hacer música. Es genial sentir que hacen suyas las canciones. Un encuentro de lo más fructífero. Espero que podáis disfrutar de estas actuaciones, además son casi todas gratuitas, así que no hay inconveniente para no ir, porque además pasaremos por muchos barrios en días distintos de la semana. 

A ver qué nos depara este mes. 
Un abrazo!!



lunes, julio 30, 2012

"Seguro no hay nada" en directo - Samuel Leví y Los Niños Perdidos

"Seguro no hay nada" en directo - 
Samuel Leví y Los Niños Perdidos



Canción: "Seguro no hay nada"
Artista: Samuel Leví y Los Niños Perdidos

Grabación en directo de Flor Rives
Lugar: San Nicolás Social y Cultural
Ciudad: Buenos Aires (Argentina)

19 de junio de 2012
Concierto cumpleaños de Samuel Leví

Al piano Fabricio Pastrana
A la guitarra solista Pato Alvarez




Para quien quiera escuchar una de las canciones que cantamos en Buenos Aires con motivo de mi cumpleaños. Un lindo recuerdo. Gracias a Flor Rives por el recuerdo.

Canciones que te acompañan durante años, que no dejan de cargarse de contenido, como si hubiésemos hecho un pacto de no separarnos jamás... esto fue durante mi cumpleaños, aquí se demuestra que cada día hay más "niños perdidos", llegará el día en el que sobraré yo... fue así, he aquí la prueba.

sábado, julio 28, 2012

Comentario de la película: "Pájaros de papel"



Valoración:  7


¡Por fin! He visto la ópera prima de Emilio Aragón como director cinematográfico; una brillante "Pájaros de papel". Y me pregunto ¿Cómo es posible que aún no le haya dedicado a Emilio Aragón un artículo para él solo? Resulta que es uno de mis grandes ídolos patrios. Una de las personas populares que más admiro. Habrá quien no me crea, habrá quien me tome a risa, y habrá quien piense que soy un poco raro,... quizás tengan razón, pero lo digo con convencimiento de causa; Emilio Aragón es uno de los artistas multidisciplinares más talentosos de nuestro país, y además coincido con él en casi todas las manifestaciones que le he escuchado o leído. Apenas tenía yo 12 o 13 años cuando se convirtió en mi presentador preferido, en aquel inolvidable "Juego de la Oca" que me marcó de pequeño. Recuerdo haber mandado una carta al programa para que llevasen a concursar a mi madre sin que ella lo supiese, y reconocérselo más tarde, ya que yo por edad no podía participar. ¡Qué noventero!

Emilio Aragón dirige aquí su primera película, en la que además compone toda la banda sonora, con lo que eso conlleva. Ha escrito la historia, y se nota -para bien-. Algunos actores, una vez han adquirido cierta madurez, resuelven ponerse detrás de las cámaras, y en general he de decir que me suelo llevar muy buenas impresiones de sus trabajos. Pondré dos ejemplos que me gustaron especialmente; Antonio Banderas, y Kevin Costner. Los españoles somos muy críticos, y despiadados cuando se trata de valorar a los nuestros, no sé si una mezcla de envidia con cierta incultura, y solemos ponderar lo que viene de fuera, como si eso fuese garantía de mayor calidad o belleza. Nada más lejos de la realidad. Antonio Banderas firmó "El camino de los ingleses", una película que me sorprendió gratamente y me gustó bastante. Tuve la suerte de conocerlo personalmente y coincidir con él uno de los tres días en los que trabajé en la película de Pedro Almodovar "La piel que habito" en la que él realiza uno de los papeles protagonistas, arrasando con la cámara, con una presencia difícil de igualar, y allí mismo le comenté sobre su película, y me indicó (no recuerdo con qué palabras exactamente) que llegado un punto uno sentía la necesidad de contar sus propias historias, o al menos contar historias que uno eligiese desde un punto de vista muy personal, casi caprichoso podríamos decir. Experimentar desde el otro lado. Y me pareció muy bien. En el caso del americano Kevin Costner, que ha sido duramente vilipendiado por la industria norteamericana, en su día, ganó 7 Premios Oscar por "Bailando con lobos" (1990) que dirigió y protagonizó, al igual que luego hizo con proyectos de gran presupuesto en el que arriesgó su propio capital (perdiéndolo, por cierto), como fueron "Waterworld" o "The Postman", que a mi juicio son obras muy singulares que fueron acribilladas por la crítica.

Poder ver "Pájaros de papel" en el cine por menos de dos euros, era algo que no podía dejar pasar. La película formaba parte del programa "Madrid Cine 2012", que con el apoyo del Espacio Inca (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales Argentino), organizó un ciclo de películas españolas que duró una semana y que seguí muy de cerca, más teniendo en cuenta que las películas se pasaban en el precioso Cine Gaumont de Buenos Aires.

En Buenos Aires gustó, es más, de todas las que ofrecía el ciclo, fue la más mencionada por el público, y la más aplaudida. No me resultó en ningún momento lenta ni soporífera como he leído en algunas críticas españolas. Atrevido homenaje al mundo del circo y de forma más extensa a todos aquellos artistas de postguerra, que sufrieron la censura y la opresión franquista en sus carnes. Un desolador paisaje cultural de un país empobrecido y dividido, amordazado por la censura y la persecución de todo aquello que sonase a progresista. La película recrea bien este panorama y es estéticamente bella, a la vez que muy cañí, lo que le da pureza a la propuesta. Nadie mejor que Emilio Aragón para darle el merecido reconocimiento al denostado mundo del circo y del vodevil, al que desnuda en la película y al que despoja de todo artificio. La vida del payaso sin luces de neon. 


El reparto, encabezado por el siempre trabajador, Imanol Arias, está a la altura de la propuesta, y la lidera con notable maestría. A él, lo secundo Lluis Homar, que también está más que acertado, y que aporta versatilidad y candidez. A ellos se le suma el pequeño Roger Princep (qué ya había participado en "El Orfanato"), un niño, que congenia a las mil maravillas con ellos. Luego aparecen más actores por todos conocidos, como la siempre relevante Carmen Machi, en un papel muy a su medida, rezuma autenticidad. Cualquier español/a recuerda a los famosos "payasos de la tele", con Miliki, Gaby, y Fofito, y es una satisfacción ver como el hijo del primero de ellos, lo invita a participar de esta historia, con una escena sobresaliente, a modo de moraleja.

La banda sonora es otro de los golazos de Emilio Aragón. Como músico, siempre me sorprendo de la enorme capacidad que tiene para dar siempre en el clavo y tocar palos tan variados. Es capaz de hacer la música de cabecera de series infantiles recordadas por todos como "La aldea del arce", o de series de renombre como "Siete Vidas" o "Médico de Familia". Otros aspectos más que destacables son la fotografía y la puesta en escena, la ambientación, muy lograda y sin apenas post-producción. La película está muy pensada desde el plano musical, tanto es así, que podría haberse traducido en un musical, si esa fuese la pretensión del director, y es que a través de las composiciones que forman parte de la cinta, podemos trasladarnos hasta el momento en el que se centra toda la obra.

La película aborda muchos temas, algunos más evidentes y otros menos; el hambre, la precariedad del artista, el exilio, el miedo, la opresión, los abusos de poder, el trauma psicológico de ver morir a tus hijos, los movimientos políticos en la clandestinidad, la homosexualidad, la adopción de un hijo,... te hace reir y llorar. Emotiva a más no poder, tiene un final brillante, y con una fuerte carga sentimental. Termina y quieres aplaudir aunque nadie te escuche.  

En el año 2011, estuvo nominada a 2 premios Goya, como mejor dirección y mejor canción original, pero no se llevó ninguno de los dos premios. Sin embargo, más allá de nuestras fronteras, recibió el premio del público en el Montreal World Film Festival, el mismo premio en el Seattle Internacional Film Festival, el premio a la mejor película en el Woodstock Film Festival, y en el Viareggio Europa Cinema, además de otros premios y reconocimientos patrios. Se invirtió en ella 3,5 millones de euros, y se recaudaron 2 millones, lo que ha supuesto una pérdida importante, al menos esos son los datos que yo he podido encontrar investigando por la red. 

Hay quien encuentra similitudes con obras españolas ya clásicas como "Ay! Carmela", o "El viaje a ninguna parte" de Fenando Fernán Gómez, incluso a una mucho más actual como "El secreto de sus ojos". Desde luego, el tema del franquismo ha sido mencionado y mostrado en infinidad de películas, libros y canciones, pero creo de veras que la forma de mostrarlo de esta cinta no cae en el maniqueísmo, ni en los espacios comunes habituales, sin aprovecharse de los estereotipos más manidos. El propio Emilio Aragón reconocía en diferentes entrevistas, que la historia le buscó a él, que cuando la revisa, encuentra muchas de las anécdotas que le han acompañado a lo largo de su vida, y que ha escuchado contar a compañeros de profesión de su padre, en lo que para mí es un regalo de hijo agradecido y orgulloso a un padre ya anciano. En ese sentido, los que conocen a ambas personas se emocionarán mucho. 

Debe haberle gustado la experiencia, ya que recientemente se ha sabido que Emilio Aragón está en Texas (EUA) rodando "A night in Old Mexico", la que será su segunda película, y en la que participarán Robert Duvall y Luis Tosar.



Sinopsis en castellano:

sábado, julio 21, 2012

Decido quedarme



Llevo minutos sentado frente a la pantalla tratando de escoger las palabras y, para qué negarlo, me está costando horrores ordenar todas las ideas que me vienen a la cabeza. Por dónde empezar…

He tomado una decisión importante para mí, y quería compartirla con algunas personas que sé que leéis este blog personal, y os interesáis por cómo estoy. Sería imposible escribirle una carta a cada amigo/a así que me valgo de este blog para ir compartiendo ciertas cosas que llevo dentro con los demás.

Hace aproximadamente un año, por vicisitudes varias y cosas del destino, se me presentó la oportunidad (o yo me presenté a ella –vete tú a saber-) de trasladarme a vivir a Buenos Aires, y ¡voilà! ¡Aquí estoy! Recuerdo bien la última mañana que pasé en Vigo. En verdad las últimas semanas, que estuvieron cargadas de actividades y de planes, que aproveché para hacer cosas que realmente me apetecía como jugar al fútbol con mis amigos, ir a una despedida de soltero, hacer un concierto-despedida acompañado por un montón de “niños perdidos”, quedar con gente que sabía que no vería en mucho tiempo, etc. No me quedó nada por decir, ni por hacer, y recibí mucho cariño, aprecio, y apoyo de mi entorno, y creo que eso ayudó a que adaptarme aquí fuese más sencillo, un lugar en el que no conocía a nadie. Irse de un lugar en el que eres feliz hacia lo desconocido asusta, pero el reto es magnífico. Prefiero eso, a irme huyendo. Si dejas cabos sueltos, eso nunca acaba de cerrarse. Si huyes, sea de lo que sea de lo que estés huyendo, acaba por aparecer de nuevo. Peor si son recuerdos.

Me traje algunas imágenes guardadas en mi cerebro, y si cierro los ojos, aún puedo verlas con total nitidez. Algunas frases, gestos, momentos,… todo eso me dio fuerzas, e hizo más sencilla la aventura. Ayudó también el haberme visto en otras parecidas antes, aunque nunca es lo mismo claro. Yo viví en Cuba, pero ni el país, ni mi momento vital, ni mi madurez eran las mismas, así que no puede compararse, aunque sí es cierto, que la experiencia facilita las cosas.

Mi madre, Pablo, Olalla, Nico, Leti,… tengo una foto en la que aparecemos todos en el aeropuerto minutos antes de embarcar. Fue todo muy precipitado. Apenas un mes antes había tomado la decisión en firme de aventurarme a proseguir mi carrera musical e iniciar estudios en la escuela de música de Buenos Aires, de la que tenía muy buenas referencias por mis amigos, y músicos, Albert Casanova y Jesús Bravo, que habían estado en ella, justo al salir de Cuba, oportunidad que yo había dejado pasar por decisión personal, y de la que no me arrepiento en absoluto, pero… esta era la segunda vez que se presentaba la oportunidad y no dudé. Mi madre fue en cierto modo la precursora de la idea, y a ella se lo agradezco y se lo debo. Su motivación e impulso ha sido fundamental.

Con estas cosas nunca se sabe. No soy una persona que haya llevado una vida muy estable y rutinaria, como pudisteis ver en la antología que escribí de los diez últimos años de mi vida, así que de partida me propuse permanecer acá aproximadamente un año. Sin embargo, como soy un tipo bastante organizado, y propenso a tramar mis planes y mis “asuntos internos” con intensos debates conmigo mismo, llevo meses dándole vueltas a la cabeza con “lo que vendrá”, es decir, ¿Qué hacer cuando se cumpla el año que vine a pasar aquí? Pues bien, eso es lo que he decidido, no hoy, no ahora, como digo lo vengo pensando meses, pero como algunos amigos me lo preguntaban, he pensado en ponerlo por escrito, que siempre le ayuda a uno a ver las cosas con mayor claridad.

Me quedo en Buenos Aires. No sé por cuánto tiempo, en verdad, todo el que pueda hasta que sienta que he completado lo que he venido a hacer. Creo que esas cosas se sienten. Te laten. Uno sabe cuándo no va a más, cuándo una experiencia ya no te aporta nada, no te enriquece, o no te satisface, y por supuesto, no es el caso. Creo que si me fuese ahora dejaría muchas cosas a medias, y me quedaría un sabor agridulce. Además no quiero seguir ampliando la lista de planes-proyectos-actividades que me duran un año. Como escribí en el post “mi década prodigiosa”, hay que darle a cada cosa su tiempo.

Vine aquí a aprender, a estudiar más música, y a mejorar mi formación académica, a ampliar horizontes, tanto de sonoridades como de ritmos, y lo estoy haciendo. Y repito, lleva tiempo. Estoy en un plan realmente intenso, y sé que dentro de unos años recordaré esto como una de las experiencias más interesantes de mi carrera. La EMBA es una gran escuela, y aprendo mucho. Me acerca paso a paso a dónde quiero llegar, a encontrar mecanismos para poder hacer la música con la que sueño. Perseguir la canción. Con un poco de suerte ahora a mediados de agosto empezaré 3º de la carrera. ¡Un gustazo! Armónica, canto, piano, guitarras española-acústica-eléctrica, solfeo, etc. En estos momentos me parece el mejor plan posible.

Añadamos que estoy en una de las ciudades más importantes del mundo, que hay casi quince millones de personas en esta provincia, que cada día la oferta cultural y artística de la ciudad es inmensa, y que poco a poco voy dando a conocer mis discos, mis canciones, y conociendo otros artistas y músicos con los que participo y colaboro. Eso me llena. Disfruto de una ciudad en constante movimiento, muy viva, con mucho pulso y mucha pasión. Si pudiese viajaría por todo este inmenso país ¡Hay tanto que ver…! Y del resto, ya ni te cuento… un continente que siempre he deseado recorrer, y ahora estoy en él, ahora tengo esa opción más cerca, aunque claro, falta lo de siempre, el varo, la plata, los pesos, las fulas,…

Mientras, preparo mi siguiente proyecto discográfico; las canciones, las letras, los diseños, las fotos, los videos, la producción, las campañas,… el músico reconvertido en los tiempos que corren a “total manager”, encargado de multifunciones, tratando de ponerse las pilas con las nuevas tecnologías y con funciones que no le corresponderían pero a las que tienes que aferrarte si quieres dirigir la nave y no perder el control sobre tu obra, sobre tu arte. Así que a los poquitos, voy configurando lo que vendrá, ideando esto y lo otro. Luego tiene la magia del día en el que lo ves realizado, años más tarde, y alguien lo recibe, y lo escucha, y lo hace suyo, y te comenta algo,… la de horas e ilusiones que hay más allá de la tapa del disco.

Cuando regrese quiero que sea para poder llevar a cabo mi proyecto. Hoy por hoy eso es imposible, así que mientras trabajo en ello, mientras ahorro algo, mientras me formo, espero por si aparece alguna oportunidad, y lo hago en un ambiente que me está haciendo crecer como individuo. Las cosas en España están terribles, lo sabemos todos. Creo que no pude escoger mejor momento para abrir puertas al mar, para conocer otras realidades. Volveré, no me cabe la menor duda. Soy de Vigo, ahí está mi raíz, mi sitio, ahí es donde quiero grabar mi tercer disco, al igual que hice con los dos primeros, pero no es el momento.

He conocido gente estupenda aquí, voy fraguando relaciones, tengo un plan, y quiero cumplirlo. Me queda mucho por ver y por hacer, y aunque echo mucho de menos a mis amistades, soy consciente de que cada uno de ellos está también en su propio plan, unos en una ciudad, otros en otra,… estamos en la era de las comunicaciones, así que encontraremos mecanismos para no perder el hilo de lo que nos va pasando, por eso mismo decidí escribir esta carta: quería deciros que me quedo. Veremos qué sucede en el 2013. Espero ansioso vuestra visita, por ahora sólo he tenido el gusto de ver pasar por aquí a Pablo Cons y su amigo Adrián, en su ruta de un año alrededor de América-Asia, así que el resto, animáos y veniros hasta aquí. Merece la pena.

Desde Buenos Aires,
Un abrazo,
Samuel Leví


miércoles, julio 18, 2012

Símbolos, emblemas, y demás mercadotecnia del proyecto "Y tú más!"






El otro día se cumplieron 20 meses desde que publiqué mi segundo disco; "Y tú más!". Esta que ven aquí es la portada. La portada significa mucho en un trabajo discográfico. Es la imagen que representa tu obra, y claro, no es sencillo dar con ella. Una de las cosas que más me satisface de mi carrera, es que he sido siempre responsable de todas y cada una de las decisiones que se han tomado en torno a mi música. Pasa el tiempo, echas la vista atrás, y sea como sea sabes que tú eres el que tomó la decisión, el que eligió. Eso me reconforta y me da fuerzas para seguir. Posiblemente no he hecho ni la cuarta parte de las cosas que me gustaría en esto de la música, y acumulo muchísimo trabajo guardado en cajas y cajones sin salir a la luz, pero confío en que llegará el día. Por ganas no será... en este caso es más bien por un tema meramente económico. 

La fotografía que escogí es de mi fotógrafo de confianza Jean Rueda, (www.135mmfotografia.es). Forma parte de una colección muy impactante que hizo en lo que empezó siendo una huelga del sector naval en mi ciudad, Vigo, y terminó convertido en unas jornadas de altercados y violencia fuera de toda explicación. Me quedé con esta imagen, y Luis López Rodríguez (Lografico), diseñó la portada y el resto del material gráfico que hoy rescato para este artículo. 


Se introdujo por vez primera el concepto de "los niños perdidos", para definir y aglutinar a todos/as aquellos/as músicos amigos/as, que colaboran conmigo y que añaden su particular forma de entender mis canciones, para dotarlas de un ambiente propio. Participaron más de veinte personas en las grabaciones; Eladio Santos, Nicolás Pastoriza, Diego y Javier Pacheco, Paco Dicenta, Miguel Sucasas, Nicolás de la Flor, Albert "Masapan" Casanova, Jesús "Cachuli-Pichuli" Bravo Vivas, Dani Díaz, Xoán "Toño" Rodriguez, Manu Clavijo, Xermán Bugallo, Pablo Medín, Noelia Alvarez, Toño "Soul Jacket", Xosé Otero, David Cooper,... etc. Y dirigió toda la labor de producción, como maestro de ceremonias, Miguel Castro. Un disco repleto de amigos. Así me gustaría que fuese siempre, desde luego. 

El nombre de "los niños perdidos" está inspirado en la novela de Peter Pan. Tiene mucho significado por el hecho de que los músicos siempre pecamos de ilusos, de niños grandes que no han querido crecer, y que mantienen esa dosis de imaginación, de creatividad, de fantasía. Me gustaba ese concepto, y tenía mucho que ver conmigo, así que me lo quedé. 

El título "Y tú más!", me daba pie a introducir una idea que me rondaba desde hacía mucho tiempo, acerca del egocentrismo, del individualismo, de una sociedad competitiva, y alarmantemente egoísta. Esa idea de mirar primero por ti, de rivalizar siempre con los demás, de desconfiar como punto de partida... formas de encarar el contacto con los demás que se han ido imponiendo con los años y que han creado una sociedad mucho más despiadada, a mi forma de ver, y más ensimismada. Quería dejar un mensaje contrario a todo eso, de ver por los demás, de ofrecer algo sin esperar nada a cambio. Sociabilidad y aperturismo, que me gustaba decir tiempo atrás. 

Luego las canciones son muy variadas. Ya sucedió así en mi primer disco "Turno de noche", y volvió a ocurrir aquí. Una colección de canciones escrita durante seis años, y de la que tuve que quedarme con menos de la mitad del material del que disponía, y aún así incluímos 16 canciones que abarcan casi 80 minutos, que soy consciente que es mucho para un disco, pero si, lo quería de este modo, y así quedó. No es un disco temático, ni refleja una época concreta de mi vida, porque podría llegar a distinguir hasta tres etapas bien distintas dentro de esa colección de canciones, pero creo que eso lo hace más vivo, más fácil de digerir. Puedes identificarte con un tema, o con otro absolutamente diferente, según el momento de tu vida en el que estás, y según la situación personal en la que te agarre el momento de la escucha, y puedes volver a escucharlo tiempo después y que todo varíe. Esa heterogeneidad siempre me ha resultado muy rica, incluso a nivel musical, que se abarquen varios estilos musicales, diferentes ritmos, ambientaciones sonoras diversas... y todo ello sin perder cierta esencia personal de la que creo que sí están impregnadas las composiciones, es posible que haya una forma de hacer canciones que me identifique, como si llevasen un cuño, una denominación de origen, no lo sé, sólo os cuento lo que pienso.  


Las camisetas se han agotado. De la 1ª edición sacamos una tirada de 100 unidades y las despachamos. Las hice con mis amigos de Kilitex (www.kilitex.com). Queríamos resaltar el símbolo del disco; el título, la mano,... nos pareció muy visual, y creo que gustó mucho. Por detrás, en la parte baja del cuello, aparece un bocata de cómic en el que se lee: "Samuel Leví y Los Niños Perdidos, Gira "Y tú más!" 2010-'11". Espero que podamos hacer más unidades en el futuro. Es difícil describir lo que se siente cuando ves a alguien con la camiseta que has creado, dices: "Caray, se siente orgulloso/a de lo que hacemos". Es todo un piropo.

Un tanto de lo mismo sucedió con las chapas. Sacamos la 1ª edición de 200 unidades, de dos tipos, por un lado las de alfiler de 35 mm y las de 25 mm, pero se agotaron ambas en la gira de diez meses que hicimos por España presentando el disco. Por cierto, las fabricó PlatyPusLab (www.platypuslab.com) Por un lado uno se alegra de haber podido repartir el material que se fabricó, por otro siento cierta lástima de no haber podido fabricar más, pero bueno, cuando hagamos el nuevo proyecto, intentaremos destinar parte del presupuesto a reeditar todo aquello que se agotó. 

Hoy, viendo estas imágenes que aprovecho para publicar aquí, pensé en el valor del símbolo, del emblema. La historia está marcada por la simbología. Hay símbolos por todas partes, muchos de ellos incrustados en nuestra memoria colectiva, en nuestro día a día. Creo que tienen una gran significación, y un gran poder de trasmisión. Es por eso que tanto Luis como yo estuvimos de acuerdo en introducir un símbolo que de algún modo representase la idea que tenía, el concepto general del proyecto; una mano que señala, y un bocata de cómic con la frase "Y tú más!". La mano que señala está vista normalmente como la mano acusadora. Tendemos a pensar que connota negatividad, crítica, desprecio. Por desgracia suele ser así. Me recordaba a la imagen americana del Tio Sam, con su imperativo mensaje de "alístate" en las fuerzas armadas. ¿Por qué no destacar lo bueno? ¿Por qué no señalar algo que admiramos? Desde niños competimos a voces con otros niños para demostrar que nosotros tenemos más, esa idea de sobreponer la cantidad, de cuánto más mejor. Siempre nos quedamos lo mejor para nosotros, y presumimos de ello con un "y yo más que tú", y sólo mencionamos al otro para recordarle algo malo, con el "y tú más bajo, y tú más tonto, y tú más lento, y tú más gordo,...". Una lástima. Hay una frase con la que describo la fotografía de la portada, en la que se ve a un individuo en medio de una situación de violencia y agresividad, enfrentarse a lo desconocido, por que más allá del humo ¿Qué hay? ¿Quien se esconde?. La frase que uso para resumir esta idea es la de que: "hay demasiado miedo para tan poco peligro". Vivimos en una sociedad llena de miedo; miedo a los cambios, miedo a lo desconocido, miedo a los demás... Y la frase con la que me despido y que creo que mejor representa esta última imagen que os muestro es: "De lo que tú me desees, yo, te deseo más a ti"



lunes, julio 16, 2012

Comentario de la película: "A Roma con amor"

 
Valoración:  6'5



He aquí la nueva comedia del gran Woody Allen. 
Lo primero que llamó mi atención y me alegró, fue descubrir que el director actúa en su nueva cinta. Por momentos me venían a la cabeza imágenes secuestradas por mi mente de las sublimes "Manhattan" o "Annie Hall" de finales de los setenta, en las que bordaba sus papeles, y gracias a las cuales forma ya parte de la historia del cine.

Luego un importante elenco repleto de caras conocidas; Alec Baldwin, Roberto Benigni, Judy Davis, Ellen Page, Penelope Cruz, Alison Pill, Greta Gerwig, Ornella Mutti, Jesse Eisenberg,...

El sello del director americano es muy marcado, así que quien busque al auténtico Allen, lo encontrará, mucho más que en algunos de sus últimos trabajos, como fue el inesperado "Vicky, Cristina, Barcelona". 

La elección de Roma no es casual. El director le brinda a la capital italiana su particular homenaje, como ya hizo recientemente con Paris en "Medianoche en Paris", o a Barcelona en la recién mencionada, "Vicky, Cristina, Barcelona". Si en los inicios de su carrera, fue su Nueva York natal, la retratada, a medida que han ido pasando los años, no ha dejado de mostrar su particular visión de todos aquellos lugares que le han encandilado de una u otra manera. Y Roma, con su particular encanto, le sirve de decorado para poner en liza una mezcla explosiva de situaciones de lo más dispares, que se entrecruzan a veces, y a veces no, en las que -quizás inspirado en "El Decamerón" de Giovanni Bocaccio- podemos pasar de asistir a la atracción sexual de dos jóvenes, el retorno a la juventud de un maduro ya consolidado, el salto a la popularidad desmedida de un individuo cualquiera, el descubrimiento del sexo por parte de un joven de provincias, el poder de atracción de la fama sobre unos y otros,...

El director deja varias claves; por un lado ridiculiza la facilidad con la que actualmente se convierte a un anónimo a la popularidad sin que este haya protagonizado ningún acto o empeño reseñable, ese deseo de muchos/as de ser famosos, de querer ser el foco de atención, sin materia prima, sin obra, sin proeza, sólo figurar, no más que eso. Hace parodia de cierto amarillismo de la prensa rosa, de ese incomprensible morbo por saberlo todo de los demás, de espiarnos los unos a los otros. Y va más allá, nos habla de ilusiones, de jugar a perseguir nuestros sueños y a no temer los resultados de dichas búsquedas. Se atreve con la rigurosa ópera, a la que despoja de sus vestiduras (literal), para mostrarnos la vida desde un lado mucho menos serio y formal. Nos recuerda que somos conscientes de lo que queremos, que en el fondo, llegada cierta edad nos conocemos demasiado bien, y en ocasiones somos muy predecibles, como tantas otras veces podemos llegar a superarnos y para ello es necesario asumir riesgos, probar cosas nuevas, como ese imberbe chico que llega a la capital para presentarle a su chica a su familia y descubre placeres que le eran ajenos, al igual que redescubre a su mujer, de la que no imaginaba que ésta fuese capaz de hacer ciertas cosas. 

¿Y qué hay del adulterio? Es tratado con tal naturalidad que en todo momento parece correcto. No hay apenas espacio a la duda en ese sentido, a la reflexión. Siempre hay un motivo que ejerce más fuerza que el respeto o la fidelidad a la otra persona, siempre hay un "leiv motiv" que conduzca a pecar, y es abordado por el director como una parte más del juego. Del mismo modo aparecen tantos otros miedos e histerias ya relatadas en la filmografía del histriónico director, como las crisis de pareja, el paso del tiempo, la muerte, la desconfianza, la trivialidad y banalidad de las relaciones 2.0, etc.


Conviene detenerse un segundo en un detalle, y es la agilidad con la que se suceden los acontecimientos y la narración de los mismos en la película. No es sencillo ahondar en cuatro historias distintas en un solo film, teniendo sólo como punto en común una ciudad entera, que ejerce de gran escenario en esta comedia. Y en ese sentido cabe destacar la labor cinematográfica de Allen, que consigue lo más difícil; que pase desapercibido este hecho, que es piedra angular de esta obra. En todo momento tenemos la sensación de que estamos asistiendo a una historia, pero en realidad no es así, son cuatro historias independientes que nada tienen que ver las unas con las otras. Lo bueno... sólo te das cuenta cuando ya has llegado a casa. De ahí, que muchas personas comenten en diferentes foros que la película es entretenida, si, ciertamente lo es.

Comentar una película de Woody Allen no es sencillo. No puedes basarte en los mismos parámetros por los que juzgas todas las demás, se lo cuento como lo siento. Él mismo se toma unas libertades narrativas que pueden no ser bien entendidas por los espectadores... depende. El personaje que interpreta Alec Baldwin, juega por momentos a ser sólo una presencia ¿Está o no está? ¿Es la voz de la conciencia? Woody Allen hace aquí lo que quiere con su personaje. Lo tomas o lo dejas. Él te invita a perder la cabeza. Y tú ¿Qué harías?

Por cierto, Woody Allen tiene ya en su haber 4 Premios Oscar (Mejor director "Dos extraños amantes" 1977; Mejor guion original "Dos extraños amantes", 1977; "Hannah y sus hermanas" 1986 y "Medianoche en Paris", 2011. Ahí queda eso, y no se cansa, porque en los últimos años sale a película al año. ¿Con qué nos sorprenderá la próxima vez?



Algunas criticas que he encontrado buceando por la red:


Preestrenada el 13 de abril de 2012 en Roma, "To Rome with Love" tuvo mala acogida entre la prensa especializada italiana durante la proyección para los medios (al estar doblado al italiano sólo se permitió acceder a los críticos de dicho país). Paolo Mereghetti en el Corriere della Sera dice: "Al gran director le falta la inspiración (...) demasiado poco. Cuatro episodios y nada realmente sorprendente, sólo algunos buenos chistes, pero no brilla la genialidad". (FILMAFFINITY)

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"Es frecuentemente frívola y banal, aunque nunca resulta aburrida. Ofrece momentos de humor optimista, farsa cómica y cinematografía consistente y magnífica (...) (Claudia Puig: USA Today)

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"Una antología situada en la Ciudad Eterna que a primera vista parece una simple farsa sexual italiana de los sesenta, pero que furtivamente toma algunos intrigantes aspectos surreales (Kyle Smith: New York Post)

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"'To Rome With Love' carece de la temática principal sobre el tiempo y el arrepentimiento que distinguía a la última comedia romántica de Woody Allen, pero contiene abundantes placeres (Peter Travers: Rolling Stone)

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"Es el momento de empacar las Vuitton y volver a casa, Woody. Tu inspiración es escasa, te estás quedando sin euros y tienes un mal día (Rex Reed: The New York Observer)

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"Esta excursión autoral placenteramente divertida y no demasiado enérgica se percibe como un regreso a las antologías de historias cortas de Allen, con el placer añadido de ver a un reparto que le sigue el juego" (Peter Debruge: Variety)





Sinopsis con subtitulos en castellano: