lunes, octubre 31, 2011

Carteles que anuncian un concierto el 16 de noviembre de 2011 en La Plata (Argentina)

Afiche del concierto del en el Restaurante Palo Santo de la Plata (Argentina)
16 de noviembre de 2011

Cortesía de Fernanda Dominguez

Aquí os dejamos unas muestras, espero que os gusten.






Comentario de la película: "Gigantes de acero"



Valoración: 6'5


Es tan cierto que el director Shawn Levy es capaz de atraer público a las salas de cine para ver sus películas, como que éstas carecen de un nivel de calidad reseñable. Títulos como la segunda parte de "Una noche en el museo" o el remake de "La Pantera Rosa", hacen que su apellido sea lo único que tenemos en común el cineasta y yo, porque lo que se dice el gusto cinematográfico dista mucho el suyo del mío, y esto se refrenda una vez más en su última cinta "Gigantes de acero", en la que disfruté porque estaba increíblemente bien acompañado y porque iba bien provisto de palomitas y chocolatinas. Sin esa combinación, y sin haberme mentalizado previamente de que no podía esperarme apenas nada de esta historia, la tarde habría resultado muy dura, pero... cuando uno se teme lo peor, la cosa sólo puede mejorar. 

Las tramas, los giros narrativos, los momentos moralistas (que los tiene), y la grandilocuencia con la que se viste todo, se avisa de tal modo, tan a gritos, de una manera tan sumamente cantada, que puede que un niño o un adolescente despistado encuentren un gran transfondo en la película, así como un mensaje nada subliminal sobre la superación, la lealtad, y esa mitificación tan americana de que "tú también puedes ser una estrella", y claro, te lo regalan en hora y media, y en un rato tú sientes que puedes ser un heroe, que no necesitas nada ni a nadie, y que con coraje, ambición, y fe ciega en tus posibilidades lo lograrás. E incluso es bonito pensar así. Es bonito y diría que es positivo. Pero la vida real y lo que relatan todas estas películas americanas dista mucho de asemejarse, y de este modo, cualquiera se da cuenta que no es más que una ilusión, cine, que de algún modo alimenta la esperanza (lo cual está bien) pero de un modo tan exagerado que cuando sales de la sala de cine te pegas un batacazo en cuanto pisas la calle, y es que por más que nos lo endulcen, no te sueles encontrar tirado en un vertedero un robot gigante con sentimientos que pelea como si fuese Muhamad Ali y que hace que tu padre y tú os unáis y os forréis de dinero, mientras triunfáis en el mundo de la lucha libre. Lo siento chicos pero los reyes magos no existen, y esta película es de papel cartón en ese sentido, ya que juega peligrosamente con relativizar ciertas situaciones familiares, de una manera que puede llegar a ser hiriente. Me explico; que un niño adore a su padre, al que no ha visto en más de diez años y que le abandonó, sólo porque le deja jugar con un robot... teniendo en cuenta que su padre se aprovecha de él por dinero y demás... suena mal.


Podría haber ahondado la cinta en la situación que viven muchos deportistas de frustración al haberse quedado a las puertas de la gloria, o debido al inevitable paso de los años, o a causa de la proliferación de ciertos avances técnológicos... pero pasa muy por encima de todo esto, apoyándose más en momentos lacrimógenos, muy forzados y que se huelen a leguas, tanto por la interpretación excesivamente prototípica del niño (demasiado amaestrado), como por lo predecible de la representación del padre. El niño es interpretado por Dakota Goyo, y el padre, con el papel protagonista de la cinta, por Hugh Jackman, que realiza una actuación bastante floja para mi gusto, y vista cientos de veces, en otras cintas que se apoyan en ese mismo binomio padre-hijo, o adulto-niño, pero con muchísimo mejor resultado. Un copia y pega, y un catálogo de frases hechas, de situaciones esperables, con la única originalidad en la propuesta, de imaginar un futuro en el que el boxeo esté protagonizado por máquinas controladas por humanos gracias a unos mandos a distancia que incorporen dispositivos de reconocimiento de voces, con movimientos programados, etc. Hay poco de novedoso como para sacar adelante un proyecto y realizar una inversión tan costosa. Con tan poco hilo no da para hacer un jersey, y acaba saliéndote una bufanda. Algo es algo, pero nadie un poco exigente considerará esta una buena película. Sus creadores puede que incluso estén satisfechos, porque una vez más se demuestra que hoy por hoy no es necesario ser un gran artista, en este caso un gran cineasta para obtener el éxito en cuanto a los beneficios económicos se refiere, y que esto viene marcado por otros parámetros distintos al del talento y la calidad, la originalidad y la maestría con la que esté realizada la obra. Por desgracia, influyen factores ajenos al propio arte.

Se supone, por cómo lo exponen, que deberías apoyar al personaje principal, pero lo cierto es que la actitud que mantiene te aleja de él. Es cierto que Hugh Jackman, tiene carisma y engancha a muchas personas, pero tal como se comporta su personaje, aunque estés medio obligado a seguirle en su periplo, en verdad, nunca llegas a aprobar su actitud, y una vez triunfa tienes la sensación de que lo hace porque los que mueven los hilos querían una historia feliz en todo momento, pero no porque se lo mereciese o porque deseases que lo consiguiese, claro que si las cosas no fuesen perfectas como quieren los productores, nos encontraríamos con un escarmiento moral a una actitud deplorable, de un fracasado que no asume sus errores y lo peor de todo, que no es capaz de rectificar y de reconducir su situación. Estaríamos hablando de otra película, mucho más profunda e inteligente, y seguramente mucho más realista y sorprendente... es más; retiren esta y hagan esta que les propongo, les doy incluso el título: "De piel y hueso".

Me sigue sorprendiendo que Steven Spielberg sea el productor de esta película y Shawn Levy su apadrinado. Valoro mucho al primero, y obvio que puede equivocarse, y financiar algun proyecto sin valor en una larga y dilatada carrera como la suya, pero de veras que podía invertir el dinero en proyectos mucho más interesantes con una preocupación mayor no sólo por la trama, el guión, o la historia, sino por el trasfondo, por el mensaje que pretende darnos, y es que en este caso se lo han trabajado más bien poco. 


Efectos especiales destacables, y para mi gusto, en ocasiones, un exceso en el tratamiento de la imagen que le dan a todo un mayor regusto a mentira, a juguete y a videojuego en el que no puedes participar, lo que cabrea más. ¿Sabéis cuando en el videojuego pasan cosas pero no puedes interactuar? ¿Cuando a tu personaje le suceden cosas y tú no puedes hacer nada? Pues eso.


Actúa también Evangeline Lilly (protagonista de la famosa serie "Lost"), que cumple su arquetípico papel de chica guapa que no quiere pasarlo mal manteniéndose detrás del ¿heroe? pero le quiere tanto que no puede evitarlo. Chica guapa sufridora que ayuda en todo lo que puede a su chico, abnegada, y siempre dispuesta. Uff!! Sólo de definirlo me entra fatiga. ¡Por favor! Hay tantos clichés en la cinta que estás deseando que le deje y que desaparezca, porque sabes que todo lo que va a pasar ya te lo han contado otras mil veces en otras mil películas y ni es cierto, ni está bien, ni te gusta verlo, ni puede ser verdad que siempre pase lo mismo de la misma manera cuando en la vida real no es precisamente la actitud más repetida. 

La película está obteniendo como dije al principio el respaldo de la taquilla y obteniendo suculentos ingresos... menos mal, si, menos mal. Costó 110 millones de dólares ¡Madre mía! ¡Lo que podrían haber hecho con todo ese dinero y han hecho...! Ustedes no lo notan pero estoy llorando. De pena.


Sinopsis subtitulada al castellano:



domingo, octubre 23, 2011

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 4 - La srta. de la Unión del Oeste

04.- La srta. de la Unión del Oeste



Han pasado tres semanas. Tenía curiosidad por saber cuándo había sido la última vez que me senté frente al ordenador para redactar alguna página de este diario y no sé que pensar, no sé si me han pasado muchas cosas o pocas, haré la reflexión en voz alta, y vosotros/as mismos/as lo juzgaréis. Ante todo, ha habido principalmente un hecho que ha determinado mi actitud estas semanas; he conocido a una persona que me ha llamado la atención. Más tarde hablaré de ella y de cómo conocer a una persona puede mover tu estado de ánimo como si te hubieses subido a una noria y no te hubieses dado ni cuenta de ello. Ni idea de cuándo se detendrá, lo único en lo que puedes pensar en en divertirte y no pasarlo muy mal en algún giro inesperado que pueda dar la historia.

Nos habíamos quedado unos días antes de los que resultaron ser mis primeros conciertos en Argentina. Además fueron ambos seguidos, sábado y domingo. Tenéis las fechas debajo de la portada de este mismo blog, pero para quien ande un poco más perdido, decir que fueron el 1 y el 2 de octubre. Los días posteriores me quedé pensando en lo que había vivido, fue como un viaje para mi cabeza. En un concierto tocaba con banda ¡¡Tocaba con los niños perdidos más adoptados que nunca!! Recién sacados de ni se sabe. Me sentí muy contento de poder contar con gente estupenda que estaba feliz de poder compartir canciones sobre el escenario y que mes y medio atrás no conocía. Mauricio Setién en la batería, Claudio Rodriguez en el bajo, Esteban Chaves en la guitarra eléctrica, y Fabricio Pastrana en el teclado. Luego, Tomás Leone, como no, acompañándome en el set más acústico. Aproveché para devolverle el favor a Ramiro Alija, de haberme invitado semanas atrás a actuar de invitado en su concierto, y me alegró volverme a encontrar con él sobre las tablas. Y es que así da gusto, no os podéis imaginar lo que es hacer lo que más te gusta, y acompañarte por gente que lo siente como tú, lo vive de tu mismo modo, entiende bien lo que estás pensando o experimentando, y que encima te respetan, y tratan con cariño unas obras en las que se sumergen como si fuesen suyas, y claro, las hacen suyas, y para mí, un chico que vive a más de doce mil kilómetros de distancia, es muy especial poder estar en una sala de conciertos cantando los temas de su disco, frente a un público agradecido, con compañeros muy talentosos, y recordando que meses atrás estaba en otro local, en otro país, con otras personas al frente, y acompañado de otros amigos, y no echas de menos nada, o sí, no lo sé, simplemente te dejas llevar por el momento y no quieres que acabe, quieres fundirte con ese instante, con esa historia, y te quedas obnubilado, como cuando encienden las luces del cine después de una buena película como diciendo “¿Ya?”. La familia Rives estaba allí; Patricia, Daniel, y la dulce Flor. También vino mi colega Gaby, unas amigas de Bernal, y por primera vez, Claudia Damerdjian. Tocaban tres grupos antes: Corderos Perdidos, Louisiana Cotton Blues, y Ella Pudo Eso. Todo bandas muy potentes. Los conciertos fueron largos, de tres cuartos de hora cada uno, así que me temí que no quedase nadie a la una de la mañana para escucharme, pero me llevé cierta sorpresa porque no se fueron, y eso... eso hace que salgas con ganas de corresponder el detalle, y de dejar detalles a los demás. A pesar de los nervios propios de estrenar compañía musical, y a juzgar por los comentarios posteriores la gente disfrutó y por encima de las personas que ocuparon todas las mesas y sillas del local, aún había algunos más de pie, casi un centenar de personas, lo cual está muy bien.

Al día siguiente volví a Bernal, y esto ya es una costumbre, una muy buena costumbre. Ir el fin de semana a casa de los Rives, viene a ser al cambio, como ir los fines de semana a visitar a tus familiares. En esta ocasión era para participar en el proyecto “Club Atlético Poetas” que organiza Patricia Angulo en el Rie Bar, los primeros domingos de cada mes, con el afán de promocionar y divulgar poesía de siempre y de hoy, dando voz a nuevos escritores jóvenes, y no tan jóvenes, que desean dar a conocer sus escritos. Un lugar de intercambio, de cultura, de cooperación, y dónde pasar una tarde de domingo diferente, donde pensar y dónde disfrutar, y con un pequeño espacio para la música y la canción. Me cedieron media hora para poder dar mi concierto acústico, y fue un privilegio. De nuevo me encontré gente agradecida. Una treintena de personas que me animaron y a las que presenté temas diferentes a los de la noche anterior, por aquello de que quería yo mismo sumergirme en otras historias diferentes. Y claro, la sensación absolutamente diferente que resulta de subirse a un escenario sólo, con la única compañía de tu guitarra, a cantar canciones desnudas, ante un silencio atronador, pero montones de ojos y de orejas pendientes de cada detalle, y es en esos momentos en los que no ves nada, desapareces aunque nadie lo note, y arrancas a cantar y tocar una melodía y una letra, que te llevan al lugar, el momento, la situación, lo que sea que quisiste decir, y que curiosamente no siempre coincide con el sitio al que acuden gracias a tus canciones los que te escuchan, y es que lo que interpretan ellos, y lo que tú cuentas, no siempre van de la mano, y no debes preocuparte por eso. Disfruté mucho, y me tomé un licuado de fresa y zumo de naranja que no te puede hacer mal, todo lo contrario.

Desde entonces no he vuelto a tener más conciertos, pero he ido aumentando mi base de datos de contactos, salas, medios, y demás, y estoy intentando conseguir mover mi proyecto todo lo que puedo, aunque no es sencillo, y mucho menos al principio de que llegas a un país nuevo, ya me entiendes. He ido a ver un par de conciertos de bandas locales en estas semanas, y me gustó especialmente mi amigo Pali Muñoz, que hizo un concierto en el propio Rie Bar de Bernal, y que además de tener una destreza y un talento envidiable con la guitarra, descubrí de él una cualidad que desconocía y que me dejó perplejo, y es sus magníficos dibujos. Ya me he atrevido a pedirle que me regale uno para incluir en alguno de mis futuros trabajos, y se va a basar en mi música para hacerlo más particularizado, así que lo espero como un regalazo que no tengo ni idea de cómo compensar, porque de veras, que me maravillaron los dibujos que vi de él.


Así que sigo trabajando a buen ritmo para poco a poco ir introduciendo mis canciones en este país, pero bueno, sin medios, con sólo dos manos (aunque me están apoyando mucho las amistades que he ido haciendo), y sin una infraestructura detrás... la cosa se pone más romántica, pero más compleja. Es lo de siempre, uno a uno, de a poquitos, pero sin perder la ilusión por lo que a uno le gusta, y más sabiendo que me siento muy sincero y auténtico, sin rendir cuentas ante nadie.

En los estudios, hemos concluído ya los primeros parciales. Cada mes y medio nos realizan pruebas para saber cómo andan los tiros. Si uno estudia música es porque quiere, porque le gusta, y porque voluntariamente así lo decide. Pagar por una escuela del nivel del EMBA y no ir a clase, llegar tarde, o no preparar lo que te proponen, es realmente estúpido e innecesario. No es el instituto, no es una carrera que te obligan a hacer tus padres, ni algo que haces para ganar dinero,... por eso a veces me sorprende ver que algunas personas “se borren”. Estuve algo tensionado con las pruebas porque quería hacerlo bien, pero creo que lo superé. En verdad, estos “exámenes” sirven para uno mismo, para saber si dominas lo que te han explicado o no, para que puedas ver si estás capacitado para continuar con nuevas explicaciones o te conviene revisar las anteriores, porque aquí, como en las matemáticas, si no entiendes lo anterior, es del todo imposible que entiendas lo que va a venir, y así funciona muchas veces la música, cada vez ves una nueva fórmula para la que necesitas haber comprendido bien la primera. En cómo encarar los estudios creo que también he madurado algo, y me siento bien, porque me está sirviendo para mejorar. Uno no se da cuenta de las trabas que se pone, hasta que con los años, lo que antes te parecía negro ahora, ya empieza a ser más azul. No sé si me he sabido explicar. He ido a todas las clase, sea como sea no me he quedado dormido nunca en dos meses, nunca me he hundido en casa y he caído en combate, con mis días mejores y peores, pero siempre he ido, a veces más inspirado y otras torpe, pero poco a poco he ido avanzando, y si lo noto en dos meses ¿Qué no pensaré en un año?

Por todo esto he dejado de lado algunos prejuicios, y me he enfrentado (como he podido) a tocar la eléctrica, a dominar más y mejor la pua, a empezar clases de piano, y a anotarme en las de canto (aunque aún no han comenzado). En las demás asignaturas uno ya siente el avance del curso, y me pone contento, porque veo que no pierdo el tiempo, que aprovecho esta oportunidad desde el punto de vista de los estudios, y seguro que mi música lo agradecerá en el futuro porque esto, al fin y al cabo, acaba repercutiendo en lo que uno trabaja de a diario.


Reflexión:
Hay ciertos modos o conductas, propios de cada país, de cada región, que apenas son mencionados en las guías ni reseñados en ninguna parte, y que más pronto que tarde uno debe asimilar tratar de aprender, y por ahí viene muchas veces el entendimiento de otra cultura, de otra forma de entender la vida, eso que se escapa cuando vas de turista a un sitio porque los días que convives con los lugareños no permiten descubrir estos hábitos que se manifiestan con el paso del tiempo, del conocimiento de las personas, y de tener los ojos bien abiertos. Ya me había llamado la atención cuando viví en Cuba, principalmente en las relaciones personales o de pareja, y nuevamente ha sido por ahí donde más he tenido que adaptarme y tratar de situarme para poder comprender qué piensan o qué sienten los demás. Más allá de que cada persona tiene su forma de manifestarse, sí es cierto que en cada país existe un “imaginario libro de conductas”, que aunque pueden asemejarse, y más en el caso español-argentino, sorprenden siempre con detalles propio de cada lugar y que no son frecuentes en tu país de procedencia.

Me he encontrado gente muy amable, alegre, con un mayor contacto físico -principalmente entre los hombres que entre otras cosas se saludan siempre con un beso-, camaradería, un lenguaje mucho más respetuoso hacia la otra persona, manteniendo cierta distancia con el uso de “vos”y “usted”, en lugar del típico “tú” español, pero sin embargo algo temerosos e incrédulos, quizás por ese clima de miedo y de violencia que no se ve, pero por algún extraño motivo se siente en la gente. Ver que toda la gente lleva sus mochilas del revés en los espacios públicos por miedo a ser robados, que nadie sale a la calle de noche, que si caminas detrás de alguien enseguida mira hacia atrás, se echa a un lado,... detalles al fin y al cabo, que obviamente no son iguales en todas las personas pero que voy captando y a los que me voy habituando y trato de comprender.


A veces pienso que la ilusión y la motivación son las dos causas fundamentales de poder llegar a cumplir nuestros sueños. El talento, la capacidad, la suerte, el dinero, la ayuda que nos puedan prestar, el punto del que partamos, el esfuerzo, la formación,... son muchos los condicionantes y las variables que habría que tener en cuenta, pero sin lugar a dudas, pienso que estar ilusionado y motivado para hacer algo es indispensable para lograr hacerlo. Viene esto al caso de que esa ha podido ser siempre una de mis mayores bazas, y me alegra que así sea, aunque me apena pensar que algún día pueda quedarme sin esa llama, que se consuman mis energías, y yo con ellas, y que me quede en el camino por ser la persona que quiero ser y por cumplir aquellos sueños que tengo, y deje de intentar hacer todas esas cosas que me fascinan y que me animan a vivir la vida con pasión, tal y como la vivo.


¿Qué vas a hacer con tu vida? Yo no lo sé. Nunca he tenido la respuesta. Sólo he podido saber qué quiero hacer. Qué me gustaría hacer. Hay objetivos, es bueno tener sueños, fascinarse con algo, encontrar una razón para salir de casa, para levantarse del sofá, para abrir los ojos, sea lo que sea, algo que haga que saques lo mejor de ti, que se te ilumine la mirada. Siempre pensé que lo primero era precisamente eso, conseguir saber qué quieres, y en verdad, esta es una primera gran traba, que por suerte siempre me ha resultado sencilla de resolver, pero en la que muchas personas se atoran, y es que imagino que para muchos/as de los/as que leéis esto, esta ha podido ser una de vuestras mayores dudas ¿Qué quiero hacer? Si sabes qué quieres, lo demás es más fácil de llevar, que no de hacer, claro, porque cuando sabes dónde está el norte, sea como sea el camino tienes clara cual es la dirección, avances presto o sumamente lento, tienes una idea aproximada de hacia dónde vas y por qué. El problema es cuando caminas en círculos porque no sabes hacia dónde ir. Así que cuando alguien me avasalla con la pregunta de ¿Qué vas a hacer con tu vida? Sólo se me ocurre responderle: intentar ser feliz. ¿Cómo? Intentando hacer lo que quiero hacer; sea plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro, o una suma de todas esas cosas.



***

Sorprendente:

- ¿A qué esperamos?
- Hemos llamado al servicio de seguridad.
- ¿Qué?
- Si. Tenemos que esperar un poco. Llegará ahora. No tarda. Es un servicio de seguridad que nos escolta y vigila que todo está bien, por si sucede algo.

Nunca había vivido algo así. Es mucho peor de lo que parece, porque si muchas familias argentinas precisan de pagar un servicio de seguridad privado “por si pasa algo”, es porque muchos argentinos consideran habitual que pueda “pasar algo”, y viven con miedo de que les suceda. ¡Esto es terrible! Esto demuestra que se vive en un estado de inseguridad ciudadana, de desconfianza, de miedo, y de cierto pánico, que deja en muy mal lugar a las fuerzas de orden público, a los servicios estatales de seguridad y de protección civil, y denota un ambiente de violencia manifiesta que visto desde fuera resulta inaceptable y alarmante. Secuestros, atracos con violencia, robos de todo tipo, extorsión,... no deberían ser situaciones cotidianas para un país que aspira al progreso y a posicionarse como pionero en el desarrollo de américa latina. Erradicar la inseguridad ciudadana puede ser una de las primeras asignaturas del gobierno.



***



Estas últimas semanas han venido marcadas por la señorita de la unión del oeste. Me resulta muy bonito ver cómo poco a poco puedes ir entrando en la vida de una persona, familiarizándote con sus gestos, con su lenguaje corporal, porque muchas veces es más importante lo que callas que lo que cuentas. La conocí y recordé aquella imagen tan visual que tuve hace años cuando compuse “una chica del futuro”. Miré hacia los lados, traté de hacer como que nada pasaba, busqué y encontré la cámara y aunque no pensé que fuese una broma, miraba al resto de personas como diciendo “¿Nadie se ha dado cuenta de lo mismo que yo?” Un poco como en esos programas de cámara oculta donde hay un famoso y tú sabes quien es pero está haciéndose pasar por otra persona... no sé, algo raro. Luego, cuando pisas y ves que es tierra firme, quieres convertir cada situación en una escena culmen de tu película con el miedo a que en cualquier momento bajen la cartela que pone “fin”, o que resuene grave esa voz masculina y profunda que dice “tiempo”, y como quieres que eso no pase pues apuras, y seleccionas las mejores palabras de tu diccionario particular, y pones en el escaparate lo mejor que tienes, y realizas la oferta del mes, y te calcas un olín, y haces la apuesta más alta, y perderías hasta el reloj y la cartera con tal de que ganes esa mano, porque es ahora o nunca... y menos mal que luego, cuando estás en casa, cuando te tumbas en la cama y lo recuerdas, sonríes como un idiota y te alegras de que aún te pasen estas cosas, de que puedan pasar, de que crezca la hierba y los incendios pasados no hayan conseguido mermar tu ilusión a pesar de que te hayan dicho que los reyes magos no existan, tú estás igual de nervioso que si existiesen y fuesen a colarse en tu cuarto, y se cuelan, y lo que siempre has creído que no te podía pasar a ti te pasa, y entonces ya no tienes excusas, pero como somos así, como somos de querer más, ambiciosos, pues puestos a pedir, pides más, pides que no se vaya, que se quede contigo, que se rinda y se entregue, y en esos momentos es bueno abrir los ojos y darte cuenta de que si, de que tus manos aún huelen a ella, de que la tienes justo delante tuya, de que ese pulso acelerado es el tuyo, y esas piernas temblando son también las tuyas, y que ella sonríe porque está feliz y tú algo has tenido que hacer. Sí, has sido sincero, has sido tú mismo, has sacado lo mejor que tenías dentro para compartirlo, el champagne gran reserva, la frase más elocuente, tu mejor discurso, el perfil que más le gusta a la cámara de ti, y te ha tocado. Es verdad que no era fácil que pasase ¿Y? Ha pasado. La señorita de la unión del oeste me gusta y me siento feliz cuando estoy a su lado. Es maravilloso. Lo comparto con todos ustedes, porque (y cito la última canción que estoy componiendo)... te puede pasar a ti.



miércoles, octubre 19, 2011

El único banco al que me gustaba ir todos los días

Hoy he recibido esta foto, y me ha traído muchos recuerdos. Este banco (el de madera, no el que está detrás) era el sitio que solía escoger cada noche para reunirme con algún/a amigo/a durante las primeras semanas del verano, justo antes de trasladarme a vivir a Buenos Aires. El tiempo que suele hacer en Vigo no concede muchas licencias para poder salir de noche a la calle, pero en verano sí que es posible agarrar la guitarra, y darse una vuelta por el barrio. Me gusta salir de noche. Todo está en calma. Precisamente así se gestó mi disco "Turno de noche" (publicado en junio de 2004). Muchas veces deambulaba yo solo por la Plaza de la Independencia, que corona y divide en dos la Avenida Camelias de mi ciudad, buscando inspiración, reflexionando sobre lo que había pasado ese día, imaginando proyectos y actividades que anhelaba cumplir, etc. Otras veces compartía banco. Quizás eran las mejores noches. Hasta allí se acercaban algunos de mis mejores amigos/as y poníamos en común lo que nos preocupaba y lo que nos motivaba. Intercambiábamos consejos, puntos de vista, enfoques, bromas, cotilleos, conocimientos,... Con Olalla, con Xermán, con Nico, con Leti,... fue realmente bonito traer todo eso a mi memoria hoy. La vida sigue amigos. Espero que tanto vosotros como yo lo recordéis con una sonrisa. Siempre hay un banco en alguna plaza de alguna ciudad, que guarda los secretos de un grupo de amigos/as, sus filias y sus fobias. Lo llevo conmigo.

viernes, octubre 07, 2011

Fotografías del concierto en el Bar de la Ve - 1 de octubre '11 - Villa Luro (Buenos Aires)

Concierto en el Bar de la Ve - 1 octubre de 2011 
- Villa Luro (Buenos Aires)

[Fotografías: Gabriela Blanco]


Samuel Leví y Los Niños Perdidos

Bajo: Claudio Rodriguez
Batería: Mauricio Setién
Guitarra Eléctrica: Esteban Chavez
Guitarra acústica: Tomás Leone
Teclado: Fabricio Pastrana
Guitarra española, voz, armónica: Samuel Leví 


Estas son algunas fotografías que me han llegado del concierto que compartimos con:
Ella Pudo Eso
Corderos Perdidos
Louisiana Cotton Blues


Es algo especial ver como las canciones que te llevan acompañando años, que se han vestido con trajes de lo más variado, que han pasado de mano en mano, y de boca en boca, aparecen un día, como por arte de magia en un local, a más de 12.000km de tu casa, coreadas por un centenar de personas que minutos antes no las habían escuchado en su vida, y que se multiplican y se expanden, y pasan de coche en coche, de casa en casa. Lo piensas y sabes que el único nexo entre todo eso eres tú, ese que un día lo creó, lo cantó, y que antes lo soñó o lo vivió o simplemente lo vió en la calle, en un amigo, en las noticias, en un bar, en un libro, o incluso en otra canción. Luego, esos temas, se inmortalizaron en un disco como nuestros recuerdos sobre un papel o en una fotografía, y a partir de ahí... 

El creador se siente un poco sólo siempre, porque aunque lo intentase explicar (y lo intenta a veces), nadie puede comprender todos los momentos de vida de esa obra, y cómo ha evolucionado con el tiempo.


Fotos...









jueves, octubre 06, 2011

Comentario de la película: "El árbol de la vida"



Valoración:


Las primeras noticias que me llegaron de esta cinta es que estaba siendo muy comentada, y criticada. Y aunque el primer calificativo no predetermina ni frío ni calor, el segundo, y tal como está el patio, suele conferir una carácter negativo (y no debería). Leí y oí cosas como que en determinados cines estaban avisando previamente a los clientes de que si abandonaban la sala no se les devolvía el dinero por mucho que se quejasen, y que se les daba la opción de cambiar de sala con la película ya comenzada. La verdad es que era la primera vez que me enteraba de algo así y me levantó ciertas dudas ¿De verdad es tan mala y repulsiva que no eres capaz de acabar de verla? ¡¡Hasta eso tendría mucho mérito!! Imaginaos una cinta que el 90% de las personas no son capaces de conseguir ver... yo creo que ni pretendíendolo consigues algo así. Las malas lenguas dicen que quizás es una campaña de promoción de estas novedosas que se hacen hoy en día, rizando el rizo para captar de una u otra forma la atención de los clientes, cada día más ocupados y menos dispuestos a perder lo único que poseen sin intereses; la decisión sobre qué hacer con su tiempo. No sé, me resulta demasiado tergiversado ese planteamiento publicitario, aunque ya "casi" nada me sorprende.

"El árbol de la vida" es un poema hecho película difícil de comprender, ya que presenta múltiples posibles interpretaciones según quien lo recibe, y ahí radica gran parte de su poder. Pone las preguntas, deja las respuestas en el aire, y lo nutre todo de una atmósfera visual bellísima, que nos traslada al espacio, a la creación, a la naturaleza,... La ciencia y la religión, para conseguir de forma sencilla hacer lo más complicado; no posicionarse, no decantarse, no enturbiar ni moralizar, alejándose por completo de un panfleto filosófico. Como con la poesía, habrá quien empiece a leer y antes de completar la primera estrofa abandone el "ejercicio intelectual" propuesto, y habrá quien se maravillará. El hecho de que no te deje indiferente, y el reto que plantea el director creando "una película para unos pocos" me parece honesto y una empresa encomiable, aunque pueda verse criticado por una mayoría que pensará que le han tomado el pelo. Yo me he quedado a medio camino, porque tampoco lo considero una obra maestra. Ahora desgranaré el porqué de mi opinión.


Dirigida con brillantez por Terrence Malick, ha recibido ya La Palma de Oro en el Festival de Cannes '11, como mejor película. Del director se agradece la calidad con la que filma la cinta, su poética forma de vestir cada escena, su riesgo, la honestidad con la que de algún modo vuelva su concepción del mundo en el metraje, la buena elección de cada uno de los componentes de su equipo de trabajo, y la seguridad y seriedad con la que se empeña en hacer cine de autor, que creará escuela. En su contra, nada. Él ya sabía que esta cinta sólo encandilaría a sus seguidores y a unos pocos enamorados de la causa, el resto, o no van a verla, o se levantan de sus asientos y se dirigen a la boletería rogando que les devuelvan el dinero o les dejen entrar a ver los Transformers. Malick apenas ha rodado 5 películas en treinta años que lleva como director; poco pero muy selecto. No permite entrevistas y no se deja hacer fotos. Todo en su vida y obra tiene cierto misterio.


Es curioso que en más de dos horas que dura la cinta no se haga más uso de sus célebres protagonistas; Brad Pitt, Jessica Chastain, y Sean Penn, pero habrá quien diga que no es necesario... no es necesario y quizás eso también tenga su mérito. Una música bien tratada, permite abstraerse y no echar tanto de menos los diálogos, aunque hay ciertos momentos de la película que puedes haberte perdido tanto, que creas estar en un documental sobre el universo, el espacio, y el cosmos, o en una clase de metafísica. Sí quiero hacer especial énfasis en algo; vale que los actores participen más bien poco, o más concretamente, no sea relevante su actuación, pero Malick supo elegir de forma soberbia a tres de los mejores y más creíbles actores que podían hacer algo más carnal y humana, la percepción mística de su director sobre la vida.

Toda la estética que envuelve la cinta es soberbia. El tratado de la imagen no resulta una impostura, a pesar de que en un momento de la cinta lleguemos a ver ¡¡Dinosaurios!! Si. Lo han leído bien. Como decía anteriormente, la cinta nos traslada desde la historia familiar de un matrimonio con sus tres hijos, en donde hace incapié en los valores educacionales, la religión, el dolor por la pérdida de un ser querido, etc. para ir hacia una reflexión mucho más profunda, si cabe, que nos induce a pensar en la creación del universo, su posible final, y a replantearnos de nuevo ciertas preguntas existenciales donde lo místico y lo filosófico se dan la mano.


Críticas aparecidas en otros medios:


"Incluso para los estándares de Malick, 'The Tree of Life' representa algo extraordinario. (...) su trabajo más simple y más desafiante, (...) El resultado es arte en el cine en su grado más puro." 
(Justin Chang: Variety)
 
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"Una película única (...) una bella creación que reflexiona sobre lo imponderable, hace preguntas que la religion y los hombres se han planteado desde hace milenios, y que provoca una expansiva reflexión filosófica junto a una intensa introspección personal." 
(Todd McCarthy: Variety)
 
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"Visiones prehistóricas y cósmicas aparte, el film de Terrence Malick es una reflexión épica y sin modestia sobre el amor y la pérdida. (...) 
Puntuación: ***** (sobre 5)" 
(Peter Bradshaw: Guardian)
 
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"Con una sinceridad desarmante y una sofisticación formal sobrecogedora, 'The Tree of Life' reflexiona sobre las preguntas más duras y persistentes, de la clase que dejan a los adultos sin respuestas cuando los niños preguntan por ellas" 
(A. O. Scott: The New York Times)
 
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"Es simplemente algo que no puedes ver en otro lado: profunda, idiosincrática, sincera y mágica; la confirmación de que el cine puede aspirar a arte. (...) 
Puntuación: ***** (sobre 5)" 
(Ian Nathan: Empire)
 
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"[Malick es] un meticuloso visionario que sabe dónde poner una cámara, pero que no tiene la menor pista de cómo contar una historia con sencillez y coherencia" 
(Rex Reed: The New York Observer)
 
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"Terrence Malick, poética en la pantalla. (...) posee la cadencia, la magia y la complejidad de los mejores poemas" 
(Carlos Boyero: Diario El País)
 
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"Se deshace el poético azucarillo de Terrence Malick. (...) una monumental obra cuya mitad, más o menos, son visiones espaciales, aéreas (...) momentos de sublime sensibilidad y de máxima belleza" 
(E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
 
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"La sensación de reencuentro con el Malick que entusiasma se pierde pronto. ¿Obra maestra o gran fraude? Probablemente, las dos cosas." 
(Luis Martínez: Diario El Mundo)
 
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"La película roza el ridículo en ciertos momentos, mientras en otros, sobre todo en la microhistoria emocional de una familia, es conmovedora. Pero el castillo Malickiano tristemente no se sostiene" 
(Sara Brito: Diario Público)
 
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"Inspirador, casi inabordable, complejísimo, hermoso, trascendental poema en imágenes (...) una obra que queda para la historia del cine desde ya" 
(Javier Ocaña: Diario El País)
 


Sinopsis en castellano:


martes, octubre 04, 2011

Mi diario en Buenos Aires - Capítulo 3 - Más ancho que un buen Pancho

3.- Más ancho que un buen Pancho


- ¡Pancho! ¡Ponme un Pancho! ¡Sí, con todo!
Francisco (todos le llaman Pancho) es un chico que rondará los veinte años, y que junto a Pedro, se encarga de atender un kiosco que tenemos a dos cuadras de la escuela, y al que acuden en su hora de recreo y salida, los/as estudiantes de dos colegios cercanos. Tomás Leone (mi compañero de escuela, y "becario a niño perdido") me dijo un día que no era posible que no conociese la afición de los jóvenes (y no tan jóvenes) argentinos por los "Panchos". Para los que no lo sepan no lo dilataré más en el tiempo; un "pancho" es lo que en España llamamos "perrito caliente" y en los EUA conocen como "hot dog". Sin más. Quizás la particularidad (que no se ve tanto en nuestro país salvo en zonas de playa y principalmente en verano) es que es normal comerlo a pie de calle a modo de "tentenpie". ¡¡Delicioso!! ¡¡Una exquisitez!! Es como si de pronto soltases quince años de tu vida, y rejuvenecieses a cada bocado. Todo se va al carajo cuando una cría de 12 años te dice: "¡Hey, te ves muy lindo! ¿Cuántos años tienes?". A lo que respondes con voz grave estilo Dark Vader: "Gracias pequeña pero soy mayor, lo cierto es que podría ser tu padre". Solemos tomarnos un alto al fuego a media mañana para degustar la salchica cocida recalentada que tanto nos gusta ¿Cómo es posible? En fin... me encanta.



Hace ya unas semanas estuve conociendo uno de los barrios más renovados de la capital y de mayor crecimiento y desarrollo en las últimas décadas. Se trata de Puerto Madero. Separado del resto de la ciudad por cuatro diques, con sus respectivos puentes que dan acceso a este barrio "anexo" de la capital, destaca por sus lotes de edificios en altura, muy modernos, y principalmente dedicados al sector empresarial y a su uso como oficinas y centros de negocios, que complementan con una zona de terrazas, y paseos, llenos de restaurantes de cierto nivel y cierto coste, en los que puedes pasar un rato agradable. En verdad este espacio urbano ha venido a invadir un poco el propio río de la plata, del que únicamente queda separado por una zona de protección medioambiental que coincide con la ribera del río... menos en nada, y... menos mal. Por allí estuve paseando con mi amiga Claudia Damerdjian, y observando el puente de la mujer, obra del arquitecto español Calatrava, que personalmente me dejó sorprendido, no por su belleza (ni mucho menos), sino por imaginar qué carajo le llevó a ponerle ese nombre. He oído que hay quien afirma que la idea del creador era la de figurar una pareja bailando tango... en fin, les dejo una foto para que le den al coco.



Por fin llegó mi primera actuación en Buenos Aires. Lo cierto es que hubo que esperar más bien poco, y eso por supuesto me tuvo muy contento. Quienes hayan leído este blog sabrán a qué me refiero; "La fiesta de la luna llena". Un encuentro de seguidores de la música de Quique González (artista español), para rendirle tributo y hacer menos angustiosa la espera de que llegue la fecha en la que regrese a Argentina a actuar en directo. Se reunieron una buena pila de músicos dispuestos a compartir, a relacionarse y a disfrutar sobre el escenario, y por la parte que me toca decir que me sentí muy contento, no sólo por el mero hecho de actuar, sino porque además de ser la primera vez en Argentina, era cantando los temas de una persona que admiro enormemente, cuya carrera he seguido, y de quien he tenido la fortuna de recibir clases y consejos hace algunos años, ejerciendo más de psicólogo que de maestro para mí. Así que me acompañó Tomás Leone, y tocamos unos pocos temas. También compartimos escenario luego con el bajista Claudio Rodriguez, con el baterista Mauricio Setién y con el guitarrista Esteban Chaves. Todos juntos montamos una buena. Martin Angulo Medina, también estaba por ahí, es más apenas se bajó del escenario porque es el que se sabe de memoria todos los temas. Esta actuación me sirvió para no descolgarme demasiado tiempo con los conciertos, ya se sabe, te cambias de país, e igual pueden pasar meses hasta que toques en directo, así que fue perfecto sentir que no, que seguía como siempre, haciendo lo que más me gusta, y disfrutando en compañía de nuevos amigos con los que compartir estrofas y acordes. Se hicieron algunas fotos y se grabaron videos. Para muestra, un botón.


Añadamos a esta historia un nuevo personaje. ¿Qué tal una chica? Bien, les presento a Luna, compañera de clase en la escuela que vino a Buenos Aires en busca de un sueño; convertirse en cantante profesional. Para ello se esforzó durante cierto tiempo en trabajar en su Colombia natal y poder acumular algo de dinero que le permitiese partir en busca de su paraíso particular. En ese sentido, desde un primer momento me enganchó su historia personal, su entrega, su coraje, y su predisposición. Nos llevamos realmente bien, y nos divertimos juntos. Quedamos un par de veces y le ayudé con algunas cosas de la escuela. Ahí quedó todo. Vive en un barrio de las afueras, en una linda casa, pero que le obliga a tener que tomar un "colectivo" (autobús) cada vez que quiere acercarse al centro y tarda algo así como tres cuartos de hora. La falta de tiempo, las dificultades de aprendizaje en la escuela, su trabajo, y demás asuntos personales, han hecho que nos veamos más bien poco, así que apenas hablamos un rato en la escuela, o por internet, cuando nos coincide. Quería mencionarla porque la aprecio, y confiamos el uno en el otro, lo que siempre es de agradecer, así que apúntese esto como un guiño hacia una persona a la que deseo toda la suerte que pueda necesitar, y con la que mantengo una buena relación. 



Gracias a mis amigos Fabricio Pastrana y Fernanda Domínguez, feliz matrimonio, he recibido un regalo genial; mi móvil argentino. Su inestimable ayuda ha favorecido a que pueda estar en contacto con la gente que voy conociendo y ayuda a estrechar lazos... ¡Vaya si ayuda! Principalmente favorece mi trabajo musical porque cualquiera puede contactar conmigo inmediatamente. Les doy las gracias públicamente. ¡Un detallazo!

He visitado otro barrio en estas últimas semanas; el barrio de Mataderos. Allí tuve la suerte de participar como artista invitado en el concierto de Ramiro Alija (www.facebook.com/ramiroalija), un cantautor como yo que me tendió la mano para que colaborase con él. Con gusto fui hasta el "Bar Cultural Mi Espacio", ha cantar durante veinte minutos, y a disfrutar con su actuación acompañado de Facundo Stilman, que se está formando (y qué bien lo está haciendo) como bajista, lo que me trajo a la memoria los conciertos de la gira "Y tú más!" en los que me acompaña Nicolás de la Flor al bajo. Tal para cual. Nos comimos unas ricas pre-pizzas y pasamos un rato de lo más agradable, con cerca de 30 personas (el sitio es chiquito y no cabía nadie más), que atendían respetuosas tema a tema en un silencio de lo más propicio. Aquí conocí a un par de personas que compraron mis discos y me han tirado recomendaciones en las últimas semanas que me han sido de utilidad, pues siguen de cerca la música de autor española. ¡¡Qué cosas tiene la vida!! Me he encontrado en mes y medio bastantes personas aquí que escuchan cantautores españoles, colegas míos, que en España la pasan como pueden para hacerse escuchar y para conseguir tocar en locales impropios para un concierto, y en condiciones lastimosas, para sobrevivir dando clases particulares, o haciendo horas extras detrás de alguna barra o repartiendo publicidad a la puerta del metro. 

Me gusta sentirme responsable de lo que hago. Asumir la culpa, porque eso significa asumir también el éxito, y eso te lleva a relativizar lo uno y lo otro, a madurar las cosas dentro de ti, a masticarlas, a ser algo más serio contigo mismo, con tu tiempo, con lo que quieres y lo que no quieres hacer, a definirte, a conocerte, a crecer. Me siento responsable. He venido a vivir una experiencia a todas luces enriquecedora, instructiva, formativa, y al mismo tiempo a retarme a abandonar una situación en la que estaba realmente bien disfrutando de ciertas cosas que me había ganado a pulso y con mucho esfuerzo, y cuando estaba a punto de empezar a degustar los beneficios, decidí irme. Y si. Partir de cero en otro lugar, renunciando a lo cómodo y fácil por buscar nuevos horizontes. No hay tiempo que perder. Siento que hay muchas cosas que aprovechar, que conocer, que disfrutar, así que mis días se llenan casi sin que me de tiempo a pensar en qué estoy haciendo, y es magnífico. Siempre quedo con alguien, voy al cine, paso las mañanas en la escuela, preparo nuevos temas en la guitarra, recojo nuevas ideas para el futuro proyecto, hago contactos nuevos, me impresiono con rincones maravillosos de la capital, etc. Todo lo que pueda aprender a nivel musical me vendrá de lujo, y ya siento que así sucede. Investigo nuevas fórmulas. Si yo me contamino de ello, mis canciones también lo harán. Es ley de vida. 

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En este sentido, en la escuela estoy teniendo grandes oportunidades de conocer personas muy destacadas en la música argentina. Hace unas semanas le tocó a Marcelo Coca Monte, que ofreció una master class, sobre producción, guitarra y bajo. Interesantísima, sin duda. Por otra parte, ahora que llevamos mes y medio han empezado a hacernos pruebas calificatorias para ver qué tal lo vamos llevando. Si las cosas se complican a muchas personas les toca "recursar", si, "repetir", lo que hace que pierdas casi seis meses de la asignatura que sea porque no eres capaz de superarla y se te enquista. Haré todo lo posible porque esto no suceda. Lo fundamental es estar todo el día practicando. Si algo no sale, le echas más horas y finalmente sale. Como en todas las profesiones y todos los estudios, esto tiene determinadas partes que pueden convertirse en una auténtica pesadez, y según tus intereses, habrá temáticas que no te interesarán lo más mínimo y se te hará un latazo estudiarlas, pero no tenemos trece años y no queda otra así que yo le hinco el diente a todo, y por ahora he presentado todos los trabajos que han solicitado. He tenido los primeros exámenes esta semana y me he quedado bastante satisfecho. La semana que viene habrá más así que nada de despistarse. Estar motivado tiene una repercusión absoluta en lo que uno hace. Estoy convencido de ello.

De mayor quiero tener una casa en la calle Melian de Cabildo para la semana y una en el barrio de San Isidro para pasar los fines de semana. ¡¡Menudo lujo!! Tomás me llevó al exquisito barrio de San Isidro, un lujoso barrio de las afueras, en el que puedes ver casas de revista y urbanizaciones privadas de alto standing. Estuvimos tomándonos una hamburguesa y viendo cómo viven los que viven bien, y la verdad, es que vicia sólo de pensarlo. 

La familia Rives se ha convertido en mi familia aquí. Los quiero, de veras. He pasado algunos fines de semana allí en Bernal con ellos. Patricia, lleva el programa de radio "Perras negras" en Radio Hartares (www.perrasnegrasradio.blogspot.com), y el espacio litario y cultural Club Atlético Poetas, del que ya me he hecho eco en este blog, y en el que participaré el domingo. Es escritora, y una persona sumamente interesante con la que conecté desde el primer momento. Su marido, Daniel Rives, es una persona sumamente cordial e inteligente, que cuida de todos y da lo máximo y lo mejor de sí mismo por su gente, algo que dice mucho y muy bueno de él. Les he tomado mucho aprecio. Su clan se completa con Ayelén y Flor, sus dos hijas, con las que me llevo estupendamente, y nos entendemos muy bien. Han heredado las inquietudes culturales de sus padres, y esa forma tan galante de tratar a los demás, respetuosas, amables, y dulces. Tenemos gustos muy parejos, y he ido con ellas a la presentación de un cortometraje, un recital de poesía, al cine... Martín Angulo Medina, es hermano de Patricia y cierra el círculo de los Rives, mi segunda familia aquí. Madre, si lees esto, ya sabes a quién agradecerle mis cuidados. 


Que no te pillen por sorpresa:

- Cada uno lo llama de un modo: mierda, bosta, caca, turullo, boñiga, excremento, hez, pastelito de crema, ñordo, mojon, sorete, toti, pino, cagarro, submarino,... pero todos se pueden hacer una idea de qué hablo, ahora les diré por qué. Lamento lo escatológico de mi comentario, pero esto tiene su razón de ser. En Buenos Aires, es bastante corriente encontrarte las aceras devenidas en un campo minado. Lo más recomendable es mirar al piso, de lo contrario puedes llevarte una desagradable sorpresa. Aún está por llegar el día en el que uno se encuentre con una persona que recoge lo que su perro va sembrando por las calles a la hora del paseo. Muy desagradable y una mala imagen para la ciudad. Detalle a tener en cuenta. 

- He recibido felicitaciones cada vez que me dirijo a una papelera a arrojar basura. La costumbre es no hacerlo. Las calles están sucias. Por otra parte... igual que sería complicado bañarse sin agua, es difícil mantener las calles limpias si apenas hay papeleras. Unos por otros la casa sin barrer. 

- "Los argentinos son italianos que hablan español y visten como los franceses". El otro día leí esa frase. Ahí lo dejo. 

- Cómprate unas Converse. La marca debe haberse forrado aquí. Le preguntas a los jóvenes y prácticamente todos tienen, pero no un par, sino que llevan años comprándose este modelo, que ha pasado a formar parte de la indumentaria más característica de la juventud de la ciudad, y no tiene pinta de ser una moda transitoria... por lo visto, es así desde hace años. Si "en Barna todos tienen Vespa" (como canta el grupo Pereza en uno de sus temas), en Baires todos llevan Converse. Palabra.


- ¿Ya te has comprado las entradas para el concierto de tu ídolo en marzo? No ¿No?... ¡¡Cómpralas!! Pero... O la gente es fanática de la música, algo que me encanta, por supuesto, o algo raro sucede. Grupos que son capaces de llenar semanas enteras el aforo de un gran teatro, sala de conciertos, e incluso estadio. Parece que muchos de los grandes artistas del panorama rock internacional escogen Argentina como una de las paradas más importantes de sus giras, porque saben de la pasión que despierta la música por acá. Lo que no me esperaba es que para un concierto tuvieses que comprar las entradas con medio año de antelación. Hay casos menos graves, pero si el concierto es de alguien más o menos famoso, no esperes encontrar las entradas un mes antes de la fecha, porque se suelen agotar a los pocos días de salir a la venta, y como digo lo hacen con muchísimo tiempo de antelación.

- ¿Conocéis www.mispicaderos.net? ¡¡Venga no me digáis que no!! Seguro que habéis oído hablar de esa web. Página española que permite a sus usuarios indicar lugares propicios en cada ciudad en los que poder disfrutar a gusto con tu pareja al aire libre, en un espacio público pero poco transitado, con lo que reducir las posibilidades de que te descubran. Viene especificado incluso el porcentaje de afluencia al lugar, etiquetado según el riesgo a que te vean, por la belleza del sitio, la accesibilidad, etc. Esto es una gran ciudad, con millones de personas, y aquí se lleva mucho algo que me sorprendió (soy un niño...); ir con tu pareja a un "telo" (de invertir las sílabas de la palabra "ho-tel", y cargándose la /h/). Formalmente conocido como "albergue transitorio" lo distinguirán porque suele haber luces de neon en la puerta, aunque no tan llamativos como los "clubs nocturnos" en españa, y tampoco bautizados con nombres de la calaña de "caperucita zorra", "selva negra", "el séptimo cielo", o "el edén". Muchas parejas jóvenes que no tienen un lugar mejor pasan las horas ahí metidos, en habitaciones con espejos, duchas de cristal que dejan todo a la vista, ambiente íntimo, e imagino que Joe Cocker sonando en el hilo musical. Práctica esta muy extendida entre quienes "están de trampa"; personas que son infieles y se resguardan en la intimidad de estos sitios. Me ha pillado tarde este descubrimiento... bueno, igual no tanto,... ya veremos, no depende sólo de mí. 

- Lo más probable es que si tienes coche tengas los cristales tintados, incluso los delanteros laterales. Dicen que es por seguridad, como lo es el hecho de que por las noches muchos conductores no se detengan en los semáforos aunque estén en rojo, y que no bajen las ventanillas cuando están en ciudad, y tienen que hacer paradas. Este tipo de detalles dan mala espina. 

- ¡¡Cómprate la guía T!!. La guía T, de bolsillo, incluye la ruta de las cerca de 700 líneas de autobuses de línea que recorren la capital y los alrededores. Mediante un sistema de cuadrantes distribuidos a lo largo del mapa de la ciudad, y formando tablas subdivididas en columnas en las que las son enumeradas y las columnas nombradas con una letra, uno puede "jugar a los barcos" pero con autobuses, y encontrar en poco tiempo, qué autobús le acerca a dónde quiere ir. Muy útil. Otra cosa que me gusta es el precio de los transportes públicos. El viaje ordinario en metro cuesta 1'2$ pesos (20 céntimos de euro). Comparado con la salvajada de Madrid, con Gallardón y Esperanza Aguirre a la cabeza... es lo que tiene la derecha, si no te dejan pensar... ¡¡Cómo te van a dejar moverte!!! La tarifa del colectivo depende del trayecto que realices, y no se le paga al conductor (algo que es cierto que agiliza las cosas). O usas una tarjeta, como en España, o metes el dinero en una máquina expendedora de billetes que está al lado del conductor. Lo normal es que cueste más o menos lo mismo que el metro. 

- Los comercios te hacen suculentos descuentos si pagas... si tienes dinero... si se lo das en efectivo, vaya. Es otra de las cosas que me deja pensando. Mal deben estar las cosas cuando una tienda me rebaja el 20%-30% si voy con dinero en mano... que por otra parte debería ser lo más normal, pero no, aquí se lleva más lo de comprarte unos pantalones y pagarlos a plazos de tres meses. ¡¡De locos!! ¿Nadie piensa hacer nada al respecto? Me huele a cacerolada....


Voy con ganas y curiosidad hacia el próximo capítulo de este blog.
Cuando haya algo que contar, lo compartiré, hasta entonces, que seáis muy felices.
Un abrazo,
Samuel Leví