Lo siento. Me gustaría poder empezar mi comentario sobre esta película de otro modo pero lo cierto es que apenas me he reído con la comedia más irreverente, carismática, escatológica, y cañí que se ha conocido hasta la fecha, al menos, la más popular, tal y como lo demuestran las cifras de espectadores que ha tenido, y que han logrado que se supere el millón de personas en menos de una semana. Tanto es así, que una película en la que se han invertido más de 10 millones de euros, ha recuperado su inversión en apenas 3 o 4 días, algo inaudito en los tiempos que corren y más para la industria cinematográfica española. Parece que de forma generalizada los españoles nos inclinamos por la comedia y el humor, aunque sería muy atrevido hacer una lectura tan simplista del "fenómeno Torrente", cuyo director; Santiago Segura, ha llevado ya hasta la cuatrilogía, algo nunca antes visto en nuestro cine.
Santiago Segura siempre me ha resultado un buen tipo, políticamente incorrecto, trabajador nato, y honesto, -sí he dicho honesto- ya que no se puede estar más cerca de la gente de lo que lo está él. Sabe que los antihéroes gustan, y los ofrece. Sabe que desde siempre en España han triunfado las películas con contenido erótico, y llena de tetas y culos sus cintas. Sabe que usar el paradigma de español carca y anticuado es sinónimo de éxito, y recurre a ello. Sabe que en este país hay una querencia sobredimensionada por el chisme, el cotilleo, el qué dirán,... y que ciertos personajes públicos archifamosos y conocidos más por su vida privada que por su obra profesional resultan graciosos y carismáticos para muchos, y se sirve de ellos, para ridiculizarlos aún más y manipularlos a su antojo. No me extraña que Pep Guardiola haya rechazado participar en la película, y eso que resulta complicado decirle que no a un tipo como Segura, porque te alias con su causa sí o sí, porque sabes que es el más listo de la clase, que dirige y protagoniza la película y que es un todoterreno de esto del cine, aunque en este caso, vuelve a cansar, quizás por el conformismo que da saber que tienes la fórmula, que un día creó un personaje que entró de lleno en la memoria colectiva de todos y que rompió moldes catapultando a su creador a la fama y por qué no decirlo a la enraizada crítica de más de uno y de dos y de tres, pero que le ha reportado los mejores beneficios de su carrera, y que ahora estira como un chicle hasta no se sabe cuando.
Torrente es zafio, grosero, corrupto, casposo, maleducado, sucio, antiestético, fascista, putero, racista, indeseable, anormal, inculto,... el antihéroe por antonomasia. Es posible que el personaje de Torrente sea la mejor creación cómica de las dos últimas décadas, y eso ayuda a que siempre quieras más. Pasa con todos los grandes personajes del cine, del comic, de la literatura, etc. te fidelizan y te sientes atraído por sus aventuras y desventuras. Es la magia que tienen, por eso nos gustan tanto, porque siempre queremos saber más de ellos ¿Qué harán? Para muestra un botón; sabemos a ciencia cierta muchas de las frases o coletillas que usarán y las esperamos con ansias. Nos resulta imposible no hacer una mueca o un guiño de satisfacción cuando les oímos decir esa frase que tanto esperamos.
Torrente nació en el 98 como parodia de los aspectos culturales más cutres y decadentes de la sociedad española, con una ópera prima titulada: "Torrente, el brazo tonto de la ley" inolvidable, en el que además del efecto novedoso del film, existía una preocupación interpretativa mayúscula, con un Javier Cámara en el papel de secundario, que complementaba a Santiago Segura, creando un dúo memorable. Por esta película obtuvo 2Premios Goya (Mejor actor novel para Segura, y Mejor actor de reparto para Tony Leblanc). La película la vieron más de 3 millones de espectadores, y se embolsó 11 millones de euros.
Su éxito se vió reforzado en la segunda película "Torrente 2: Misión en Marbella" que bordó Gabino Diego, haciéndonos reir hasta la extenuación. Con 5 millones de espectadores y 22 millones de euros recaudados, la convirtieron en la película más exitosa de la saga hasta la fecha.
Luego llegaría la deleznable "Torrente 3: El protector", un auténtico disparate, sin apenas gracia, y que parecía que se convertiría en el final de la saga, aunque ahora sepamos que no ha sido así. Un mal paso cinematográficamente hablando. El coprotagonista en esta ocasión era el cómico José Mota (que personalmente no me gustó en su papel). La película consiguió llevar a 3 millones de espectadores al cine, y recaudar 18 millones de euros.
El guión de esta cuarta entrega no es nada bueno, nada consistente, nada comprensible. Se pierde entre cameo y cameo de personajes populares, introduciendo bromas entre unos y otros sin mucho atino, lo que provoca que la historia avance a calzador, sin más ayuda que la de ver por dónde saldrá el personaje principal, y teniendo en cuenta que su compañero de fatigas, en este caso Kiko Rivera, realiza un trabajo lamentable, y recalco esto último, porque no se trata únicamente de que no sea actor profesional, que no hubiese trabajado nunca antes en algo así, ni que no tenga la más mínima gracia, es que además da la impresión de que en todo momento le están forzando a hacer algo para lo que no tiene la más mínima capacidad, ni soltura, ni arrojo. La película pierde muchísimo con su participación y todavía no me explico cómo no se dio cuenta el director, porque es clamoroso. Haberse valido de un elenco no profesional, ha lastrado y herido de gravedad la película, y es que mal que le pese a algunos, para hacer cine hacen falta actores.
Vuelve a participar Tony Leblan (a punto de cumplir los noventa años), junto a Yon González, Javier Gutiérrez, Enrique Villén, Cañita Brava, Belén Esteban, Xavier Deltell, María Lapiedra, Cesc Fábregas, Sergio "El Kun" Agüero, Sergio Ramos, John El cobra, Kiko Matamoros, Fernando Esteso, Barragán, El Gran Wyomin, Andreu Buenafuente..
Elegir al cantante Francisco en el papel de villano es otro desacierto clamoroso. Realiza un papel acartonado y sin credibilidad ninguna, tanto es así, que te olvidas inmediatamente de quien es el malo. Un desastre.
La dirección artística, la fotografía, y la producción están bien trabajadas, y curiosamente lo más destacado es el tratamiento a los efectos de 3D que han rayado a un gran nivel, pero hacía falta mucho más para que esta película no se quedase en un chiste malo, como ha resultado ser. Apenas 90 minutos de cinta, y no echas de menos más, lo cual es grave. Por desgracia películas como esta incrementarán -aún más si cabe- el discurso fatalista de algunos críticos cuando dicen aquello de "todo el cine español es igual de malo" o "este tipo de cine es el que nos merecemos". Sin querer unirme a su causa, reconozco que me esperaba que estuviese mucho mejor hilada la película, mucho más trabajada. Una decepción.
Lugar:Vigo, siempre Vigo. Fotógrafo:Diego Meijido Estilismo:Jandro Villa Maquillaje:Fabiola Pugliesi Modelos:Noemí Fernández Costoya,Marta Gómez y Samuel Leví
Estos diseños dieron a su creador -Jandro Villa- el premio nacional de jovenes diseñadores, y nosotros hemos tenido la suerte de vestirlos. Precioso. Me voy a vivir al campo si me aseguran que todas las campesinas son así.
¿Crees en el destino? ¿Acaso piensas que ciertas cosas te suceden porque estaban escritas? ¿Has oído eso de "Pasó porque tenía que pasar"? Son algunas de las preguntas que nos plantea la película "Destino oculto". Pensé mientras la veía en todo momento en la cuestión de la fe. Para los que no somos creyentes esta es una película únicamente de ciencia ficción, pero para quienes tengan un arraigado sentimiento de fe, puede elevarse más allá y sugerirles algo más, no lo sé. Según la cinta, aunque nuestro destino está escrito, podemos y debemos luchar por cambiarlo ¿No les parece un poco atrevido todo esto?
Basada en un relato de Philip K. Dick, escritor americano cuyas obras ilustraron películas como "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982), "Desafío total" ("Total Recall", Paul Verhoeven, 1990), o "Minority Report" (Steven Spielberg, 2002), viene dirigida por George Nolfi, que se estrena en la dirección, ya que anteriormente sólo había ejercido como guionista de cintas bien conocidas como "La sombra de la sospecha" (The Sentinel, Clark Johnson, 2006) muy mal vista por la crítica, "Ocean's Twelve" de Steven Soderbergh (2004), o "El ultimátum de Bourne" de Paul Greengrass (2007), en las que la buena labor de los directores salvaba las posibles deficiencias del guión de Nolfi.
Hay ciertas partes de la película en las que uno siente cierto desvarío y se pregunta ¿Cómo resolverán esto para que tenga sentido y no me atragante? Y lo bueno de la cinta es que en ningún momento te aburres, pero ciertas situaciones quedan un tanto inconexas y en otros momentos juega al despiste y realmente no sabes qué busca con los giros dramáticos, por lo que surgen dudas acerca de qué quería hacer el director, como si no estuviese demasiado claro; ¿Pretende meter acción? No lo logra ¿Quiere generar tensión? Se queda corto ¿Busca generar tensión sexual? ¡Olvídalo! ¿Es una historia de amor con tintes surrealistas? ¡Pues qué floja! Todo esto, no obstante, no le resta cierto punto de originalidad, de frescura. Al menos tiene eso. Te sugiere cosas, aunque cuanto más se acerca a lo excepcional más se aleja del espectador porque resulta menos creíble y porque por desgracia no está lo suficientemente bien armada como para que te metas en el mundo que pretende crear. La forma de resolver la trama no está a la altura de lo que esperas hora y media antes cuando empiezas a verla.
Matt Damon siempre logra que creas en él. Siempre te conduce a su terreno, a su personaje. Humaniza mucho a los personajes que interpreta y habitualmente te pones de su lado, incluso cuando hace de malo, suele generar un conflicto en el espectador porque logra que entiendas lo que siente. Ciertamente, lo considero uno de los actores más en forma. En esta película, que protagoniza junto con Emily Blunt, nos conduce en una historia de amor, de superación, de lucha contra todo y contra todos, por buscar a la persona que quiere. Un flechazo provoca que todo lo que era importante en su vida pase a un segundo plano y se vuelque en conseguir estar con ella. Demasiado grandilocuente la historia en algunos momentos, y poco realista, está muy pintada de rosa, y poco definida, y eso vuelve a ser culpa de su director. Ni el destino ni ninguna fuerza sobrenatural podrá con el amor. Y yo que creía que yo era un romántico...
Críticas:
"Una fantasía a lo Gran Hermano con estilo y verdadero sentimiento, cortesía del excelente emparejamiento Matt Damon-Emily Blunt" (Todd McCarthy: Variety)
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"A pesar de los heroicos esfuerzos de Damon y la adorable Blunt en construir una pausible historia de amor, la película se disueve en la tontería (...) Puntuación: *1/2 (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)
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"'The Adjustement Bureau' es una buena e inteligente película, que podría haber sido grande si hubiese sido un poco más atrevida (...) Puntuación: *** (sobre 4)" (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"Es 'Inception' para los románticos, (...) Con ritmo ágil, explicaciones ligeras y personajes sólidos, Nolfi logra lo casi imposible: un film puzzle que no te importará que te deje sin explicación. (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Helen O'Hara: Empire)
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"Un thriller inteligente y estiloso que mezcla ciencia ficción, romance e intriga hitchcockiana con sorprendente facilidad (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)" (Ann Hornaday: The Washington Post)
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"Aunque se dedique demasiado esfuerzo para explicar lo inexplicable y el talento visual de Nolfi no sea excesivo (lo que lleva a que un cierto olor a serie B se convierta directamente en tufo), la película no es ninguna estupidez" (Javier Ocaña: Diario El País)
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"Una primera hora inquietante, pero se inclina en su final por el cine romántico más vulgar, un verdadero desatino" (Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia)
Y te diré la verdad. No me voy a esconder ¿Para qué? Todos tenemos una historia tras nuestros pasos, más o menos brillante, más o menos sorprendente, más o menos genial, pero es la nuestra, la que nos define, la que nos identifica, la que ayuda a explicar ciertas actitudes que adoptamos. Quiero que me conozcas, por eso abrí este blog hace más de cinco años, por eso y porque quería compartir con quien estuviese interesado lo que siento, pienso y deseo. Por aquello de no sentirme tan solo a veces.
Es curioso que las personas que más quiero en mi vida sean mis ex-novias. Puede resultar chocante, triste, enfermizo... pónganle la etiqueta que prefieran, pero comprendan que también son por las que más luche, con las que más compartí, con las que más disfruté, a las que más me entregué, y en la mayor parte de los casos, a las que perdí sin que yo tuviese ni la más mínima intención de hacerlo. Suena a victimista, lo sé, pero tienen razón quienes me conocen en que debo tener un buen puñado de satisfacción personal en los bolsillos, y así es, de eso voy bien servido, y no crean que me disgusta, lo que ocurre es que siempre queremos resultados, siempre buscamos ganar, y pocas veces aprendemos a perder. Yo lo he hecho. Igual que aprendí hace ya muchos años a valorar lo que tengo cuando lo tengo, y no cuando se ha perdido.
Creo que cuando se da a los demás ya se obtiene algo inmediatamente. Creo que no es necesario esperar una contrapartida y que la contrapartida no es otra que el mero hecho de ser útil para alguien, ayudarlo, apoyarlo, hacerle feliz. Sin más. Todo lo demás vendrá luego, si ha de venir, que no siempre sucede. Desde crío me he identificado mucho con la película "Ghost" porque en muchas ocasiones me he considerado invisible, como si todo lo que dijese o hiciese no fuese tenido en cuenta, y es una mala sensación.
Sé que a veces quienes se acercan a mí se sienten un poco superados por mis ansias, por esa energía que despliego en muchas ocasiones y que desborda a según quien, y por expresarme quizás con una dosis demasiado alta de emoción y sentimentalismo. Eso se desprende de mi forma de vivir siempre al límite, con una sensibilidad un tanto exagerada, es posible, pero que me ayuda a que siempre tenga ganas de hacer más cosas, de vivir nuevas experiencias, de seguir adelante, de cambiar las cosas, de ver más allá, etc.
"Cisne negro": Neurótica, intensa, enfermiza, esquizofrénica. La película no te da respiro. Te exige todo el tiempo que mantengas la tensión, el pulso al que te invita el director Darren Aronofsky, durante los ciento ocho minutos que dura la película.
Este drama, -thriller psicológico-, se nutre de muchos recursos algo manidos ya en el cine de terror, como las imágenes proyectadas sobre los espejos que tantas y tantas veces hemos visto, pero nos invita a reflexionar sobre la tensión, hasta dónde podemos llegar cuando nos sentimos agobiados o tensionados por algo, cual es el límite que hay que pasar para que una chica obediente y frígida decida romper con todo y sacar el lado más violento y salvaje que todos llevamos dentro. Esa dualidad que es tan bien representada por la obra clásica "el lago de los cisnes" y a la que la película da un sentido homenaje, resulta muy útil para mostrar las dos partes de una misma persona; la buena y la mala, fácilmente identificadas en este caso por los colores; el blanco (puro y casto) y el negro (malvado y agresivo). El trasfondo de la película es más interesante que los diálogos o la acción. La película vale más por lo que evoca que por lo que cuenta. El ballet es una excusa como lo podría haber sido cualquier otra, sirve porque es muy visual, muy artístico, pero no es una película sobre el mundo del ballet. La música juega un papel vital en esta cinta y está muy bien llevada por Clint Mansell.
Lo peor que tiene es que cae en ciertos tópicos de lo más prescindibles. Que en el momento de mayor tensión, los ojos de la protagonista se llenen de sangre es a la par excesivo y ridículo. Un coqueteo poco interesante con la ciencia ficción más vulgar. La rivalidad entre compañeros de profesión, los abusos de poder por parte del profesor, la carga sexual un tanto forzada de la película, las disputas por el recambio generacional, el pulso entre la bailarina experimentada y la joven ambiciosa,... han sido ya usados en demasiadas películas y no aportan nada de frescura a esta película. Me viene a la memoria "Show girls", una película noventera que no consiguió demasiado éxito pero que transgredía por su alto contenido sexual y su provocación, y que trataba todos estos mismos temas desde un enfoque crudo y visceral. Aquella trataba además sobre el mundo del baile... pero hay muchos más ejemplos.
Hay momentos demasiados predecibles y eso le quita valor a la película. Partes en las que una escena te anuncia cual será la siguiente y la siguiente es calcada a cómo la imaginas, y adolece de giros inesperados que sorprendan. Un buen ejemplo de esto es cuando se busca el papel de bailarina protagonista de la obra. El espectador piensa de antemano que se lo darán a ella, y aunque amagan con que no será así, en todo momento sabes que pasará lo que irremediablemente acaba pasando. Sucede lo mismo con el "encuentro" entre las dos bailarinas. Hay pocas sorpresas y eso es un lastre para la cinta.
Si algo me ha llamado la atención de esta película es que trate con tanto acierto la psicosis producida por vivir maniatado, sujeto a imposiciones de terceros y a las que uno mismo se autoinflinge, la superación personal elevada a la máxima potencia, más allá de la autodestrucción, la rivalidad y la competencia, la contención constante de las fantasías de uno y la negación de las mismas, la distorsión entre lo que los demás juzgan de nosotros y la visión que tenemos de nosotros mismos desde dentro,... un soberbio ejercicio de psicoanálisis sobre el bien y el mal, el autocontrol y el descontrol.
Natalie Portman,se lleva el Oscar a la mejor actriz 2010 por protagonizar esta obra. Un merecido premio. La película optaba a cinco estatuillas pero se ha tenido que conformar con esta. Excesivamente delgada, ha mantenido el ritmo en un trabajo de gran exigencia, tanto técnica como psicológica e interpretativa y eso tiene mucho mérito. Me gustó especialmente, Mila Kunis, como actriz secundaria, a la que no conocía, y que además de ser físicamente preciosa, realiza un trabajo desenfadado y sumamente atractivo. Vincent Cassel siempre resulta creíble, y da la talla en su interpretación de director de la obra. También aparece Winona Ryder, aunque apenas le dan cuerda, así que su aparición resulta casi testimonial. Barbara Hershey, también forma parte del reparto en el papel de madre protectora y recelosa de que su hija alcance los objetivos que ella no logró en su juventud. Un reparto equilibrado y correcto, para una película que ha gustado especialmente entre el público femenino.
Por último destacar la utilización de la cámara en mano durante buena parte del film para dar mayor vivacidad y realismo, crudeza y agresividad, a la historia. Un efecto que ya usó el director en su obra más popular "El luchador".