domingo, julio 25, 2010

Nos atrae el dolor ajeno


Anteayer vi la película "Last Days" de Gus Van Sant (director de "Elephant"), basada en los últimos días de vida de Kurt Cobain. Curioso, triste, y un poco surrealista.

Nirvana grabó dos discos de estudio y uno de directo (recopilatorio) para la MTV, en el 91, 93, y 94. Su lider murió ese año. Dos o tres canciones para la historia. Precursores del "grunge" estilo musical seriamente denostado y que protagonizó la que según muchos críticos musicales es la peor década a nivel musical del siglo XX, la década de los noventa.



Luego pensé en Blur. ¿Alguien se ha parado a analizar su discografía? ¿Y Oasis? ¿Y REM?


La popularidad de un grupo o artista se ve incrementada no por su talento, destreza técnica, calidad compositiva, mensaje o valores, sino muchas veces (y sigo sin entenderlo) por hechos ajenos a la propia música, como su imagen, su físico, su forma de vestir, detalles de su vida personal; si tiene novia, si le pone los cuernos, si se suicida, si roba unos pantalones en una tienda, si consume marihuana, si protagoniza alguna escena ridícula completamente embriagado... A algunos los tachan de genios. ¿Por qué nos sentimos más cercanos a personajes "demacrados" "sufridos" "lastimosos" "problemáticos", que a otros que son "triunfadores" "correctos" "educados" "elegantes"? Me parece interesante indagar sobre estas cosas.

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