
La noche del sábado, sin quererlo ni beberlo, fui tiroteado en plena calle. Afortunadamente me encontraba dentro de mi vehículo, acompañado por Natalia, cuando alguien nos disparó desde la ventana de un edificio con una escopeta de aire comprimido de balines. Lo cierto es que no supe qué sucedía hasta un rato después, cuando bajamos del vehículo al llegar a casa y vimos dos impactos en el coche. No atravesaron la carrocería pero ha quedado una pequeña marca en la pintura del coche. Aunque no tuvo mayor trascendencia, acojona pensar que alguien pueda dedicarse a pegar tiros sin ton ni son. Si nos llega a dar (y faltó poco porque tenía la ventana bajada, y pegó justo en mi puerta a escasos centímetros de mi) no habría sido una gracia.
Lo denuncié a la policía y por lo visto alguna persona más hizo lo que yo, así que debía llevar un rato pegando cañonazos. Por ahora parece que no han cogido a nadie, así que imagino que todo quedará en nada, pero lo cierto es que me alegraría que lo cogiesen. En fin, una anécdota más.
Joder Samu lo que no te pase a ti...un poco a lo John McClane, solo faltó que estuvieses descalzo y ya tenias tu aventura...jeje...es una broma porqu eno paso nada pero menudo susto la virgen, me algro de que estés bien...un abrazo
ResponderEliminar