La cosa se pone fea

Me lo enviaron el otro día. "La evolución del robo"

Últimamente todo el mundo anda un poco "cagado" con esto de la crisis. En verdad creo que hay más miedo que peligro pero es innegable que las cosas se están poniendo feas. En mi humilde opinión creo que nos está pasando un poco como a nuestros compadres argentinos en el 2001; hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, pidiendo a los bancos un dinero que no teníamos y no tenemos, y considerando que tarde o temprano lo acabaríamos de juntar pero esas hipotecas, esos créditos que alegremente han dado los bancos -porque les interesaba- ahora son pesadas losas a 50 años vista que no terminan nunca de aflojarnos la cuerda que nos ata y aprisiona el cuello y que nos impide respirar. Creo que entre el capitalismo salvaje y la mala política de las entidades financieras, el encarecimiento del petróleo, el consumo desproporcionado en el que vivimos, y el hecho de que acostumbramos a gastar más de lo que ganamos (algo surrealista por cierto), pues ahora empezamos a encontrarnos con una situación de incertidumbre que se está llevando por delante entre otros a montones de locales comerciales en mi barrio. Yo resisto como puedo aunque no sé por cuánto tiempo.

Amigos recién licenciados se quejan de que trabajan mucho y cobran muy poco en relación al nivel educativo que tienen y a los años que se han dedicado a hincar los codos. Los que no tienen títulos universitarios curran también mucho y no ven más salida que sacar adelante el mes, y así otra vez el mes siguiente, y el siguiente y el siguiente, en relación de continuidad que no parece tener fin.

La cosa está fea, y todos queremos verano de playa y helados, camisetas y terraceo, pubs y viajes. Veremos cómo llegamos a septiembre...

He tenido la suerte de hablar con el autor de este tema que aquí os dejo y que no habla de la situación fea que vivimos, sino de la fea, que es una chica con la que está y de la que nos cuenta sus peculiaridades. Porque a las feas también hay que saber llevarlas, que tienen su aquel, y uno ha de manejarse en todos los terrenos.

Con ustedes: la fea