Estos días ando entre otras múltiples cosas intentando organizar una mini gira por Madrid. Lo cierto es que a estas alturas me conformaría con dar un par de conciertos, cosa que parece del todo improbable, pero no pasa nada. Sé que no será una semana perdida; primero por un tema personal, y segundo porque me dedicaré una semana a tocar la guitarra día y noche sin mayor preocupación que esa (al menos eso espero).
En eso que me decido a llamar a muchos de los compañeros del Taller de canciones del 2005 en el que Quique González fue nuestro profesor, y nada, que les veo desanimadillos. Este es un homenaje a muchos de ellos para que no se me depriman porque siempre supimos que esto estaría duro y complicado. Hay que tener dos cosas: retos y ánimos. Retarse para mejorarse, superarse, aprender, repasarse, perfilarse, progresar,…y estar animado porque sino no eres capaz de hacer nada y te clavas.
Joaquín lópez:
Joaquín López, 27 años, Cuenca, es un cantautor amigo que ha presentado este año “Crudo” su segundo álbum. Tiene voz profunda, de esas que se disparan y parecen no tener fin. Se ha armado con banda joven, ha querido encender la guitarra y dejarse llevar por Dylan, aunque escuchándolo recuerda mucho más a Fito Cabrales, o a la Luz Casal de los primeros noventa cuando parecía una rockera de barrio que grababa su voz a sangre y fuego en canciones intensas. Joaquín le pone ese toque canalla y es picante y afilado a la hora de escribir, social, comprometido, de siempre y de hoy. Un converso que no ha perdido su modus vivendi, y que no deja de guiar en el baile de las letras cargadas; más sentimiento menos palabras. Te lo dice, te lo cuenta, te lo canta, te lo espeta, te lo grita, te lo receta, te emociona, te alegra. ¡Mucho Joaquín! Llévame a Cuenca contigo, hermano.
Web: www.joaquinlopez.net
Manu y Stereotipos
Poco se sabe de él, es poco dado a mostrarse, lo hace, y despistando, en sus temas. Lo conocí y al momento ya le estaba diciendo lo mucho que me gustaban sus formas. Ha bebido de las mejores fuentes, y curiosamente nos encontramos en Quique González. Creo que nos parecemos más de lo que se aprecia a simple vista. Manu tiene 24 años si no me equivoco. Es de Coruña. Empezó sólo y sacó un Ep. Ahora ha formado un grupo; Stereotipos. Suena muy fresco. Quizás os parezca lo de siempre, grupo de pop-rock que busca más entretener que otra cosa y que no oferta nada nuevo, pero no es así. Manu canta genial, su música está muy cuidada, enganchan desde la primera escucha, las canciones son un mundo en sí mismas. Tiene la capacidad de escribir las canciones que el resto sólo imaginamos. Seguro que si encuentra un padrino que lo ayude se dará a conocer por todo el país, y todos corearemos sus temas. Este sistema hace que haya unos pocos ganadores y al resto se les incluye en la bolsa de los perdedores, los nadies, y es una desgracia que se pierda tan buena música.
Web: www.stereotipos.net
Antonio Velasco:
De partida ya hay algo en él que te indica que estás ante una persona especial, luego enseguida te das cuenta de que así es. Ha leído mucho y eso queda patente en cada cosa que escribe. Tiene una manera muy estilizada de escribir. Una capacidad que rara vez se encuentra en una persona que no alcanza los veinte años. No está enclavado en la canción de autor clásica y gusta de los riff de guitarras, y de cambiar la guitarra española por acústica. Ha sacado un trabajo: “6 Faroles”. Un EP en el que se acompaña de un par de músicos al bajo y a la batería. Ha hecho un trabajo muy dinámico, movido, rockero. Sigue con la cuenta pendiente de colocar la voz en primer plano y jugársela ahí en la primera fila, pero cada vez se parece más a sí mismo, y eso viene a decir, que marca más su perfil. En unos años y si no se cansa, tendremos a montones de adolescentes disfrutando de sus canciones, que para nada son fáciles, más bien, recuerdan a películas, a libros, a cuadros, cada tema es un ejercicio visual, y se colocan ante tus ojos montones de imágenes, colores, personajes, fantasías,…
Web: no disponible en estos momentos.
Marwan;
Marwan, con sus 27 años a las espaldas es profesor de educación física y del barrio de Aluche (Madrid), algo que anuncia siempre con mucho orgullo. Quedan patentes sus rasgos árabes que le vienen si no recuerdo mal de su padre, que es palestino. Empezó en esto de la canción hace no mucho pero su progresión ha sido de las más espectaculares que he visto. Lo más habitual es te entre el gusanillo por escribir letras (casi siempre de amor al principio) en la adolescencia, pero él lo hizo en los cafés de la universidad. Desde entonces se hizo un fijo en el circuito de cantautores de Madrid y demostró que entre las canciones y el cantante hay una distancia muy corta cuando éstas son honestas y auténticas, cuando te involucras y te desprendes de parte de tu vida en cada letra, como hace él tan bien. Es un guasón que se gana a la gente con esa pizca de chico guarrete y salido, y ese otro toque infantil que seguro que hace que se le confunda con los críos en las clases de gimnasia del colegio donde da clases. Su disco “Los hijos de las piedras” nació seis meses antes que el mío, hace de esto ya más de dos años, y ha vendido cuatro veces más lo que, a pesar de no ser mucho, es bastante. Está por encima de todos los demás en cuanto a impulso, tiene un plus de velocidad. Se hace querer. Le gusta mucho lo que hace y nuevamente eso le da ventaja. No sé dónde estará su tope, ojalá que en el cansancio de ser tan guapo y de sacar tan buenas notas.
Web: www.marwanweb.com
Kiko Tovar;
Su historia es de las que peor sabor de boca me dejan, pero soy optimista, creo que remontará el gol en propia. Y es que resulta que Kiko, que debe rondar los 25 o 26 años, ha pasado por lo mejor y lo peor de esta profesión. Cuando aún era un adolescente le contrató una disquera, se puso a su lado uno de los promotores más importantes del país y le dieron por el culo. Le hicieron el disco, lo movieron de aquí para allá, pusieron su nombre al lado de otros ilustres y conoció a Jarabe de Palo, Sabina, Ismael Serrano, Pedro Guerra,… y luego…luego nada. Con lo difícil que es para un chaval de 18 años sobreponerse a eso, a que tu canción suene por todas las radios del país, y que te pases el día escuchando el gran futuro que te espera por delante, con lo difícil que eso es, más duro es aún irte del piso grande a una habitación compartida por un tipo al que no le caes bien y sin apenas espacio. Volvió, si se me permite, al principio. A ese que le habían evitado porque prometía, porque era un momento (mediados de los noventa) en el que había un resurgir de los cantautores, y eso le hizo descubrir lo más cutre de esta profesión, porque ha esa época le siguió la de los despidos, las reducciones de plantilla, la piratería, OT, y la música de consumo y de imagen, no de palabras, letras o de acordes. Entonces se encerró en psicología, su carrera, y cuando terminó le supo a poco y fue a por el doctorado. Temí perderlo. Hablé con él en varias ocasiones y pensé que se había acabado la oportunidad de que volviese a creer en la música pero me di cuenta de que nunca dejó de creer en ella; lo hace cada vez que coge una guitarra. Sigue disfrutando del difícil arte de hacer canciones, sigue siendo tan gracioso como siempre. Hace feliz con sus temas y pasas unos minutos muy agradables cuando escuchas una de sus canciones. Creo que lo suyo recién empieza.
Web: www.kikotovar.net
