Con el Oso y con Álex Ubago
Eso es todo lo necesario. El Oso porque se ha convertido en mi mejor amigo aquí, y porque con el paso casi todas las horas del día. Nos compenetramos muy bien como ya os he contado en otras tantas ocasiones. Para los que no lo hayáis leído antes, o para quines no os acordéis, se trata de Chema, mi compañero de cuarto, el mexicano de 19 años al que conocemos como el Oso.
Lo de Álex Ubago viene de viejo. Mucho me dísteis la chapa con el tema del vasco, y la gente se empeña en recordarme el parecido con él, ya que aquí pega muchísimo. Como además mis baladas románticas tienen clara similitud con las suyas, eso me facilita siempre las cosas. Me abre bastantes puertas. Si a eso le sumamos que además del musical, nos encuentran un gran parecido físico, pues pasan cosas como que pases por delante de un grupo de chicas y te llamen Álex. Pero aunque luego de una época en la que todos mis amigos me lo repetíais sin parar, el fenómeno parecía que ya nunca volvería a repetirse y que sería olvidado, pero ha resurgido. Desde que llegué aquí es un no parar.
Con esa receta, de Álex Ubago y el Oso, nos pasamos el viernes ¡Cual día si no!, recorriendo la Habana Vieja. Jornada completa, de diez de la mañana a las once de la noche. Mientras aprovechábamos para hacer algunos recados beneficiándonos de estar en el centro, que siempre encuentras todo mucho más a mano, vivitábamos algunos locales y sedes, en las que yo debía entrevistarme con personas relacionadas con el mundo de la música y que bien podían ayudarme a promocionar mi disco, bien podían proporcionarme contactos para lograr algunos conciertos. Así, visitamos en primer lugar el Museo Natural de la Ciencia, por el módico precio de 0’40€, claro ¡Decídlo vosotros! “¡Con el súper carnet! El museo estuvo bien pero si venís a verme no os recomendaría invertir vuestro tiempo en él porque no merece tanto la pena. Lo que más me gustó es darme cuenta de lo fácil que captaba la información geográfica que allí se encontraba y como era capaz de explicársela de una forma rápida y bonita al Oso. Eso me recordó que las horas que Isra, Rafa, y David, mejor que nadie saben que le he dedicado a la carrera, han servido de algo, aunque no haya conseguido apenas créditos por mis conocimientos.
De ahí llegamos a la sede de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España) que afortunadamente tiene una sede en La Habana y de la que yo tenía el contacto porque me lo habían dado en Madrid, en la Fundación Autor en el mes de Mayo, así que seis meses después estaba sentado frente a la encargada de la cual tenía el nombre en mi agenda desde mi época de la calle Hilarión Eslava. Eso también hace grande esto, saber que estás cumpliendo tu sueño y que lo disfrutas y lo gozas tal y como lo habías imaginado. No vale por tanto decir que uno cuando logra algo ya no lo aprecia, que sepáis que en mi caso, sí lo estoy haciendo, lo que no quita para que ya tenga mis ilusiones con respecto a futuros proyectos.
Centrémonos. En la SGAE el Oso sacó de cámara digital de vídeo y se retrató junto a Piloto, por lo visto el batería más chingón de todo Cuba según mi emocionadísimo amigo, para el que nuestro día aventura ya había mrecido la pena. La directora de la sociedad de autores me dio tres contactos importantes; por un lado el instituto cubano de la música dónde se organizan entre otros la feria internacional Cubadisco, que yo conozco y de la que sé que tuvo a Lolita como máxima representante de nuestro país el año pasado. Si por un casual actuase ahí, apaga y vámonos. Sería lo más grande que he hecho en vida, pero nada de hacerse ilusiones. Por otro lado, me dio el contacto de la directora del programa de televisión musical “Cuerda Viva”. Para finalizar, hay una sala, el Centro Hispanoamericano de la Cultura, donde se celebran todo tipo de eventos, y de cuyo director es conocido suyo, así que luego me telefoneé con él, y me brindó la puerta de entrada a su revista cultural, y me aventuró que charlaremos sobre otros programas culturales donde puedo participar.
Después de ese agradable encuentro, llevé uno de esos carretes de fotos, que gracias a Richo (esperad, ¡¡El Barca acaba de marcar un gol!! – noticias desde España. ¡Ha sido Eto’o!). Decía que Richo me regaló la cámara con la cual saco fotos y cada seis meses revelo un carrete ¡Están caros muchachos! En este aparecieron fotos de Diego Pacheco y de Toño, en verano, en los ensayos y en La Vela. Salís bien lustrosos. La pena es que como siempre, no salimos los tres. Prometo pasaros copias. Ah! ¡Y haber si entráis aquí! Ahora más que nunca os afirmo que si venís seguro que podremos hacer algún bolo, pero de dinero…aquí hay que disfrutar, tocar mucho, aprender más, y no echar mano de la cartera, de la que apenas se saca, y en la que nunca se mete. Algunas fotos de Cuba, de la playa, de la habitación donde estoy, y sobre todo una “de las de disco” como me gusta llamárlas a mí y que son las que en el futuro me valen para incluir en el cuaderno del álbum y en la web y ahorrarme una pasta en fotógrafos. ¡Lo siento Luislove pero es así! Algún día tú te encargarás de ese apartado en nuestra sociedad artística. La foto en cuestión es de la orilla del mar, en una playa, en un día muy gris a última hora de la tarde, con un muelle vacío y unas sombrillas de paja que abrigan la absoluta soledad del lugar, en el que no se veía un alma.
Intentamos mandar unas cartas por correo pero finalmente no pudo ser, y tendré que esperar a más adelante, así que paciencia amigos.
El Museo Nacional de Bellas Artes se divide entre dos de los esdificios más bonitos de Cuba. Dos verdaderas obras de arte que quedan muy próximas y que son verdaderos centros de calidad artística. Uno se dedica al arte hecho en Cuba y el otro es más general, como si se tratase del Prado. Nosotros fuimos al del arte cubano porque era en el que yo quería hablar con el encargado de las actividades culturales de quien tenía el contacto, y que resultó ser un tipo muy instruído, de un gran conocimiento, y muy amable y agradable. Allí en su despacho, y charlando con él, me di cuenta de lo que estaba buscando: le estaba diciendo al director cultural del museo nacional de cuba que me contratase para actuar en la sala de teatro, donde días antes había dado un concierto de guitarra mi profesora Yalit, que aprovechando diré que se podía dejar de dar conciertos y darme clases de guitarra porque por h o por b, no he recibido ninguna en todo el mes de noviembre. Así que recibió cordialmente mi proyecto, se mostró muy considerado, y casi me lo dio por hecho. Si eso llegase a concretarse, amigos ¡Oh! ¡Desde luego estaría logrando aquí lo que ni soñé en España! Me lo confirmarán con tres meses de antelación, así que pretendo que Diego y Toño os vengáis a tocar conmigo, y yo además juntaré otros actos a la fecha en la que os acercáseis desde el otro lado del Atlántico a …”La isla”. También me ofrendó otra opción más, que sumar a las múltiples opciones que tengo y de las que espero se vayan concretando las máximas posibles. Esta última consistente en el Festival Internacional de Música y Danza en la calle que celebra todos lo años y que congregó a más de 1200 músicos el año pasado. ¡Me encantaría! Te ponen a tocar en una plaza delante de todo el mundo. ¡Estupendo! La música vuelve al lugar del que nunca debió salir; la calle. Me despedí de él, que se largaba a la selva amazónica, entre brasil y venezuela dos semanas, y volví con el Oso que esperaba en reposo para entrar a ver el museo. ¡Sí! ¡Lo sabéis! ¡El carnet! Fueron 0’40€ entrar, en uno de los museos más bonitos que he visto en toda mi vida. Completamente moderno y con una infraestructura envidiable, se mostraba bien lustroso a los ojos del espectador, a lo que sin lugar a dudas ayudaban mucho los cuadros de unos artistas cubanos que no sé dónde se meten, pero que hacen un trabajo increíble. No dejábamos de admirarnos por lo bien que estaba todo aquello. Os diré que no pudimos terminarlo y que prometimos regresar con más tiempo, porque lo merece. Nos enamoramos de una artista: Zaida del Río, una virtuosa del arte ¡Caray, de dónde sacará esa expresividad!
Estábamos radiantes, y con la necesidad de no detenernos, así que jugamos sobre seguro yendo a las patatas fritas. Allí, porque la vida tiene estas cosas, nos topamos con dos españolas que habían venido a una pequeña y apartada localidad de Cuba a hacer un trabajo del que no especificaron la especialidad, y que ya habían concluído por lo cual se iban esa misma noche. Hablamos con ella, y tanto fue el buen rollo, que acabamos comiendo los cuatro en la misma mesa, pero no creáis que era mero ligoteo. ¡Nada de eso, fieras corrupias! Era una señora de cincuenta y pico años y otra de treinta que para nada nos suscitaban ese tipo de sensaciones. Sencillamente fue un dulce encuentro y conversamos acerca de la isla y sus cosas. Finalmente les debimos caer muy bien porque nos invitaron a cenar y me compraron un “Turno de noche”. Así que nos fuimos más panchos que anchos, y de risas hacia nuestro siguiente punto.
NOTICIA!!!! El barca está ganando 0 a 3 al Madrid en el minuto 85 en el campo de los putos merengues. ¡¡¡Somos gent del barca!!! ¡¡Rafiquitiña te quiero!!
Perdonad, pero estoy dando saltos. Siento la emoción. Me llega. Joder que grande, me cago en la puta ostia. Obviad esto, pero necesito sacar mi sentimiento culé de mí. ¡¡Ronaldinho dame otra liga!!
La cámara oscura es un lugar del que me habían hablado y al que tuve la oportunidad de ir con el propio Oso. Está en la plaza vieja, y se coloca en la azotea de uno de los edificios, desde el que tomamos fotos y grabamos con la cámara. Luego te meten en una cámara que utiliza un efecto visual ayudado por unos lentes para proyectar sobre una base cóncava la imagen de buena parte de la ciudad. Está muy curioso la verdad.
Para finalizar las “tareas del día”, nos acercamos a un par de sociedades gallegas, a las que previamente había telefoneado, y que fueron verdaderos descubrimientos para mí. Os diré por qué. Caminas por las calles de la Habana Vieja y salvo los lindos edificios rehabilitados y reformados de cara a la galería, los edificios no dan el aspecto de albergar lugares cálidos y bonitos, si no más bien todo lo contrario. Así que cuando descubres que en la primera planta hay una pizzería, en la segunda un restaurante gallego, y un montón de gente allí reunida que se la pasa en grande, escuchando música, jugando a las cartas, charlando, ligando, o haciendo lo que se la venga en gana, como por ejemplo dando clases de danza y baile en lo que resultó ser la sociedad gallega Rosalía de Castro. Allí presenté mi rollo, y celebraron mi propuesta, asegurándome que en la siguiente semana, me confirmarán la fecha en la que puedo actuar y promocionarme.
La otra sociedad a la que quería ir, Artística Gallega, es increíble. Nosotros atónitos veíamos las entrañas del lugar con la sorpresa que te puede dar, entrar en un edificio tan antiguo, que recoje una sala de pintura preciosa, con un salón de actos en el que la gente bailaba y cantaba, un grupo de música tradicional gallega, cuyas gaitas me subieron el corazón a la garganta, un restaurante cuidadísimo en el que ofertaban auténticas delicias, etc. Allí esperé al director mientras la encargada, Rossi, me enseñaba las instalaciones y se agradaba mucho de mi presencia porque según ella, mi colaboración era precisamente lo que venía buscando. Yo les brindé la posibilidad de actuar de forma regular en su sede, y entonces me enseñaron el sitio en el que lo haríamos, una discoteca que quedaba en la planta alta y que tenía una presencia enviadible, con pantallas de plasma grandes, y sonido envolvente. La discoteca a partir de las diez y hasta la hora del cierre se peta así que es un buen lugar para que me promocione. Además las camareras fueron muy agradables. ¡Vale sí! Me gustó mucho Sandra. 19 años que parecían bastantes más, no por que estuviese pasada, si no porque me impresionó y por ello no creía que fuese más pequeña. Hablé con ella durante un par de horas y me encantó. Lo de siempre, no es que fuese la tía más guapa del mundo, pero me resultó sumamente agradable, y para mí muy guapa. Me dio su número y veremos si nos hacemos amigos. Eso espero. Bb no pienses que esto anula nuestro pacto ¿Cuál? Ya te lo contaré
Llegamos al fin. Esto es un viernes ¡Esperad que os cuente el sábado! No, en serio. Los viernes están resultando ser días de lo más productivo. Del resto de cosas, sí puedo deciros algo: se fue a la mierda el móvil. Cuando no pagas la factura… es lo que tiene. Así que en este mes, tengo serios problemas de comunicación. No os preocupéis lo solucionaremos. Hablaré con Barbi ¡No, es broma! Barbi, ven a verme. Estos días, no sé por qué me entraron inmensas ganas de ver al Lechero y al Reque, ambos desconocidos personajes de enorme talento y simpatía. Vosotros viajeros y bien poseídos ¿No habéis pensado en la que podríamos liar si me visitáis? ¿En serio no queréis aumentar vuestra lista de relaciones sexuales? Pensaroslo bien. Ellas os esperan.
No quiero ser reiterativo pero me gustaría saber si alguno vendrá a visitarme, porque tengo buenos planes para vosotros y sobre todo porque os echo un montón de menos.
Además de la desbandada que se va a producir en este próximo mes, la auténtica fuga de talentos que va a haber en la escuela, muchos, que pueden, se irán de vacaciones a sus países, y otros aprovecharán para hacerlo por la isla, pero sí es verdad que muchos se van para no volver y que muchas caras conocidas dejarán de ser habituales por aquí en menos que canta un gallo. Yo aprovecharé para hacer un par de cosas que tengo soñadas y que son planazos que aquí si me puedo costear pero alguno de los cuales es secreto de estado, y sólo descubriréis cuando vuelva.
Fijaros lo que os voy a decir: pretendo mandarle a geografía durante las navidades, para no descolgarme demasiado. Lo que son las clases de música, están un poco deficitarias, por lo cual he de hablar con Niura y Yalit muy seriamente porque esto no puede seguir así. En primer lugar, el mes de octubre recibí 12 clases de guitarra, este mes 0. No puedo no tener clase. ¡No ha venido nunca! O me asegura que vendrá con regularidad o… Y con Niura...yo que la defendí y la salvé de que se buscase más problemas con dirección, ahora no me encuentro con ella. Vine a dar 5º de solfeo y nos pasamos haciendo ejercicios de 2º que no me permiten prosperar demasiado, además de otras cosas técnicas de “alturas de voces”, sincronización, etc. Así que o se adapta a lo que he venido a estudiar, o me pongo con otro profesor para poder exprimir bien el tiempo que voy a pasar aquí. Ya os contaré.
Un abrazo a todos.
No puedo escribir más.
Samuel Leví
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